Se fugaron los policías condenados en el juicio por Fabián Gorosito
Por Colectivo de Medios Populares*
“Ahora que se fugaron todos una se pone a repasar todo. Los 5 condenados no estuvieron el día de la sentencia. Los que fueron absueltos sí estuvieron en una sala aparte”. La que resignifica lo vivido el jueves es María Viera, la mamá de Fabián Gorosito, que tenía 22 años el 15 de agosto de 2010, cuando apareció asesinado en un zanjón de Mariano Acosta, en el Partido de Merlo. Los policías bonaerenses Adrián Agustín Giménez (12 años), Pablo Luis Nieva (9 años), Marcos Emanuel Dipierro (10 años), Hernán Horacio Oviedo (8 años) y Gonzalo Víctor Cuelli (5 años) no fueron hallados por la justicia cuando intentaron detenerlos tras la lectura del veredicto. Los fiscales de la UFI Nº4, Antonio Farreras y Marcelo Papavero, habían solicitado al tribunal un adelanto de la sentencia, además de la inmediata detención, para que no ocurriera lo que finalmente sucedió.
La historia de impunidad vestida con uniforme no es nueva. Ya en 2013 se realizó un primer juicio contra los 11 policías. Fueron absueltos. En aquel momento, la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), que acompañaba a la familia, calificaba al hecho como un emblema de la impunidad. Un tiempo después sí fue condenado Ángel Manuel Sosa a 14 años de prisión, aunque también por las torturas contra los amigos de Gorosito; ahora está en domiciliaria por el festival de tobilleras electrónicas que desató el gobierno para quienes integran las fuerzas de seguridad o son culpables de delitos de lesa humanidad.
Para la familia de Fabián y para sus amigos, no hay dudas: el móvil del crimen fue que él salía con Aixa Soledad Sosa, la única mujer entre las acusadas y esposa de uno de los prófugos, Adrián Giménez. Una semana antes del crimen de Gorosito, 3 de sus amigos fueron detenidos ilegalmente y torturados. Fraguaron un acta de detención asegurando que estaban bebiendo y molestando en la calle. Una vez en la comisaría, entre golpes, les preguntaban por Fabián. Qué hacía, cuáles eran sus movimientos. Por esos hechos fueron condenados el jueves pasado después del mediodía.
La condena
María Viera vivía las primeras horas con algunas contradicciones. Estaba triste porque no se los había condenado por el crimen de su hijo. Sin embargo, algunas de las personas que la rodean intentaban tranquilizarla mientras le decían que la lucha por justicia para las familias pobres víctimas de la violencia del Estado suele ser largo, que era un triunfo que 5 de 11 quedaran presos. Al día siguiente tenía esa tranquilidad, aunque ya sabía que 2 de los 5 no habían sido encontrados, por lo que comenzaba a preocuparse. Esta mañana, cuando se acercó al Tribunal Oral Nº5 de Morón para preguntar por los 2 prófugos, se enteró de las malas nuevas: ahora no son 2, son los 5 condenados.
La situación es extremadamente grave, no solo por la huída de los policías, sino también por el clima de amenazas contra familiares y testigos durante todo el desarrollo del juicio; en realidad durante todos estos años. El 16 de octubre, en las puertas del tribunal, Viera realizó una conferencia de prensa acompañada por varias mamás que vienen caminando juntas, y que organizan la Marcha Nacional contra el Gatillo Fácil. “En la madrugada del viernes para el sábado una camioneta me chocó la reja de mi casa a las tres de la mañana. Pasaron diez minutos y se fue. Nosotros vivimos con Mancini (uno de los 3 torturados) a cuatro cuadras de diferencias. A las tres y media me llama y me avisan que había parado una camioneta. Bajaron 2 personas, le pegaron culatazos a Mancini y tiraron tiros al aire. Se metieron dentro de la casa y tirotearon adentro. Se subieron a la camioneta y se fueron. Mancini tuvo que ser internado en el hospital por la gravedad de los golpes. Él no puede tener golpes en la cabeza porque tuvo un accidente grave y tiene placas metálicas dentro. Todo el mundo lo sabía”, relató Viera en aquella ocasión.
Las pruebas sobre las torturas son tan contundentes que los fiscales Farreras y Papavero pidieron incluso penas más altas para los 5 prófugos. Además también pidieron 8 años para Aixa Soledad Sosa, por aplicación de tormentos, y 10 años para Cristian Ramón Fortunato. Ambos fueron declarados inocentes por el tribunal. En todos los casos en los que pidió condenas, la fiscalía lo hizo solo por los hechos contra los 3 amigos de Fabián, ya que consideraron que no se podía probar que los acusados lo habían asesinado.
La Comisión de Familiares y Amigos contra el Gatillo Fácil de Merlo, que acompañó a la familia y a los valientes testigos durante todo este juicio, cargaron contra quienes integran el Tribunal Oral en lo Criminal Nº5 de Morón, Marcos Lisa, Agustín Gossn y Julia de la Llana “por no tomar las medidas preventivas para que esto no suceda”. También criticaron al poder político, teniendo en cuenta el largo recorrido que ha tenido que realizar la familia de Gorosito para obtener algo de justicia desde 2010. Según los hechos, la impunidad se calzó el uniforme y salió nuevamente de paseo, riéndose de todos y todas.
*FM Riachuelo/FM La Caterva/La Retaguardia/Agencia Paco Urondo/Sur Capitalino/Radio Gráfica/Radio Presente
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