La necesidad de un periodismo en red
A un año del Congreso Internacional 2011 de Economía Social que se llevó a cabo en Parque Norte, Buenos Aires, y donde participó una nutrida comitiva de periodistas y editores de América Latina, urge la necesidad de ejercer un periodismo en red.Precisamente, en ese Congreso, se había llegado al convencimiento que las transformaciones sociales y políticas que se viven en el Continente demandan otras prácticas periodísticas que acompañen el cambio profundo de valores que viven nuestros países donde está apareciendo un imaginario social soberano e inherente a nuestras culturas.
Desde que nos despedimos en Parque Norte, nadie quedó incomunicado, y han sucedido varios hechos significativos que ejemplifican la necesidad de un periodismo solidario entre países.
Entre los episodios políticos relevantes que se dieron este año, destacamos el Golpe de Estado no convencional que vivió Paraguay y el contundente triunfo de Hugo Chávez en Venezuela.
En ambos casos se vio notablemente el rol que ocupan los grupos concentradores de medios de prensa y cómo forman la agenda diaria de noticias que luego terminan sustentando la cultura perversa, dependiente y sumisa de las sociedades.
Nuestras sociedades, con ese imaginario opuesto a los intereses colectivos, alimentan el formato de factorías que tuvieron nuestros países durante 200 años.
En el golpe paraguayo, la injerencia del grupo (Zucolillo - diario ABC Color) fue directa. El grupo fue protagonista, creó el clima golpista, echó funcionarios, e influyó en la aprobación de leyes que autorización el uso de semillas transgénicas en algodón y soja. Un dato no menor es que Aldo Zucolillo, propietario del diario, es el socio más importante que tiene la empresa multinacional de agronegocios, Cargill, en Paraguay.
En Venezuela, la manipulación de la información en contra de la expresión popular quedó demostrada porque en forma grosera salió a luz tras la sentencia de las urnas. El esfuerzo que hicieron los grupos mediáticos, desde un bombardeo informático con la salud del presidente Hugo Chávez hasta las dudas de los resultados eleccionarios, bien podrían ser materia de estudios para las nuevas generaciones de periodistas.
A diferencia de Paraguay, en Venezuela los grupos fueron a elecciones con candidato propio, y aún hoy machacan con las sospechas, las dudas y todo tipo de operativos de prensa en contra de quien fue elegido por la soberanía del voto popular. Aun así no cesan en el intento de desorientar a la opinión pública; a tal punto, que parecía haber dos países, el real y el creado por ellos.
El 7 de octubre también dejó visible que los grupos conforman un tramado continental. La labor de los canales del Grupo Clarín en Caracas, no fue distinto a la red Globo de Brasil, ni Caracol de Colombia, por nombrar algunos. Ellos montaron su show particular; -recuerde al vergonzoso episodio que protagonizó Jorge Lanata-; pero antes del resultado, tanto colaboraron con el aluvión a favor que ganaba Henrique Capriles que ellos mismos se lo creyeron.
Para intentar ocupar un espacio en este nuevo panorama continental, indudablemente no se puede batallar con las mismas armas. Nada será superior a los monopolios en el manejo de empresas de producción vertical o en las disputas de lobbys empresariales, políticas, sociales o religiosas.
Habrá que rediseñar las pautas culturales y también las herramientas de trabajo. En primer lugar, es básico, reorientar algunos conceptos como la libertad de prensa, la libertad de expresión y el derecho a la información.
En una batalla cultural donde se pone en juego los valores de una sociedad no basta con esgrimir un derecho consagrado por Constituciones liberales proclamadas, al menos 100 años atrás. Falta actualizar el oficio y poner al día conceptos asimilados. No sólo alcanza hoy que los pueblos se expresen, o tengan la oportunidad de elegir, comprar un periódico, o escuchar una emisora, o cambiar de canal televisivo.
