Lecciones chilenas para repensar la militancia, por José Cornejo

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Lecciones chilenas para repensar la militancia, por José Cornejo

14 Marzo 2022

Por José Cornejo*

La victoria de Gabriel Boric y el Frente Apruebo Dignidad significó una explosión de alegría para la Patria Grande. Es lógico: Chile, el país aeropuerto del neoliberalismo, giró hacia un gobierno explícitamente de izquierdas. Y los y las argentinas evitamos un escenario de guerra civil en el sur trasandino que hubiera desbordado. Con 5.150 kilómetros, compartimos la tercera frontera más larga del mundo. 

Y así como la fuerza ganadora es públicamente filoargentina, de este lado de Los Andes también se puede aprender de ellos. ¿Cuáles son los rasgos más destacados de la exitosa vía chilena? Este viernes 21 de enero, Boric adelantó cuál será su gabinete. Podemos aventurar algunas conclusiones.

Apruebo Dignidad es la consecuencia de una década de lucha cuyo punto culminante fueron las protestas de Santiago durante un año y medio. Esta gimnasia le ha dado una territorialidad de doble tipo. La de estar en la calle, por supuesto, y la de coordinar con otros espacios para poder confrontar con las fuerzas represivas. Un sano bálsamo contra el ombliguismo. 

La vanguardia de la movilización fueron los y las estudiantes de las clases medias que perdieron el miedo al pinochetismo. El epicentro de la demanda fue la educación gratuita y de calidad. No sorprende entonces el nivel de calificación educativa del gabinete de Boric. Una organización política que quiera transformar la sociedad debe alentar que sus militantes estudien.

Los ítems anteriores se deducen del propio proceso de lucha chileno. Más sorprendente es el nivel de solidaridad entre los y las integrantes de la fuerza ganadora. Se premia a los compañeros que acercan y apoyan, se margina a los que conspiran. Téngase en cuenta que la mitad de la coalición es el Partido Comunista, cuya tradición frentista le ha sido muy dificultosa a lo largo de toda su historia. En Chile, no solamente los militantes de base postean fotos con sus dirigentes, lo que es lógico. Los dirigentes postean o comparten fotos con sus subalternos en la cadena de mando. 

 

Las mujeres son mayoría en el gabinete de Boric. 14 sobre un total de 24. Las compañeras tienen un prestigio militante o profesional ganado por sí mismas. Esto exime de mayores explicaciones.

En cuanto a la relación con los medios, la traducción no es tan automática. A diferencia de los países vecinos, el Frente Apruebo Dignidad no tiene una guerra abierta con las corporaciones mediáticas. Sin embargo, el arte de la política es encontrar los espacios de construcción de consenso donde no parece haberlos. Muchos periodistas de medios hegemónicos son trabajadores razonables, que se esfuerzan en hacer su labor con la mayor rigurosidad posible. En este aspecto, una anécdota relevante es que Irina Karamanos, la inminente primera dama, estuvo la noche de la victoria con los noteros que hacían guardia debajo del escenario y les proveyó abrigo y bebidas calientes. No va a torcer la ideología de un diario cómplice de la dictadura como El Mercurio, pero su plantilla tendrá menos saña cuando escriban sobre la pareja presidencial.

Por supuesto, no debe idealizarse el proceso chileno. El gabinete transmite notable inexperiencia, como el mismo presidente electo lo reconoció en su discurso de victoria. Deberán estudiar mucho los desafíos y traspiés de las fuerzas populares de Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, y el mismísimo Perú para evitar las trampas de las oligarquías, que en Chile son particularmente poderosas y sangrientas. Un ejemplo doloroso: la conducta sistemática de los carabineros de apuntar contra los ojos de los manifestantes. 

Además, los posgrados en el exterior, entre otros signos, indican una pertenencia de clase que podría traicionarlos en la gestión. Que el flamante ministro de economía sea Mario Marcel, el presidente del Banco Central de Sebastián Piñera debería ser un llamado de atención. 

La militancia popular en Argentina tiene una larga historia de lucha, potenciada desde 2003 hasta ahora. Sostuvo un gobierno popular asediado por las patronales sojeras y mediáticas, y derrotó al macrismo. Pero transita un momento de confusión. Las lecciones de los y las hermanas chilenas pueden ayudarnos a pensar cómo salir de ella.

*Director de la Agencia Paco Urondo