"Siempre ha habido un acuerdo tácito entre la izquierda y Franja Morada"
LA PACO URONDO: El fin de semana el kirchnerismo se retiró de la FUA. Queríamos entender la complejidad de la FUA y las fuerzas que la componen. ¿Nos das una mano para pensar ese problema?
Gabriel Merino: Como no, la FUA como Federación Universitaria Argentina fue creada hace bastantes años por el radicalismo, así que fue creada a su imagen y semejanza. Como central del movimiento estudiantil, de alguna manera tuvo siempre hegemonía radical. Sin embargo desde el 83 hacia acá, donde se dio el máximo momento de auge del radicalismo en el dominio de las universidades, ha venido declinando, especialmente desde la crisis del 2001. Si bien a partir del 2001 lo que mayormente se fortalecieron fueron las fuerzas vinculadas a partidos de izquierda, desde el 2003 en adelante y sobre todo estos últimos años, han crecido mucho las fuerzas denominadas del campo popular y latino americano; eso ha cambiado el escenario de FUA. Por otro lado la FUA tiene problemas para articular una representatividad, los procesos de la Federación Universitaria Argentina están viciados de irregularidades permanentemente y eso lleva a que estas fuerzas del campo nacional, popular, latino americano se sientan también de alguna manera avasalladas en su derecho de representación.
LA PACO URONDO: ¿Cuándo decís esto de irregularidades, uno puede a veces tener mayor representación y eso no expresarse en los delegados o en el resultado final de la FUA?
GM: Sí, hay una arbitrariedad tremenda, te desconocen delegados cuando a ellos se les ocurre; en ese sentido, yo que he participado mucho en movimientosentos de militancia estudiantil e, incluso, he sido secretario de relaciónes internacionales de la FUA a través de nuestras propias listas en contraposición a la Franja Morada, lo he sufrido en carne propia que mis compañeros de distintas provincias, que eran hasta incluso presidentes del centro de estudiantes, decían “no, ese delegado no es tuyo y no podés acreditarlo” porque así se le ocurría a la Franja Morada, especialmente cuando ellos vislumbraban que una articulación entre las distintas fuerzas del campo nacional y popular podían hacer perder la posibilidad de ganar o tambalear su dominio.
LA PACO URONDO: ¿La Franja Morada tenía la potestad de impugnar delegados opositores?
GM: Exactamente, porque después eso se define en una mesa ejecutiva dominada por la Franja Morada y los aliados del Partido Socialista, el MLR. De hecho en la última elección al QRS, la agrupación de medicina, que además viene del radicalismo, ellos tenían para la FUA del 2010 unos 10 congresales y también iban a jugar dentro del espectro nacional y popular latinoamericano, si bien ellos tienen una identidad más vinculada con el radicalismo de cuño Yrigoyenista, la Franja Morada directamente dijo “no acredita QRS, no le damos los congresales” y no lo dieron y esto fue denunciado por representantes de Federaciones Latinoamericanas que estaban acá en la Argentina y no podían creer la arbitrariedad de dichos manejos.
LA PACO URONDO: ¿Cómo juega en general la izquierda no nacional y popular en estos esquemas? ¿La Izquierda Troskista, el autonomismo?
GM: Esta hace un doble juego de denunciar a Franja Morada por el vaciamiento o por sus políticas nacionales vinculadas al radicalismo pero después terminan siempre legitimando en los congresos o acordando cuestiones, por ejemplo, yo no molesto en la UBA a cambio de que no se lo moleste en la FUA como era hasta hace algunos años, había como un acuerdo tácito de reparto de representaciones y federaciones, en Buenos Aires no me molestes y a cambio yo no te molesto en las nacionales y hago una cuestión de denuncia y no más que eso, una especie de cotillón.
LA PACO URONDO: ¿O sea un entente donde cada uno se respetaba las hegemonías en sus respectivas federaciones?
GM: Claro, había como un reparto, porque aparte en ese momento al radicalismo le convenía tener en la UBA al troskismo fuerte, porque era una punta de lanza contra el kirchnerismo, contra el Proceso Nacional y Popular por izquierda y teniendo en cuenta que la Franja Morada no tiene poder como en otras épocas, como en los 80, poder de movilización, de elaborar un programa de puntos y en función de eso avanzar en políticas de luchas. Ese acuerdo igual se ha roto también por la necesidad de la Franja Morada de recuperar cierto protagonismo en la UBA, que perdió después de la crisis del 2001.
LA PACO URONDO: Cómo es esto de que el kirchnerismo o las Fuerzas Nacionales y Populares se retiren de la FUA ¿Qué lectura hacés sobre eso?