Desde el Siglo XIX, y ahora con la revolución informática se acentuó: el pueblo no sólo quiere saber de qué se trata, sino exige estar informado, bién informado; porque tiene derecho a estar informado y porque es necesario para el compromiso social, colectivo, para entender el fin identidario, el concepto de Patria y el de Nación. Entonces, el derecho a la información es tan derecho como la libertad de expresarse. Y uno no convalida al otro, sino que el derecho a informarse requiere de un periodismo ejercido sanamente, un periodismo que cumpla su rol y trate a la información como un bien social, de interés público. Y tratada como tal conlleva a que los medios de prensa dejen de ser “House Organ” de grupos de empresas económicas que sólo informan para satisfacer los intereses de las empresas que representan.
Y esa batalla no la podemos dar sin una red continental de medios que arbitre las medidas para el ejercicio del oficio y su sustentabilidad. No se puede ser ingenuos y esperar que el sistema comercial que sustenta a los medios de los grupos lo haga con una nueva alternativa o que aliente otros paradigmas.
Se debe apelar al ingenio para armar una ingeniería acorde a lo pautado. Pero también se debe un debate y una reflexión lo que se hace desde los sectores públicos que hacen un esfuerzo por combatir los monopolios; y a veces, ese esfuerzo cae en saco roto por hacerlo con las mismas fórmulas que combatimos. En ese afán hasta puede haber acciones que nos tapan el acontecer de nuestros días.
A veces, me pregunto, si alcanza hoy con recuperar la empresa Papel Prensa, en Argentina; o desarticular el monopolio empresarial en la distribución y en la circulación de diarios o revistas, y en la de ventas directas como kioscos y paradas.
Y la pregunta me surge cuando llegan las noticias que los diarios emblemáticos mundiales anuncian que en cinco o diez años dejan de imprimirse en soporte papel. Pero, claro, en el afán de responderme, descubro que más que nunca hay que alentar un periodismo en red para que no nos sorprenda los cambios profundos sociales que provoca la revolución informática y tecnológica y que achica la brecha en un sentido pero agranda entre generaciones.
Para que surja un periodismo en red hace falta una decisión firme de saber cómo y con qué se batallará a los holding, se batallará una manera de pensar, se batallará una manera de actuar, y sobre todo, cómo incidirá en una sociedad precarizada a un estado mercantil o reducida a consumir noticias que le genera síndrome de dependencia.
Y volvemos a los ejemplos extraídos de los últimos acontecimientos en América Latina, y reveamos cómo se manejaron los monopolios a la hora de difundir las noticias y de involucrarse en los hechos que generaron esas noticias, y cómo fueron tratadas por los medios hegemónicos de los otros países. (Léase el sainete de Jorge Lanata en Caracas, o la participación de políticos lobbistas, como Oscar Aguad, Patricia Bullrich, Federico Pinedo y otros).
En ese mismo sentido, podemos referirnos a lo narrado por el periodista Edwin Chamorro (Quito, Ecuador) que participó de Parque Norte, que tras recordar lo vivido en el Congreso -que muy buenas experiencias me dejó, dijo- aportó para este dossier.
El pasado 30 de septiembre en Ecuador, se cumplieron dos años del intento de golpe de estado "y algo más" al actual presidente Rafael Correa. También hace alusión a algunos hechos que le parecieron pertinentes mencionarlos. Uno de ellos: El Servicio de Rentas Internas (SRI) de Ecuador le ha dado plazo hasta el próximo viernes a la Exportadora Bananera Noboa (EBN), de Guayaquil para que pague un impuesto pendiente del año 2005.
Carlos Marx Carrasco, director Nacional del SRI, ha dicho que el empresario Álvaro Noboa (eterno candidato a la presidencia de la República en mi país) tiene que pagar USD 99 millones de una glosa tributaria y, además debe sumar USD 34,1 millones para pagar las utilidades a las personas que estuvieron empleadas en la bananera, en el 2005. “Ese dinero es de las utilidades mal calculadas”.
