Masacre de Pergamino: "La meta de ellos era matarlos"

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Masacre de Pergamino: "La meta de ellos era matarlos"

23 Marzo 2017

El jueves 2 de marzo en la noche los familiares de Sergio Filiberto, Federico Perrotta, Alan Córdoba, Franco Pizzarro, John Mario Carlos, Juan Carlos Cabrera y Fernando Emanuel Latorre llegaron a la comisaría de Pergamino, alertados por los pibes de que la policía los “iba a matar”. A los pocos minutos un humo negro empezó a salir desde dentro de la comisaría. No dejaron entrar a los familiares, tardaron 40 minutos en abrir la celda porque “no encontraban la llave”. Los pibes tienen golpes y disparos. La policía y fiscalía intentan hacer pasar la muerte como inhalación de monóxido de carbono, en teoría producido por un incendio en el marco de una pelea entre ellos. La hermana de Federico Perrota, Daiana Brunell, cuenta lo que en realidad ocurrió en esta entrevista con Enredando las Mañanas (Fm La Caterva): los mataron y luego los prendieron fuego. Uno de los testigos centrales fue amenazado y debió huir de Pergamino.

¿Qué sucede previamente a este incendio?

Daiana Brunell: Nosotros nos enteramos de que los chicos estaban siendo golpeados y acorralados por la policía porque ellos mismos desde las celdas nos mandan mensajes, y ya después de que fueran golpeados y apuñalados los encierran. Tenemos mensajes donde Federico, mi hermano, le manda a mi mamá de que los estaban golpeando, los estaban matando. Eso era la meta de ellos, matarlos. Cuando mi mamá llega a la comisaría no les dicen nada, no los dejan pasar, no los dejan ver. Cuando ella llega ya había tres familiares, mamás y tíos de otros chicos que estaban en la misma celda, que habían llegado también por mensajes que los chicos habían mandado. Hasta ese momento no pasaba nada, sólo los golpes a los chicos y las puñaladas. En un momento empieza a salir humo, primero sale muy poco humo y no le dan importancia. A los cinco minutos empieza a salir mucho humo negro, en cantidad, llegaba hasta la mitad de la cuadra. Pasaron 15 minutos hasta que llegaron los bomberos, y otros 40 minutos desde que llegaron hasta que pudieron entrar a la celda porque la llave de la celda no la encontraban, nadie sabía dónde estaba la llave, ninguno la tenía. No podían llegar hasta el candado porque los garrotes se fundieron con el calor. Son todas cosas raras porque tenemos fotos de los chicos, la más clara que se ve de los chicos muertos es la de mi hermano, donde está tirado en el piso con medio cuerpo adentro de la celda y medio cuerpo en el pasillo, está golpeado en la nariz y quemado un poquito en la frente, si a la foto la acercan tiene un tiro en el mentón, tiene perdigones en uno de los parpados, tiene otro tiro en el abdomen. Esto nos sirve de prueba, es una de las pruebas que presentamos porque ellos aseguran que no hubo agresión a los chicos, que tuvieron una pelea entre ellos y los encerraron. Llevan de todos modos las de perder, porque siendo policías, se supone que deben cuidarlos para que no se maten entre ellos y metieron a los dos que se supone que estaban peleando juntos. Tenemos cómo comprobar que es mentira que estaban peleando, porque uno de los que supuestamente peleaba le manda mensaje a sus familiares pidiendo que vayan a buscar a los familiares del otro porque estaba todo lastimado.

¿Que pasa ahora con todas estas pruebas, con los sobrevivientes, con el mensaje de texto que decía “nos están matando, vengan”?

