Entre Ríos: ¿Qué lectura dejan los resultados de las elecciones internas del radicalismo provincial?

La Unión Cívica Radical (UCR) realizó los comicios para la renovación de autoridades locales y provinciales del histórico partido. El desenlace ajustado, donde la lista encabezada por el ex diputado provincial Fuad Sosa logró el 51,45% de los votos, dejó distintos elementos de análisis hacia la elecciones por la gobernación de Entre Ríos.

Nada menos que 14,5 mil personas emitieron su voto el domingo pasado en las elecciones para la designación de la nueva conducción provincial del radicalismo, que representó un 19,33% del padrón total de afiliados del centenario partido.

Como explicó AGENCIA PACO URONDO, esa contienda fue protagonizada por dos listas, en un escenario que reflejó la situación de la UCR en la provincia, entre dos visiones distintas sobre el rol del partido dentro de la alianza de Juntos por el Cambio. La boleta 302, que estuvo encabezada por el dirigente de Nogoyá, Fuad Sosa, e integrada por sectores que fomentan la precandidatura a la gobernación del dirigente del PRO, Rogelio Frigerio, o que responden a los ex legisladores nacionales Fabián Rogel y Atilio Benedetti. Y la nómina 301, liderada por el intendente de Crespo, Darío Schneider, que impulsa la postulación del diputado Pedro Galimberti.

La lista 302, llamada “Radicales para Conducir y Gobernar”, obtuvo 7504 sufragios, que expresó el 51,45% de los votos totales, con triunfos en los departamentos Paraná, La Paz, Victoria, Gualeguay, Uruguay, Gualeguaychú, Villaguay, Concordia y Colón. Es decir, 9 de los 17 distritos que componen a la provincia de Entre Ríos. Uno de los primeros datos para el análisis posterior es que los sectores alineados con el legislador Frigerio retuvieron la conducción provincial del partido, aunque en un contexto de sorpresa por la paridad absoluta de los comicios internos.

Otro elemento fue la derrota en los departamentos Nogoyá, de donde proviene políticamente Fuad Sosa, que ya había presidido la UCR entre 2013 y 2015, como también en Ibicuy, tierra que adoptó al ex Ministro del Interior durante la presidencia de Mauricio Macri. Un tercer componente fue la victoria en los cuatro departamentos más significativos en materia de proporción del padrón total, aunque se llevó una derrota esperada en Paraná Campaña. En esa evaluación más detallada, también se destacan las conquistas en La Paz, Victoria y Gualeguay, que actualmente son gobernadas por los opositores Bruno Sarubi (UCR), Domingo Maiocco (UCR) y Verónica Berisso (PRO).

La boleta 301, con el sello “Cambio radical”, logró 6977 apoyos, que representó el 47,83% de los votos emitidos, con victorias en los departamentos Diamante, Nogoyá, Tala, Ibicuy, Federal, Feliciano, Federación y San Salvador. El escrutinio provisorio dejó una diferencia de 527 sufragios, dejando un buen desempeño electoral para el sector que en 2021 compitió contra Frigerio y superó el 30% de los votos en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO). Un resultado que permitió que Galimberti se incorpore por la minoría en la tercera ubicación de la nómina final de Juntos por el Cambio. La historia posterior es conocida, ambos se convirtieron en diputados nacionales y, desde allí, en candidatos naturales para la categoría crucial por la sucesión de Gustavo Bordet.

Pese a las presiones dentro de la coalición opositora, tanto desde la UCR nacional para la búsqueda de listas propias en todas las categorías como desde el PRO nacional para la generación de una fórmula de unidad, el desenlace de los comicios del domingo pasado dejaron un tablero dividido más consolidado. Galimberti y Schneider validaron sus referencialidades en sus respectivos departamentos, aunque fue insuficiente para llevarse una ventaja en la capital provincial, principal trinchera por su volumen electoral, donde habían cerrado un acuerdo con la fracción de la legisladora provincial Lucía Varisco.

Con expectativas por el escrutinio definitivo, la evaluación de la lista derrotada es positiva. Entienden que salió fortalecida de la disputa interna y que los resultados ratificaron el rol de esa red de intendentes que quiere (al menos) debatir que la UCR vuelva a tener una función secundaria en el binomio estelar de la provincia. Paradójicamente, como ocurrió en 2015 con la candidatura del actual senador Alfredo De Ángeli, cuando Fuad Sosa también era titular del radicalismo entrerriano y promotor de la Convención nacional en el Teatro de Gualeguaychú, donde se selló la libertad de acción a Ernesto Sanz para la alianza con el PRO. Sin embargo, será crucial para el espacio radical derrotado la convocatoria a sectores ajenos a la UCR, con el objetivo de sumar voluntades y ser competitivos para las PASO, a sabiendas que los grupos liderados por Frigerio cuentan con apoyo del partido centenario, pero además con la adhesión del PRO provincial, del Partido Socialista y de actores peronistas que nunca acompañaron al kirchnerismo.

A ese escenario, hay que añadirle los desafíos sobre la consolidación de las candidaturas en las diversas localidades, como la resolución de los liderazgos en la alianza nacional. En simultáneo, Entre Ríos transita los últimos días para la definición sobre las reglas de juego, especialmente las vinculadas al desdoblamiento o la simultaneidad de las votaciones.