El pasado viernes, el SRI ordenó el secuestro de vehículos terrestres, aéreos y marítimos de Álvaro Noboa, así como la retención de los fondos de la exportadora y la prohibición de enajenar bienes, acciones, inmuebles. Además, prohibió su salida del país, pese a que el empresario está en EE.UU. hace 10 días.
¿Por qué menciono estos episodios?
Pues el señor Noboa estaba acostumbrado a evadir impuestos y quiere a toda costa llegar a la presidencia de la República para... Bueno, la respuesta es obvia.
Noboa estaba acostumbrado a generar publicidad en los diferentes medios del Ecuador, éstos a cambio no mencionaban nada del tema impuestos. El actual gobierno que llegó al poder el año 2007 le está cobrando y eso no le gusta.
En Ecuador habrá elecciones generales, incluido presidente, vicepresidente y asambleístas en febrero del año que viene y… sí, Alvaro Noboa está ya en campaña electoral presidencial.
Por supuesto, que el encuentro del año anterior en Argentina dejó lecciones sólidas para un mejor entendimiento y compromiso con las redes de cooperativas, enfocadas a proyectar el periodismo y la comunicación a través de la cooperación entre quienes han asumido nuevos roles en los medios locales y regionales. Aún están claros los esfuerzos que diferentes medios, trabajadores de distintas áreas comunicacionales, de varias provincias argentinas, hacen para sacar adelante periódicos y publicaciones que transmiten otro contenido, diferente al de los medios masivos tradicionales que solo buscan perpetuar a ciertas élites en el poder político y económico. Mi saludo a esos colegas que no desmayan en estos nuevos desafíos.
Sí, estoy de acuerdo que debemos fortalecer más el uso de las redes para comunicarnos entre nosotros. Es cruel saber que estamos tan cerca, hablamos el mismo idioma y no nos hablamos. Ahora hay menos pretextos que antes, pues las tecnologías como este correo electrónico nos ayudan. De lo contrario, seguiremos siendo bombardeados por contenidos descontextualizados que nos llegan del norte de Latinoamérica y el Caribe. Sugiero que debemos fijar algunas líneas editoriales u objetivos realistas para apuntar en la misma ruta.
Por ejemplo, apoyo a los sistemas democráticos que rigen nuestra región y a sus líderes, pero con exigencia del cumplimiento desde el poder de los principios que buscan el respeto de los derechos de los sectores marginados y el bien común. Sin descuidar que, como el caso paraguayo, sí es de tremenda preocupación; igual el golpe de Honduras. Así como también los intentos desestabilizadores ocurridos en su momento en Venezuela y Ecuador.
El pasado domingo recordamos la muerte de cinco personas en el "levantamiento policial" que derivó en secuestro, intento de golpe de estado y amenaza de muerte al presidente Rafael Correa. En los próximos días tendrá lugar un foro de microfinanzas, convocado por la Red Financiera Rural, y los días 17, 18 y 19 de octubre se realizó el XII Foro Ecuatoriano de Microfinanzas, el cual trató el tema “CREANDO SISTEMAS FINANCIEROS INCLUSIVOS PARA EL DESARROLLO SUSTENTABLE”.
“Le entrevisté en el medio al cual presto mis servicios profesionales, Radio HCJB, La Voz de los Andes, de Quito. al presidente de esta Red y fue motivante saber los niveles de cooperación existentes entre los campesinos/as para impulsar pequeños y medianos proyectos. Siempre he apoyado a quienes facilitan los microcréditos para los sectores más pobres, porque la "gran banca" no les toma en cuenta, porque no tienen con qué respaldar esos préstamos, “no son sujetos de crédito”. Entonces, sí, redes como la que organiza este tipo de foros, me inspiran a abrir el micrófono y difundir estos espacios. No es mucho lo que hago, desde luego, pero prefiero no quedarme indiferente antes estos esfuerzos.
