Venezuela en el centro de la mira de Estados Unidos
Por Nadia Mayorquín
La crisis venezolana expone la división internacional. Por un lado EEUU, Canadá y el grupo de Lima respaldando al opositor Juan Gaidó, y por otro Rusia, China, Irán, Turquía, Bolivia, México, Uruguay, Cuba, entre otros legitimando el segundo mandato de Nicolás Maduro.
El actual ataque que sufre el proceso bolivariano es la profundización de una disputa eterna, en un contexto en el cual EEUU tiene de aliados al grupo de Lima (Argentina, Perú, Chile, Brasil, entre otros), intenta nuevamente instalar la existencia de una potencial Guerra Civil y desestabilización interna como lo hicieron en Irán, Libia, Yemen, Siria. Este es un nuevo intento de organizar un golpe de Estado con el objetivo de intervenir y ocupar naciones constituidas e independientes, queda claro que EEUU viola constantemente los principios democráticos y la libre voluntad de los pueblos, su comportamiento representa una amenaza para la seguridad y la estabilidad del mundo.
¿Por qué está nueva embestida del Imperio contra Venezuela?
El 14 de enero del 2019 el presidente electo Nicolás Maduro preveía producir 5 millones de barriles diarios de petróleo en el 2025, lo dijo durante su mensaje anual ante la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), en Caracas. En este mensaje señaló que el gobierno pretende alcanzar esta meta a través de la constitución de “empresas mixtas” un esquema que le permitiría atraer inversiones y tecnologías, “Es una relación ganar-ganar, es un modelo perfecto, donde está garantizada la soberanía”, destacó. En ese momento el jefe de Estado Venezolano hizo estos anuncios económicos como parte del “programa de recuperación, crecimiento y prosperidad económica”, con el objetivo de afrontar la profunda crisis económica que vive el país, la cual se caracteriza por la caída de los precios del petróleo, disminución de la producción de crudo, especulación y precios fijados con base al dólar ilegal, todo esto en un contexto de sanciones y medidas coercitivas, unilaterales aplicadas por los Estados Unidos de Norteamérica y sus aliados.
El petróleo, recurso en disputa
El Dow Jones (índice bursátil constituido por las 30 empresas más poderosas de la bolsa de valores de New York, con excepción de transporte y servicios públicos), lleva un año estancado y esto repercute en otros mercados financieros que se encuentran sujetados al dólar.
El motivo principal de esto es que China y Venezuela dejaron de vender petróleo a futuro en dólares estadounidenses en enero de 2018, Venezuela lo hizo anclando su nueva divisa nacional, -el Bolívar Soberano-, a la criptomoneda Petro (es la moneda venezolana), que es respaldada por el petróleo, oro, gas y diamantes. Han seguido la estela de Rusia, que pasó a vender futuros de petróleo en rublos (nombre de la moneda de la Federación de Rusia), en 2016 y tras las sanciones económicas, se les sumó Irán, cuya economía comenzó a vender petróleo a futuros en riales (Moneda oficial de Irán), lo mismo el año pasado. En Europa el nivel de independencia es, por ejemplo, que los países de la Zona Euro que están adscritos al Consorcio Airbus se tengan que vender entre ellos los aviones, tanto civiles como militares, en dólares estadounidenses, en lugar de en euros.
Por otra parte Trump lleva treinta tres días con un cierre de impuestos del gobierno federal, dicho cierre empezó en navidad del 2018, es un dato curioso porque este cierre es el más largo de la historia de los Estados Unidos. El secretario de Estado de Trump fue hasta hace unos meses Rex Tilerson, que venía de ser CEO de Exxon Mobil, y que en los 90s dirigía Exxon Yemen, quien ocupa su puesto hoy es Mike Pompeo ex director de la CIA. Venezuela es para los EEUU el gobierno más díscolo de América Latina, lleva muchos años sufriendo injerencias, bloqueos económicos, intentos de golpes todos fallidos. En esta sintonía la Asamblea Nacional ha entrado en desacato absoluto al declarar a su presidente Juan Guaidó sin derecho constitucional venezolano alguno que lo respalde como “presidente encargado”. Lo que sucede desde el 23 de enero del 2019 en Venezuela es una más de las estrategias comunicacionales para deslegitimar al gobierno legitimo y electo de Nicolás Maduro.
A partir del 23 de enero todo el cuerpo diplomático de los EEUU fue instado a que abandonen la nación bolivariana en un plazo de 72 horas. Hasta el día de hoy 26 de enero son 12 los jefes de Estado que respaldan a Trump y 186 países los que respaldan al gobierno legitimo de Nicolás Maduro.