Represión macrista en Pepsico: punta de lanza del avance neoliberal
Por Maria Fernanda de la Quintana*
El ajuste y los despidos son efecto del derrumbe de una economía de fuerte corte neoliberal que solo promete endeudamiento, déficit fiscal y preferencia hacia el capital financiero. Con la represión a los empleados de Pepsico en Vicente Lopez se intenta someter e imponer condiciones laborales de flexibilización a los trabajadores.
El delegado Leandro Gómez recientemente reprimido explicó: “La principal denuncia que presentamos es que la empresa argumentó un preventivo de crisis y nos dejo en la calle, cuando la ley dice que ante un preventivo de crisis no se puede modificar las condiciones laborales. La empresa debería haber esperado que se resuelva ese preventivo para tomar alguna medida”.
Luego, agregó: “Están importando mercadería desde Chile, porque su planta de Mar del Plata no abastece la demanda del mercado. Ahí queda en evidencia que es mentira la crisis que argumenta la empresa, sino que lo único que querían hacer era cerrar la planta de Florida y dejar trabajadores en la calle”.
El achicamiento del Estado y la desregulación del mercado son los pilares fundamentales del neoliberalismo. En este contexto, la derecha se ha reorganizado y ha tejido nuevas formas de intervención tanto en Argentina como en la región. Ha cambiado las tácticas para confrontar, practica distintos discursos para condicionar. Al mismo tiempo que construye plataformas electorales apropiándose de símbolos y términos progresistas para confundir y posicionarse ventajosamente.
El ataque mediático-judicial para desacreditar y estigmatizar a distintos líderes populares como a Milagro Sala evidencia una estrategia que busca disciplinar a militantes populares y disputar la memoria colectiva. Se pretende confeccionar una nueva memoria oficial y apostar a la desmemoria: la sustitución de las figuras de los billetes por animales, modificar los feriados de las fechas patrias vinculadas a la Dictadura como el 24 de marzo, manifestar que “los patriotas deberían haber sentido angustia” en el día de la Independencia, son solo algunos de los ejemplos. Las políticas de memoria llevadas a cabo entre el 2003 al 2015 fueron eje de una política de Estado Soberana que devolvió Verdad Justicia y Futuro. La memoria es resistencia.
Cabe recordar que la guerra de baja intensidad, involucra luchas prolongadas de principios e ideologías y se desarrolla a través de medios económicos, políticos y de información, el propósito es manipular confundir y engañar a la gente, esta nueva forma implica pensar que en los conflictos ya no sólo destruyen las balas, sino que hay otras formas operacionales para instalar la dominación. Las elites dominantes, buscan arrasar a los movimientos sociales y populares mientras se promueven al mercado como garantes de la democracia. Buscan identificar a las organizaciones y a los actores sociales que sublevan resistencia al modelo neoliberal, y operan para desmantelar y desvirtuar las genuinas demandas de trabajo, derechos e inclusión social.
*Maria Fernanda de la Quintana
Periodista. Licenciada en Ciencias y Humanidades.
Especializada en “Bioética y Derechos Humanos en América Latina”. UBA.