25 años del asesinato de Mariano Witis y Darío Riquelme: “Hemos retrocedido años en los avances logrados contra la violencia institucional”

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    Raquel Witis
    Foto: Gentileza Deborah Valado - Anccom

25 años del asesinato de Mariano Witis y Darío Riquelme: “Hemos retrocedido años en los avances logrados contra la violencia institucional”

17 Septiembre 2025

La mañana del 21 de septiembre del año 2000 Mariano Witis, de 23 años, estaba con su madre Raquel cerca del hipódromo de San Isidro. Se separaron y Mariano se puso a hablar con Julieta Shapiro, ex compañera de colegio que estaba en auto. Los jóvenes fueron abordados por Darío Riquelme, de 16, y un cómplice, obligando a Mariano a subirse y a la chica a manejar. Llegaron hasta un banco Itaú en Beccar, donde realizaron un robo express y escaparon en el vehículo. 

A pocas cuadras, una unidad del Comando de Patrullas de San Fernando les cerró el paso. Uno de los ladrones escapó, Riquelme se rindió y tiró su arma, oxidada y que no disparaba, y Witis gritó que era rehén. Rubén Emir Champonois, cabo de la Policía Bonaerense, de todas formas decidió abrir fuego. Shapiro se refugió contra el volante, no tuvo lesiones y su testimonio sería clave. Darío y Mariano, en la parte de atrás, fueron asesinados. La fuerza de seguridad plantó pruebas falsas y levantó la versión de que había sido una persecución, incriminando a Witis.

En 2003 el Tribunal Oral N° 3 de San Isidro condenó a ocho años a Champonois por homicidio con dolo eventual, aunque consideraba sólo el asesinato de Mariano y que el de Riquelme había sido en defensa propia. Raquel Witis se unió a Ana María Liotto, madre de Dario, para que ambas muertes no quedaran impunes. Tras distintas apelaciones, en 2005 Casación ordenó que se fijase la pena por los dos casos y en los mismos parámetros

En 2007 la misma fue elevada a 12 años y 9 meses. Tras la apelación de la familia Witis y el Ministerio Público Fiscal, en 2011 se incrementó a 15 años, teniendo en cuenta como agravantes el estado de indefensión, el desmedido accionar y la edad de Riquelme, lo que sería ratificado por la Corte Suprema de Justicia en 2014. Champonois estuvo cuatro años en la cárcel y luego pasó a detención domiciliaria. Tras salir, llegó a trabajar como seguridad privada e incluso estuvo cerca de ingresar a la Policía Metropolitana, que en su momento no solicitaba legajos. Raquel sigue insistiendo para que haya un registro nacional de personal exonerado para que esas personas no puedan volver a dedicarse a las mismas tareas.

Cada año, para conmemorar la fecha, la familia organiza actividades con diversa presencia musical, dada la relación que mantenía Mariano con ella. Era cantante, maestro e integrante del Coro del Polivalente y del Coro Municipal de Jóvenes de San Isidro. A 25 años del caso, AGENCIA PACO URONDO dialogó con Raquel Witis, madre de Mariano y parte de la Comisión Memoria, Verdad y Justicia Zona Norte (CMVyJZN), sobre el aniversario, la actualidad de la violencia institucional y las acciones planificadas para la tarde del domingo 21 en la Plaza 9 de Julio de Martínez, San Isidro. Convocan la Familia Witis, la organización Somos Mariano y Darío, la citada Comisión, y la Secretaría de Derechos Humanos del SUTEBA San Isidro, y cuenta con el apoyo del Instituto Cultural de la provincia de Buenos Aires. 

Agencia Paco Urondo: ¿Qué significan este nuevo aniversario y esos 25 años?

Raquel Witis: Muchos años pasaron y sin embargo parece que fue ayer. Todo está guardado en la memoria, como dice León Gieco: las ausencias innecesarias, evitables, y también las alegrías, la ternura, el amor compartido. Fueron 25 años de lucha colectiva, de hacer para concientizar y sostener la memoria a través del arte, especialmente el que Mariano eligió: la música. Además, pensar, debatir y construir colectivamente propuestas que apunten a minimizar la represión estatal y los gravísimos daños que produce. Nos entristece, nos indigna, nos enoja que se haya profundizado en estos dos años.