DB: Pude presentar las pruebas ante el fiscal el día miércoles. Según ellos están bien encaminados, dicen que saben que va a salir todo a la luz. Todavía no se tienen novedades. Todos los familiares estamos pidiendo una nueva autopsia; el único que se pudo velar a cajón abierto fue mi hermano. La foto que nos muestran donde está tirado medio cuerpo en el pasillo y medio cuerpo en la celda no es como estaba en el cajón. A mí me entregaron un chico con la cara completamente quemada, con la cabeza abierta de lado a lado, acariciarle la cabeza a Federico era como apretar un peluche porque se hundía todo. Si es como el fiscal dice, que la muerte fue por inhalación de monóxido de carbono, es la primera vez que escucho que el monóxido de carbono te deshace los huesos de la cabeza, o te abre el cuero cabelludo o te quema la cara después de muerto.

¿Hay testigos que puedan refutar la versión policial?

DB: Los 12 chicos que quedaron vivos y están presos -porque hay uno que fue internado debido a que es diabético y lo del humo le afectó demasiado- fueron trasladados al penal de Junín; están pidiendo que por favor los saquen porque fueron amenazados, quieren ser trasladados a otro lado. Uno de los chicos que estaba ese día, y que luego le dieron la libertad, lo primero que hizo fue salir a hablar con las cámaras porque quería que se sepa lo que había pasado. Hace dos días me entero que agentes de la DDI de Pergamino llegaron hasta su casa, se tomaron el tiempo de amenazarlo y hasta de golpearlo, y se tuvo que ir de Pergamino. Nadie sabe dónde está, nadie tiene contacto, no tenemos cómo comunicarnos con él en caso de llegar a un juicio con estos policías porque se fue, tiene miedo.

¿Cómo era el trato que recibían los chicos que estaban presos previamente a esta situación?

DB: De las dos semanas que mi hermano hacía que estaba preso yo fui sólo una a verlo. Dicho por ellos, el efectivo Alexis Eva, conocido como Eva Luna, era el que entraba a agredirlos, entraba con facas, con varillas de hierro, golpeaba los barrotes de las celdas diciéndoles que los iba a matar a puñaladas, que después les iba a plantar las facas, los amenazaba para que los chicos reaccionen en contra de él, cada guardia que estaba era entrar a buscarle problema a los chicos. Ese sábado que fui, durante la charla que tuve con mi hermano me dijo “hablá con el abogado porque yo acá no quiero estar, me buscan problemas, me amenazan, hacé algo flaca porque yo acá no quiero estar”. Fue toda la conversación que tuve con mi hermano.

¿Cómo se están organizando en Pergamino para pedir justicia?

DB: Ya realizamos tres marchas por los chicos, el único grito que se escucha son los nombres de ellos pidiendo justicia, no se cortan calles, no se realiza ningún grito de agresión a la policía porque lo que queremos pedir es justicia y demostrarles que somos más gente que ellos. De hecho hay policías de acá de Pergamino que en sus muros de redes sociales han publicado comentarios fuera de lugar. Yo no los defiendo porque no digo que eran santos, por algo estaban ahí adentro, pero lo estaban pagando. Está perfecto que crean que eran unos chorros, que eran unos negros, yo lo que digo es que ellos que son empleados del gobierno no pueden poner estas cosas. Hay uno por ejemplo, Matías Di Santo, que puso en su muro que a medida que iban pasando estas cosas íbamos a vivir mejor, que eran siete milagros de Dios para Pergamino, y que si sabía les llevaba nafta. Yo no digo que no lo crea, pero que no lo haga público, porque atrás de esos 7 chicos hay criaturas que se quedaron sin padres, había chicos que eran hijos únicos, y hoy esas madres se quedaron sin nada. Esos hijos todavía esperan a sus padres, en el caso de mi sobrina, que tiene tres años, desde que pasó esto no hay una noche que no vuele de fiebre, y cómo le explico yo ahora que su papá no vuelve, que su papá ahora es una estrellita que la cuida. Cómo le puedo explicar que no hubo agresión hacia los chicos cuando tengo el audio del señor, si se le puede llamar señor a Pablo Ciro, agente de la DDI de Pergamino, donde se escuchan los tiros que le disparan a los chicos y de fondo los chicos gritando que por favor les abra la puerta.