De paso te cuento que los beneficiarios de estos microcréditos, que van desde los 100 hasta 5.000 dólares, son los mejores pagadores y, en muy pocos casos y por fuerza mayor, se quedan en mora.
La oportunidad de haber compartido con ustedes las experiencias del cooperativismo en Argentina, no solo me dio más luces para enfocar este tema en Ecuador en mis espacios periodísticos donde laboro, sino también ratificar mi admiración por el pueblo argentino que, en medio de las adversidades, no se doblega y lucha por sus ideales. Esos modelos nos sirven como ejemplo de lo que se puede hacer si nos juntamos y sumamos los recursos que tenemos a nuestro alcance. Cuando pienso en las mesas redondas, charlas, agendas de los medios en Suramérica y los casos particulares en cada país con similitudes en casi todos, la misma convivencia al repartir la comida en medio de tantos participantes sin que nadie se quede sin comer, me pregunto ¿por qué hay gente que aún padece hambre en nuestras naciones? La solidaridad es innata entre cooperativistas. Acaso, digo, nos falta socializar más lo que tenemos. Riqueza existe, aunque como sabemos, es mal distribuida. Medios tecnológicos los hay, debemos optimizar su uso. Por ello, una vez más, mi gratitud a todos quienes hicieron posible la cita del año pasado y mi saludo fraterno a los trabajadores/as de la comunicación que día a día desde su trinchera labran un mejor porvenir para nuestros pueblos”.
En ese mismo contexto, Klibis Marín del Observatorio de Medios de Caracas, (Venezuela) genera más interrogatorios y plantea desafíos.
Venezuela planteó en las últimas elecciones del 7 de octubre, dos candidatos, dos proyectos distintos, dos modelos de gobierno diferentes.
“Después de un largo domingo electoral, los venezolanos amanecimos el lunes con el mismo país y la misma patria. Y si, el mismo Presidente que ha permanecido en el poder durante 13 años, gracias a más de 12 procesos electorales en los que ha salido fortalecido, ratificado y reelecto.
6 millones 151 mil 544 venezolanos dieron su respaldo al candidato opositor, o quizás, votaron contra Chávez que no es lo mismo que decir que votaron a favor de Capriles. Se muestra una oposición que parece haber aprendido de los errores anteriores, que logró unirse en un sólo candidato y que pareciera haber crecido políticamente.
7 millones 444 mil 062 venezolanos reeligieron a Hugo Chávez para 6 años más de gobierno. La mayoría del país decidió mantener una gestión que, pese a todas las críticas, ha atendido una inmensa deuda social del pueblo venezolano.
Hay varias lecturas de este resultado. Los seguidores de la oposición han crecido y eso debe llamarle a la reflexión a Chávez. Más allá de entender que existen sectores desde el exterior que incluso financian a la oposición, hay que evaluar por qué muestra un crecimiento de más del 40% de electores.
Pero además, muchos chavistas dieron un voto ultimátum, es decir, decidieron apoyar a Chávez para no perder el proceso político, pero le exigirán mayor eficiencia en la gestión, eficacia contra la inseguridad y menos corrupción.
El panorama para Venezuela no pinta fácil en los próximos 6 años. Si bien Chávez indiscutiblemente es un líder con un gran respaldo, cuya figura además resulta fundamental en este momento para los procesos de integración regional, también tiene retos internos que se asoman como advertencias urgentes de cuya respuesta, efectiva o no, depende el futuro de la Gran Patria Socialista,” señala Marín.
Por su parte, César Apgi desde La Paz, Bolivia, plantea que no podemos dar el lujo de desestimar a las expresiones comunicacionales que emergen de colectividades diversas y poseen otros parámetros de información.
