“Si sigue así, Massa va a terminar siendo el gran aliado de Scioli para la presidencia”
Por Enrique de la Calle
APU: Escribió una biografía sobre Sergio Massa, hasta hace unos meses el principal candidato a ganar las próximas elecciones presidenciales (por lo menos, así lo marcaban algunas encuestas). Seis meses después, el panorama parece haber cambiado totalmente. ¿Le sorprendió la caída de Massa?
Diego Genoud: Sí, me sorprendió mucho. No sé si a todos los sorprendió pero a muchos sí. Algo de esto mostraban algunas encuestas del año pasado. Sin embargo, cuando le puse el último punto al libro, en enero de este año, Massa seguía encabezando las encuestas o estaba ahí nomás. Le pasaron en estos meses todo lo que no tenía que pasarle. Le pasó todo lo que nunca le pasó en su vida política.
APU: ¿Qué le pasó?
DG: Es una seguidilla de cosas. Lo primero es la negativa de Carlos Reutemann, que fue una señal para el peronismo no kirchnerista y que indicaba que por ahí no era el camino. Eso tiene un valor importante para el peronismo y para los empresarios. Además, fue un golpe para su armado nacional. Después, la convención radical también lo golpeó, le puso un límite a su construcción política más allá de la provincia de Buenos Aires.
APU: Después del triunfo en 2013, la apuesta massista tuvo que ver con armar una alianza con sectores del radicalismo.
DG: Él surge con un grupo de 20 intendentes, con énfasis en la gestión. Era un grupo transversal. Massa esperaba en primer lugar que el peronismo se acercara al Frente Renovador, comerle dirigentes bonaerenses al kirchnerismo. Y después, lograr eso mismo a nivel nacional. Por último, buscó el apoyo de los radicales. Todas esas cosas le salieron mal. Uno habla de errores propios, pero hay que decir que también los rivales juegan. Hoy, está pasando un fenómeno inverso: muchos dirigentes de su primer armado bonaerense se están yendo.
APU: ¿Su opinión es que el proyecto presidencial de Massa está acabado?
DG: No diría eso. Está muy debilitado, está claro. Hay una tendencia muy fuerte que indica que Scioli y Macri están en los primeros lugares. Pero nunca se sabe. No sé si va a bajar a la provincia de Buenos Aires. Incluso hoy esa decisión también parece errada. Una cosa era hace un mes, otra ahora.
APU: En una entrevista anterior con AGENCIA PACO URONDO, usted marcaba la buena relación de Massa con el establishment económico. Hoy, esa relación se quebró: ¿Qué pasó en dos años?
DG: Los economistas del Frente Renovador le ponen nombres propios: Techint y Clarín juegan con Macri.
APU: ¿Esos mismos grupos económicos presionaron al PRO en 2013 para que no presentara candidatos en Buenos Aires?
DG: No tengo esa información. Macri no jugó porque no existía en 2013. Hay que ver si existe ahora. De hecho aceptó la humillación de Massa, que le bajó a Guillermo Montenegro del tercer lugar de la boleta. Montenegro se vino de Uruguay para integrar la lista y lo dejaron afuera.
APU: Vuelvo a Clarín y Techint. ¿Por qué se acabó el amor con Massa?
DG: A partir de 2014 empezó a verse que esos grupos jugaban con Macri. Recuerdo un móvil que TN mandó a La Rioja para mostrar a Macri con Ramón Díaz, que supuestamente iba a ser candidato a gobernador. Después se fue a la Selección de Paraguay. Fue un móvil muy extraño. Hay un problema que siempre existió pero que antes no importaba porque el primer objetivo del empresariado tenía que ver con ponerle freno al kirchnerismo. Esto es: Massa viene con un grupo de empresarios propios. Ahí están Brito, Vila – Manzano, De Mendiguren. Es una fracción del poder económico. Massa siempre quiso dirigir, tomar sus propias direcciones. Por eso no prometía cualquier cosa a todo el mundo. Eso generó desconfianza. En ese sentido, Macri y Daniel Scioli son más previsibles para todos.
APU: ¿Cree que en la caída tuvo algo que ver Jorge Bergoglio? ¿Pudo haber influido sobre dirigentes para que abandonaran a Massa?
DG: Creo que no. Lo que hizo Bergoglio fue no ayudarlo en nada. Sí sé que él les dijo a muchos dirigentes que lo fueron a visitar que Massa no era el camino. Eso seguro. En el libro cito que Bergoglio le dice a Massa “falso profeta”. Eso se lo dijo a dirigentes peronistas y no peronistas. Ahora, no creo que eso fuera central en el derrumbe del armado de Massa.
APU: ¿Entre los errores de Massa está la elección de Francisco de Narváez?
DG: Más allá de de Narváez, el problema fue la ambición desmedida de Massa. En 2014 tenía cuatro o cinco candidatos a gobernador, coqueteaba con Martín Insaurralde, estaba ce Narváez. Creo que todo ese juego le jugó en contra. Su problema no es solo no crecer sino que no pudo conducir a su propia fuerza. Si Massa fracasa, va a terminar ayudando a fortalecer al peronismo bonaerense y a Scioli. Su aporte en esta elección será ese. En 2013 significó un fuerte llamado de atención en el oficialismo que fortaleció a Scioli, que es el candidato más moderado del kirchnerismo.
APU: En 2013 Massa le ofreció a Scioli romper con el Gobierno Nacional. Según su propuesta, eso le iba a permitir ser el próximo presidente. Finalmente, lo termina ayudando de otro modo…
DG: Creo que Scioli nunca pensó en romper. Quería que Casa Rosada le atendiera el teléfono. Me parece que pasó por ahí la cosa. Además, Scioli sabía que Massa iba a querer ser presidente, que no era posible ese acuerdo a largo plazo. Massa va a terminar funcionando como el anticuerpo que encontró el peronismo bonaerense, que es el gran triunfador en este escenario. Además, posiblemente logre poner a un bonaerense como presidente por primera vez. Es interesante que todos los que se van del massismo se van a Scioli, no a Randazzo. Si todo termina como parece, Massa va a ser el gran aliado de Scioli para la presidencia.
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