Octava Marcha Nacional contra el Gatillo Fácil: “Ni un pibe menos, ni una piba menos, ni una bala más”
Mañana, viernes 26 de agosto, está convocada la octava Marcha Nacional contra el Gatillo Fácil, organizada por familiares de víctimas. Al igual que todos los años, se concentra en Congreso, en este caso a las 14 horas, para luego dirigirse a Plaza de Mayo. De forma simultánea, habrá otras convocatorias en el resto del país. Se decidió que sea un día de semana para obtener mayor visibilización y entre las consignas tradicionales destacan el reclamo contra las causas armadas y las muertes en contextos de encierro.
De la misma manera que la desaparición forzada y la tortura seguida de muerte, el gatillo fácil es una de la formas de represión estatal. Según los registros de la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI), desde 1983 a 2021, hay más de ocho mil casos acumulados. Está claro que la creación de distintas fuerzas o el aumento de su presencia no mejoraron la situación.
La iniciativa nació el 27 de agosto de 2015. Sus fundadoras son Lorena Barraza, hermana de Ezequiel, y Natalia Suárez, madre de Lautaro Torres. Ambos jóvenes fueron asesinados por oficiales de la Policía de Córdoba que estaban de civil. La seguidilla de casos de gatillo fácil que había en la provincia generó la convocatoria. En paralelo, contactaron a través de redes sociales con las madres de Ismael Sosa y de Pablo “Paly” Alcorta, que replicaron la iniciativa en la Ciudad de Buenos Aires.
Según denuncia el comunicado difundido, las muertes por el accionar estatal van en aumento. “El Estado mata por represión, por corrupción, por negligencia y por inacción”. De igual manera, se busca visibilizar “especialmente a las niñas, mujeres, identidades trans y diversidades que han sido asesinades por la represión o la inacción estatal”. Se invita desde la convocatoria a llevar imágenes de los “responsables directos y políticos” de los casos. En diálogo con AGENCIA PACO URONDO, Angélica Urquiza, madre de Kiki Lezcano, planteaba que la “condena social la van a tener con nosotros en la calle”.
Desde la Marcha del año pasado, se sucedieron distintos casos que consideramos pertinente marcar, entre hechos de gatillo fácil y causas armadas. Entre los primeros, el que cobró mayor visibilidad fue el asesinato de Lucas González, joven futbolista de Barracas en la Ciudad de Buenos Aires, como también el de Lautaro Rosé en Corrientes, por la cantidad de implicados. Por otro lado, la detención de Rubén Darío Leonardo Robles en Lomas de Zamora o de Brian, el hijo de Gabriela Maldonado en Ciudadela.
La Marcha Nacional contra el Gatillo Fácil es organizada por familiares en forma independiente y autogestionada, por lo que todos los años reciben aportes para gestionar sonido, banderas y carteles, entre otras intervenciones. Es un espacio de encuentro y de visibilidad para quienes denuncian. En conjunto, organizados, familiares salen a las plazas del país a reclamar contra el exterminio silencioso. Tal como propone la consigna general: “Ni un pibe menos, ni una piba menos, ni una bala más, el Estado es responsable".