"El futuro detrás": imágenes documentales de los efectos del 2001

Entre el tono de denuncia inclaudicable de Karl Krauss y el montaje anónimo de imágenes de Walter Benjamin, el meta documental El futuro detrás, de más de dos horas y media de duración, curado por Maximiliano de la Puente y editado por Nicolás Villalobos Stepoy, nos recuerda una Argentina que todos vivimos, y que sin embargo parece otra. Otra no porque lo que se denuncia y lo que se promociona en este video no esté a la vuelta de la esquina en el futuro próximo (de hecho, la muestra en el Parque de la Memoria se llama “El futuro detrás”), otra porque retrata la suerte de los desclasados por el neoliberalismo menemista, que se autorganizaron y organizaron diferentes formas de supervivencia, tomando fábricas en quiebra, convocando a practicar formas de la democracia directa, armando formas de pago no estatales, trabajando en una escuelita improvisada en algún lugar perdido del conurbano.

Es el retrato de una franja de la sociedad que fue ninguneada y arrumbada en la pobreza, y que sin embargo con su energía popular y la necesidad de supervivencia organizó formas de vida alternativas a ese y a este nuevo capitalismo desalmado que cada tanto tiempo asola la Argentina. Lo que no sabemos es si hoy la sociedad está organizada como lo estaba en el estallido del 2001, organizada por default, pero organizada al fin.

APU dialogó con Maximiliano de la Puente, curador del documental.

AGENCIA  PACO URONDO: Extraordinario este meta mega video. ¿Cómo eligieron los videos que incluyeron en este documental del documental? ¿Qué criterios tuvieron en cuenta?

Maximiliano de la Puente: Fue una decisión muy difícil, como la que está involucrada siempre en toda selección. Pero en este caso diría incluso que fue mucho más complicado porque la producción de documentales sobre la crisis del 2001 y sus efectos es realmente enorme. Cómo dar cuenta desde un recorte siempre parcial de un proceso con tantas aristas, que aún hoy sigue generando innumerables reverberaciones, era un desafío mayúsculo. Entonces para mí fue muy importante guiarme por algunos de los ejes centrales de la muestra: la creatividad social y los clubes de trueque, las experiencias de las fábricas recuperadas y de las asambleas populares y los repertorios artísticos y culturales en relación con la Masacre de Avellaneda. Recordemos que esto último hace referencia a los asesinatos a manos del Estado de los militantes Maximiliano Kosteki y Darío Santillán durante una manifestación en el Puente Pueyrredón, en junio de 2002.

No perder de vista estos grandes núcleos temáticos, que se expresan en obras de diferentes soportes, lenguajes y formatos a lo largo de la muestra, actuó como una suerte de guía en medio de la tupida producción audiovisual que se generó en aquellos años. Los acontecimientos en torno al 2001 tuvieron un gran impacto porque fueron masivamente registrados con la tecnología de la época: eran los años de las primeras cámaras digitales que convivían a la vez con formatos analógicos, por lo que existió una especie de democratización de las imágenes y los sonidos sobre la crisis. Muchos colectivos, militantes, artistas y activistas individuales salieron a las calles a mostrar lo que estaba pasando. Finalmente entonces pudimos realizar una curaduría a partir de un recorte de doce películas. Hay que decir también que es muy impactante, diría incluso que anímicamente demoledor, trabajar con esos materiales al pensar el vínculo que tienen con las resonancias contemporáneas, en donde se está inaugurando una nueva etapa neoliberal.  

APU: La muestra en el Parque de la Memoria se llama “El futuro detrás”. Hay algo obvio en el título, las repeticiones históricas. Sobre esto tal vez estaba equivocado Marx cuando dijo que el primer acto es una tragedia, y la repetición una comedia. Tal vez el segundo acto es una tragedia ampliada. No sé. Como sea, ¿se puede aprender del pasado? ¿Qué enseñanza o qué mensaje transmite este mega documental?

M.P.: Es duro decirlo en estos momentos, pero lamentablemente tiendo a creer que no. A raíz de los resultados de la última elección en nuestro país, pareciera que somos incapaces de aprender del pasado. Y que entonces, como muy bien señalás, nuestra historia reciente, que involucra privatizaciones, destrucción de todo lo común y lo público y aumento exponencial del desempleo y la pobreza, no hará más que repetirse en esta suerte de tragedia expandida. Porque todo se desarrollará más rápidamente y será mucho peor, excluyendo a enormes sectores de la población.

Además de la inauguración de la muestra, estos días me encuentran involucrado en una profunda reflexión acerca de las causas por las que una parte decisivamente importante de la sociedad decidió apoyar una experiencia de ultraderecha. Pienso que hay que hacer una profunda autocrítica y reconocer que actuamos muy mal en muchos aspectos, desde el campo nacional, popular, progresista y de izquierda en un sentido muy amplio. Aunque por supuesto en este contexto cabe preguntarse precisamente qué es lo popular. Es un momento en el que se necesita redefinirlo todo, tiendo a creer.

En relación a un posible mensaje o enseñanza, sigo viendo un enorme potencial en el cine de lo real. Porque si el cine del 2001 encontró su fortaleza al documentar las dinámicas de las luchas sociales, al indagar en las causas de las condiciones que garantizan la inequidad y al dar cuenta de lo común, elaborando memorias personales y colectivas de aquellos años en los que el país entero era un territorio a ser reinventado, pienso entonces que es más que nunca posible y necesario seguir construyendo narrativas sobre y desde este presente que se revela ominoso.

La muestra "El futuro detrás" podrá visitarse desde el 8 de diciembre hasta el 31 de marzo del 2024 en el Parque de la Memoria, avenida Costanera Norte Rafael Obligado 6745, CABA. Entrada libre y gratuita.