Santiago del Estero: investigan la muerte de una joven que había denunciado a su pareja por violencia de género
Por Nicolás Adet Larcher
Esther Luna desapareció de su casa la madrugada del domingo 21 de noviembre. Era madre de tres hijos y militante de la Asamblea del barrio Bosco II. Esa noche, a las cuatro de la mañana, vestía un short negro, ojotas y una remera gris. Tres días después, encontraron su cuerpo en una zona montuosa a pocos metros de la Ruta 9, horas antes del Día Internacional de la Eliminación de las Violencias contra las Mujeres.
La familia de Esther hizo la denuncia por su desaparición y desde ese momento cuestionaron - junto a organizaciones - el accionar de las fuerzas de seguridad en la búsqueda de la joven de 27 años. “No la buscaron, no hicieron rastrillajes” denunciaron vecinos del barrio, luego de que se tomara declaración a unas pocas personas y se pusiera el foco en la ausencia de respuestas por parte del personal de la Comisaría Décima.
En esas horas de incertidumbre, desde Ni Una Menos lanzaron un llamado para la “urgencia en el empleo de todos los recursos necesarios para encontrarla” y pidieron cualquier tipo de información sobre su paradero. Vecinos y vecinas de la zona decidieron salir a buscar a Esther por sus propios medios. Cortaron la ruta, buscaron en basurales, peinaron la espesura del monte. Esther no apareció. Desde la Unión de Trabajadores de la Tierra, incluso denunciaron que al realizar el corte de ruta en reclamo de la aparición de Esther, “aparecieron más de 30 efectivos policiales” y agregaron: “el corte de una ruta es más importante que la vida de una mujer, quienes tienen que cuidarnos no hacen más que desampararnos y condenarnos a un final desgarrador que podría haberse evitado”.
El fiscal de la Unidad de Violencia de Género e Intrafamiliar, Diego Cortés, dio una versión distinta sobre la actividad policial. En declaraciones a Télam, Cortés explicó que desde un primer momento se activó el protocolo de búsqueda de personas y que desde ese momento se realizaron “allanamientos simultáneos en seis casas, a cargo de personal policial especializado, pero sin resultados positivos, hasta que durante un rastrillaje se encontró el cuerpo en la zona montuosa”.
Con el paso de las horas también se conoció que Esther había realizado una denuncia por violencia de género contra el padre de uno de sus hijos. “Esther fue ninguneada por la justicia y abandonada por la policía. El terrible desenlace que tuvo es producto de un régimen misógino garante de todo tipo de violencias contra las mujeres” escribieron desde la filial local del Partido Obrero. Desde Mumalá publicaron un comunicado señalando que “Esther tenía denuncias realizadas por violencia de género” y que por la ausencia de medidas en este tipo de situaciones, “los hechos terminan en femicidio”. Actualmente, Santiago del Estero es la provincia con la tasa más alta de femicidios a nivel país.
El fiscal Cortés ordenó que se realizara una autopsia con junta médica y otros estudios para determinar si había lesiones en el cuerpo de Esther. Algunos medios locales publicaron la noticia destacando dos elementos: la “intensa” búsqueda por parte de la policía, y la posibilidad de un suicidio. Esa hipótesis fue descartada de raíz por parte de la familia y las organizaciones, quienes se movilizaron para denunciar en las calles que el caso de Esther corresponde a un nuevo femicidio por la inacción del Estado.