GM: Por un lado ha habido otro momento en que se intentaron cuestiones así, es la primera vez que quizás tiene mayor contundencia. En el 2004 había pasado una situación similar en que había posibilidad de ganar la FUA por parte de Asociación Independiente, ligado con fuerzas kirchneristas y demás; la Franja Morada hizo todo lo posible para que eso no suceda pero aquella vez no se pudo hacer una denuncia general y retirarse, si se retiraron algunas fuerzas, esta vez como que fue más general, un poquito más organizado. La importancia, sobre todo, es el día después, o sea, realmente organizar un espacio político estudiantil que permita a todo ese conjunto de fuerzas avanzar en una reforma universitaria nacional, popular, latino americana, avanzar en una profunda transformación de la Universidad y sobre todo ganar los centros de estudiantes, hay una cosa que hay que reconocer, la Franja Morada más allá de estos vicios, estos tejes y manejes en la FUA y si bien ha declinado enormemente su poder electoral en los centros de estudiantes, sigue teniendo poder, sigue siendo votada por estudiantes, entonces, hay toda una tarea militante que es importante aprovechar este momento histórico para una coordinación de un espacio que coordine las agrupaciones nacionales y populares, se avance en los centros de estudiantes para que posteriormente se desplace a la Franja Morada como hegemónica en las universidades argentina o más bien ya no hegemónicas pero sí dominante. Hay una tarea fundamental que es seguir recuperando centros de estudiantes, seguir recuperando la militancia, que esa militancia tenga una proyección, entender también que es un momento gremial, los estudiantes no votan a presidente cuando votan al centro de estudiantes, votan para que haya representantes estudiantiles que los defiendan en función de sus intereses, de las arbitrariedades de los profesores, que los defiendan de los resabios neoliberales que aún quedan -si bien en estos se han transformado- pero que quedan en el sentido de una universidad excluyente para amplia fracciones de sectores populares,una universidad que todavía no se adapta a que muchos estudiantes tienen que laburar, una universidad que tiene que cambiar sus planes de estudio y que hay muchos profesores que se resisten a eso y quieren tener una universidad elitista o para unos pocos, es toda una tarea gremial que si se regala después tiene consecuencia en las urnas.
LA PACO URONDO: Como que en un plano el riesgo es quedar en la gran discusión y no avanzar en la construcción territorial concreta.
GM: Claro, ese es el gran desafío, vuelvo a insistir, no nos eligen para ser Presidente de la Nación, en los centros de estudiantes se elige para conducir una herramienta gremial estudiantil de lucha que, obviamente, es una herramienta política que justamente está en relación a un proyecto político y hay que hacer las dos tareas. Dar las grandes discusiones tiene que ver con qué proyecto de país, con qué proyecto de universidad uno se encuadra, organizar a los estudiantes en función de esos debates y desde el trabajo gremial, organizar al estudiantado como fracción social para transformar la universidad desde abajo hacia arriba y que eso tenga una dinámica y que tenga un contenido de lucha muy importante, es una cuestión fundamental la relación entre lo gremial y lo político.
Porque además, así se da la verdadera batalla también en la universidad, donde predominan los sectores medios, quizás más de tradición liberal, socialdemócrata. Es legitimándonos en el laburo gremial como día a día se defienden los derechos estudiantiles y se lucha por transformar la universidad y que uno también se legitima para dar los grandes debates que después permitan que todo ese conjunto de trabajadores o futuros trabajadores profesionales que primero son estudiantes, confluyan también con otros sectores populares en un proyecto nacional transformador.
LA PACO URONDO: ¿En términos generales vos haces un balance positivo? En algún punto el paso dado es en la línea correcta.
GM: Sí. No soy amigo de hablar ya de una nueva federación, porque todavía no está constituida, porque tiene que tener una representatividad, un proceso de normalización de universidades, de dictaminar como se eligen nuevas autoridades, de reconocimiento de centros, fuerzas, es todo un trabajo. No es una nueva federación y aparte porque tampoco uno debe dividir las herramientas gremiales, aunque en este caso están muy viciadas y es complicado plantear las alternativas. Pero lo veo como muy positivo por lo que uno trabajó en su momento estudiantil, tengo compañeros que trabajan conmigo en CANOPLA que también participaron, fueron, están, trabajaron en esto y fueron parte de las discusiones. Que sea como un primer paso, como para encarar este desafío futuro. El primer paso para que haya una articulación de las fuerzas nacionales y populares, un primer paso para plantear una profunda reforma universitaria en Argentina y de cara a las transformaciones que hemos tenido del 2003 hasta la fecha y un primer paso para decir, en función de este desafío planteado, una agenda de lucha para convocar al conjunto del estudiantado, tanto en defensa de sus intereses como para transformar la universidad.