APU: ¿Cómo analiza el recorrido a lo largo de estas dos décadas y media a nivel judicial y personal?

RW: A nivel judicial, si bien se logró condenar al oficial que mató a Mariano y a Darío a 15 años por los dos asesinatos, no se pudo probar el encubrimiento de policías y funcionarios políticos. La posición de los jueces fue un factor relevante que impidió profundizar la investigación de la empresa que importó el arma plantada a los pies de Mariano. Esto hubiese permitido llegar al dueño, que según nuestro perito era uno de los policías que participó del hecho. El encubrimiento de agentes, funcionarios y hasta el ministro de seguridad, y la irresponsabilidad del gobernador que vociferaba “hay que meter bala” quedaron impunes.

A nivel personal, los familiares de víctimas pudimos ser parte de la Campaña contra la Violencia Institucional, impulsada por Leo Grosso, y poner en agenda la necesidad de una seguridad democrática; acompañar a otras víctimas y sus familiares; hacer propuestas y aportes para leyes y protocolos; desde el Estado brindar cursos y capacitación en derechos humanos a policías y fuerzas de seguridad nacionales. En la actualidad, lamentablemente, todo esto ha sido desmantelado. La Secretaría de Derechos Humanos de la Nación es tierra arrasada. Casi nada ha quedado en pie de las políticas de Memoria, Verdad y Justicia que llevó años construir. La defensa de los derechos humanos, la protección de la comunidad y de los nadies -como diría Galeano- han sido prácticamente eliminadas del Estado nacional.

APU: ¿Qué evaluación hace del momento actual en materia de violencia institucional?

RW: Hemos retrocedido años en los avances logrados por la lucha de muchos organismos de derechos humanos, víctimas y familiares, organizaciones sociales y partidarias, y la comunidad en general. Hoy la represión estatal es desmesurada, irracional y deshumanizada. Abundan palos y gases para todes: adultos mayores, discapacitados, niñeces, fotógrafos, periodistas y quienes osen manifestar su oposición en el espacio público. El Estado viola leyes, pactos y convenios firmados por el país; los poderes ejecutivo y judicial violan la constitución sin ponerse colorados; criminalizan la protesta social, la libertad de expresión y hablan de libertad, que sólo tienen unos pocos. Hoy estamos todos en riesgo y en libertad condicional.

La policía y las fuerzas de seguridad nacionales gozan con el sufrimiento del otro, disparan sus armas “no letales” al rostro para ocasionar mayores daños, como la pérdida de la visión o el gravísimo daño a Pablo Grillo. En tanto, el grueso del poder judicial mira para otro lado, son pocos los jueces que resuelven acorde a derecho. A menudo ni siquiera actúan de oficio frente a violaciones a los derechos fundamentales, como los que las cámaras de televisión graban todos los miércoles. Dice Hanna Arendt: “los asesinos de escritorio son un engranaje fundamental en el funcionamiento de la violencia institucional”. El poder judicial es uno de los mayores responsables de la violencia estatal porque no sanciona al Estado cuando viola la integridad de las personas. Lo que no se sanciona se repite.

APU: ¿Qué actividades van a hacer el 21 de septiembre?

RW: Son dos, fundamentalmente: la publicación del recordatorio en Página 12 y un encuentro musical en la plaza del barrio en el que reunimos familia, amigos, compañeros, artistas solidarios y vecinos. Los vecinos que en 2001 nos reuníamos en asamblea bautizaron el anfiteatro de la Plaza como Anfiteatro Mariano Witis. La iniciativa no partió de la familia, pero nos dio mucha satisfacción como muestra de solidaridad y acompañamiento.

Este 21 participarán: el Coro Mariano Witis, integrado por sus amigos y compañeros del Polivalente de Arte; Los Airala (Ex ajayu), también compañeros del Polivalente; el Grupo Vocal Melomanía; el Coro Quiero Retruco, que dirige su tío Mario Witis; y una exhibición de la Liga Bonaerense de Freestyle. Como cierre, un video que nos envió León Gieco con una hermosa canción. Los esperamos en la Plaza 9 de julio, en Córdoba y Necochea. Si llueve, se traslada a la Escuela Secundaria Especializada en Arte (ESEA) Nº1 -ex Polivalente de arte de Martínez-, ubicada en Fleming 1621. “…Quien cuida y guarda la memoria guarda y cuida la vida…”.