Cambios en Cuba: "El retiro de Raúl Castro del Gobierno no significa que se retire de la gestión política"
Por Enrique de la Calle
APU: Cuba se encuentra en un proceso inédito de renovación de la dirigencia. ¿En qué consiste?
Lois Pérez Loira: Es lógico que generacionalmente Cuba entre en un proceso de relevo. Aunque la transición generacional viene desde hace muchos años. Algunos de aquellos recambios terminaron en un fracaso como en el caso del joven ministro de economía Manuel Lage, que terminó desplazado por la utilización de sus cargos para beneficio propio. El agravamiento de la salud de Fidel Castro, que casualmente comenzó en su última visita a la Argentina, aceleró este proceso.
En todos estos años, muchas de las figuras emblemáticas de la revolución fueron jugando papeles secundarios, simbólicos. Aunque mantenían su presencia pública ante la importancia que tienen en el imaginario colectivo de la sociedad.
Otras figuras en este tiempo ya han fallecido o por su edad y estado físico están imposibilitados incluso para realizar actividades protocolares. Recientemente falleció Armando Hart, uno de los intelectuales más importantes de la revolución cubana.
APU: ¿Cuál va a ser el rol de Raúl Castro en esta nueva etapa?
LPL: Creo que se debe tener en cuánta que el retiro de Raúl Castro del Gobierno no significa que se retire de la gestión política. Ya que es el secretario general del Partido Comunista cubano, partido que rige la propia gestión del desarrollo político y económico de este país. Mientras la salud se lo permita continuara una labor muy activa y garantizará este relevo generacional.
Cuba en todo su proceso revolucionario ha formado un sin fin de cuadros políticos, intelectuales, profesionales, científicos. Quizás la figura tan fuerte de Fidel Castro opacó a otros dirigentes.
Solamente el Che Guevara fue después de Fidel quien tenía la valoración intelectual para hablar de igual a igual con el Comandante en Jefe. Por cierto la admiración de ambos era mutua. Podría haber algún matiz secundario. Pero ambos revolucionarios sentían un gran afecto y tremendo respeto intelectual.
La desaparición de Guevara de la escena política cubana centró toda la responsabilidad de dirigir la revolución solamente en manos del Fidel Castro. Su hermano Raúl tenía la gran responsabilidad de construir un poderoso ejército defensivo frente a los peligros de una invasión norteamericana o en la larga guerra contra Sudáfrica en Angola. El resto de los comandantes de la revolución, a pesar de sus méritos nunca llegaron a ocupar el espacio de interlocutor directo de Fidel como fue el Che.
APU: Muchos analistas hablan del final de la "era Castro". Por lo que dice, usted no lo ve de esa manera.
LPL: La era Castro, por una cuestión biológica, tiene un tiempo biológico. Lo que no se termina es el pensamiento revolucionario de Fidel Castro, de Raúl, del Che, etc. Eso no se termina. Por otro lado, Raúl seguirá siendo el responsable máximo de la revolución cubana mientras su salud se lo permita. Durante su etapa se fueron producciendo importantes cambios, modernizando el funcionamiento económico y social.
Todos estos cambios se han producido en el marco del bloqueo económico y financiero por parte de los EE UU y la caída de los países del este. Luego, se dio el acercamiento político con los EEUU y ahora nuevamente el enfriamiento de las relaciones con la llegada de Trump.
APU: ¿Cuáles son los nombres que asoman como nuevos líderes de Cuba? ¿Cuáles son sus trayectorias?
LPL: En el caso de Cuba no existirá una continuación familiar como se ha dado en Corea de Norte y como algunos medios interesados intentan difundir. Seguramente sea un gobierno más colectivo donde quien ejerza la representación del gobierno sea un miembro destacado del actual gobierno. Este gobierno estará tutelado directamente por la dirección política del Partido Comunista. Por lo tanto abrá una continuación normal sin grandes complicaciones. Quizás uno de los que más posibilidades tiene de ejercer el gobierno por su edad y proyección internacional sea el actual Ministro de Realizaciones exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla.
APU: ¿En qué contexto político, económico y social se da esa renovación?
LPL: El marco político económico e internacional no es el mejor. Por un lado, en América Latina se vive un proceso de restauración neoliberal. El gobierno de Trump ha reforzado el bloqueo contra Cuba. Y el aliado político y económico más impresionante que es Venezuela está en una etapa terminal. La crisis económica de Venezuela, la posibilidad de una intervención militar contra este país puede afectar muy seriamente la economía cubana. A pesar de que este proceso político se está llevando con mucha normalidad y de forma muy inteligente. La revolución cubana tiene muchos desafíos por resolver.
APU: ¿Cuáles?
LPL: El bloqueo no le permitió un pleno desarrollo económico. La dependencia económica y política con la URSS y el campo socialista le trasladó algunas formas burocráticas de gestionar el país. A partir del período especial se multiplicó la corrupción que es un mal transversal. El funcionamiento de las dos monedas genera discriminación económica. Conviven dos economías que son contradictorias con las concepciones socialistas. Por otro lado, esta situación genera la falta de motivación social, tema que el Che valoraba mucho.
El dilema es encaminarse a un modelo mixto tipo chino o vietnamita o en profundizar la revolución, más socialismo, más democracia proletaria. Para eso se debe minimizar la burocracia y combatir férreamente la corrupción.
Las recientes elecciones parlamentarias han demostrado la vocación del gobierno por renovar generacionalmente la revolución cubana. Por primera vez, el gobierno realizó una campaña internacional dando a conocer el modelo de elección democrática de sus instituciones.