Es decir, que una prensa en red deberá tener en cuenta la tensión del continente con sus vertientes negras, indias e inmigratorias y no dejarlas plasmadas sólo en teoría, sino hacerlas fuertes desde la sustentabilidad económica, social, política y comunicacional. Porque allí se podrá obtener el vigor de una alternativa a la propuesta mercantilista que surge de los grupos concentrados. Una nueva visión informativa debe romper con las pautas impuestas por ellos y no debe entrar en el juego de ellos y menos jugar en la cancha marcada por ellos.
Lo que señala Apgi es muy importante porque notamos cómo los medios de prensa comparten fuentes informativas estables. Por ejemplo, sobre noticias de economía, en la ciudad de Córdoba, los medios consultan a expertos de la Fundación Mediterránea, generadora de funcionarios como Domingo Cavallo, Aldo Daddone, Roque Fernández, entre otros, una entidad que estuvo muy cercana a la dictadura militar, que sus integrantes se han beneficiado directamente de la política aplicada por la dictadura. E impulsora de teorías económicas y financieras que dañaron al país
¿Y qué es la Fundación Mediterránea y cuáles son sus objetivos y qué empresas integran, y para qué preparan sus profesionales?
¿Puede ser que los medios sigan consultando a sus expertos?
También fue notorio, cómo tras la masacre de campesinos de Curuguaty que desencadenó el golpe al presidente Fernando Lugo, los medios paraguayos consultaban al ex presidente del Partido Colorado, el stronerista Blas Riquelme, qué opinión tenía del juicio político.
Riquelme precisamente es propietario de la empresa agrícola y de la estancia Morombí que provocó la masacre. Es un conspicuo político de extracción conservadora que tuvo relevancia durante la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989), en la que además de asesorar al dictador logró amasar una inmensa fortuna. Fue por varios períodos, presidente del Partido Colorado y se alió al general Andrés Rodríguez, -yerno de Stroessner- para ejecutar el golpe de Estado que derrocó al mismísimo suegro de Rodríguez.
También fue senador de la República, y es propietario de varios supermercados y establecimientos ganaderos formadores de precios en Paraguay.
Según fuentes cercanas al Partido Colorado, el derrocamiento del dictador Stroessner se definió en una mateada que terminó en rondas de whiskys “White Horse”.
El propio hacendado organizó el exilio de Stroessner en Brasil; y horas antes del golpe a Lugo, dijo que había que poner orden en Paraguay porque “este obispo rojo llevó al país a un descalabro moral. Tiene hijos sin reconocer y atentó contra la sagrada propiedad privada.”
Por último, Mariano Saravia, desde Córdoba, nos marca la proximidad que tienen los grandes grupos de medios concentrados con la Central de Inteligencia a través de sus asociaciones como la SIP.
La CIA y la SIP participaron de todos los golpes de estados de América Latina, y el mejor ejemplo, lo tuvimos en Chile en 1973, cuando cayó Salvador Allende. El ambiente previo al golpe había sido creado por el diario El Mercurio y su dueño, Agustín Edwards (miembro de la SIP), había recibido un millón seiscientos mil dólares de la CIA para hacer una campaña sucia de desestabilización; así lo señalan los documentos desclasificados de la propia administración norteamericana.
La SIP aún hoy tiene su sede central en Miami, en un edificio que lleva el nombre de Jules Dubois, un agente de la CIA que llevó el disfraz de periodista y que tuvo vergonzosas participaciones en Guatemala, Cuba y República Dominicana. Eso es la SIP; pues bien, ¿qué hacemos?
En primer lugar, reconozcámonos y reflexionemos desde el oficio hasta de qué manera, solidariamente, nos sumamos a un proyecto periodístico continental que vaya desde abajo en forma horizontal pero también escalando en efectividad y concreciones.
Hay que admitir que estamos inmersos en una profunda y decisiva batalla cultural donde nuestra misión es arrebatarle el imaginario colectivo al interés despiadado del más nocivo capitalismo que es el financiero.