Sacerdote de la liberación recibirá en Perú al Papa Francisco
Por Sergio Ferrari
La visita al proyecto socio-pastoral del religioso suizo Xavier Arbex en Puerto Maldonado, Perú, hace parte de la agenda del Papa Francisco en su viaje en la tercera semana de enero. Xavier, formador, miembro y capellán de Frères Sans Frontières (hoy E-CHANGER), en los años ‘80 se ha identificado desde su juventud con la Teología de la Liberación.
“La noticia de la venida del Papa a estas alejadas tierras de la Amazonia peruana y a nuestro proyecto me produjo una gran emoción, nunca lo hubiera imaginado”, subraya el sacerdote ginebrino en diálogo telefónico.
La historia de vida es tan intensa como su compromiso con los sectores más marginados de Perú. Seis años después de su ordenación, Xavier Arbex partió hacia Perú en 1974. Durante sus primeros 18 años de inserción sudamericana, vivió en Macusani, Puno.
De la montaña a la selva y un cambio drástico que lo condujo a la región sur oriental de Mazuko Inambari, donde trabajó los siete años siguientes. Para instalarse luego en Puerto Maldonado a partir de 1993, donde poco tiempo después fundó la Asociación para la protección de niños y adolescentes (APRONIA), que gestiona varias iniciativas y empresas sociales. El objetivo es asegurar la existencia auto-financiada del Hogar El Principito que acoge a un centenar de jóvenes de familias problemáticas.
El sacerdote ginebrino se ha convertido en un ferviente defensor de la selva virgen amazónica y su voz de denuncia de la súper explotación del oro y del talado indiscriminado de árboles ha sido profética, anticipando el compromiso posterior de organizaciones ambientalistas internacionales, incluyendo suizas.
El “Hogar Principito”, que fundó en 1998 y que acoge a niños y adolescentes abandonados o con graves problemas familiares, será el marco del encuentro con el pontífice. En una tórrida región selvática atravesada por tensiones sociales resultado de la actividad de los buscadores de oro y del despale acelerado.
Pregunta: ¿Qué le produjo la noticia que el Papa Francisco llegará a la Amazonia peruana y visitará su proyecto pastoral el próximo 19 de enero?
Xavier Arbex: Una gran sorpresa. Y una alegría inmensa porque le estimo mucho. Lo único que me preocupa es que no me gusta para nada figurar ni protagonismos. Y veo que los medios de comunicación, de repente, nos enfocan…
P: ¿Cómo viven los jóvenes, y el pueblo de Puerto Maldonado en general, las semanas previas a la llegada del Pontífice?
XA: De manera muy variada. Muchos de los jóvenes que no tienen una gran formación religiosa, no saben bien qué representa realmente el Papa. En cuanto a la población misma, está muy dividida, ya que llega en un momento en que se da una fuerte represión a la minería ilegal. No faltan los que nos responsabilizan –en tanto ambientalistas- de la misma. Por eso nuestro esfuerzo consiste en explicar bien la verdadera causa de la llegada de Francisco a Puerto Maldonado: él es plenamente consciente y está preocupado por las fuertes amenazas que soporta la Amazonia. Viene para defenderla, coherente con su visión sobre la situación del planeta. Quiere encontrar, escuchar a los pueblos indígenas y aliarse a ellos en esa lucha. Adicionalmente, sabe que en esta zona se dan tristes récords de crímenes y trata de seres humanos. Pienso que la visita a nuestro hogar servirá como plataforma para integrar esas problemáticas sociales. Poder tematizar lo de las mafias, de la trata de personas, en el marco de las consecuencias nefastas y muy concretas de la agresión ambiental que sufre la Amazonia.
P: En un marco ecológico-ambiental preocupante…
XA: Sin duda. Ante una disyuntiva central. Ya que existe una dificultad enorme para compaginar la conservación y defensa del medioambiente con la extracción de sus productos. Las dos cuestiones son vitales. No pienso que el tema sea si se puede extraer o no. Sino, cómo hacerlo. Con qué lógica se debe extraer el petróleo, la madera, los minerales o promover el turismo. Estamos confrontando una situación tal de decadencia que todo está mal. La salud pública para la gente es desastrosa. La criminalidad, un problema enorme… La crisis de lo social en general. Y no podemos olvidar la responsabilidad internacional y de las empresas suizas en lo que padece la Amazonia peruana. Una parte importante del oro va para Suiza. Hace más de veinte años que estoy lanzando gritos de alarma y recién en esta última etapa las organizaciones de la sociedad civil internacional empiezan a darse cuenta del problema…
P: APRONIA cuenta con una asociación “hermana” en Suiza que vehicula la solidaridad a su proyecto. ¿Es imaginable que el Papa haga referencia también a la solidaridad de Suiza con Perú?
XA: No lo he pensado. No pienso que sea un punto central. Estoy convencido que viene aquí para ratificar su mensaje de salvar la selva y combatir las secuelas sociales nefastas de la destrucción ambiental que sufrimos.
P: ¿Interpreta esta visita como un reconocimiento a su vida sacerdotal?
XA: No sé exactamente la causa por la que integraron a El Principito en el programa. En todo caso, pensaría que es un reconocimiento a nuestra Asociación, a su perseverancia y acción. En estos 22 años de existencia nadie nos ha apoyado significativamente: ni el gobierno, ni la misma Iglesia, ni actores importantes de la sociedad civil peruana. Tuvimos que luchar nosotros solos.