Manifiesto poético en tiempos de penurias
Un grupo de conocidos poetas rosarinos (los que figuran como firmantes de esta nota) decidieron realizar y compartir un manifiesto buscando mostrar que, en tiempos de decretos, quien tiene necesidad y urgencia es la palabra poética. Por cuestiones técnicas no se respetan el corte de los versos que si bien no cambia el mensaje, tienen su propio peso dentro de la estructura, Intentamos subsanar ese detalle con fotos del original que permiten observar dicha diagramación. Con ustedes, el texto completo:
MANIFIESTO POÉTICO
“Di poemas como frutas,
di palabras en calmas imágenes,
di palabras como un canto encendido.
A tales ofrendas, tales caminos”
Hugo Diz
“Escribir las palabras
de la vida colectiva
en un río que te moje
si te metés adentro”
Oscar Bondaz
en tiempos de penuria, la palabra poética, el trazo y el color de la pintura, el sonido musical, hacen un espacio donde lo humano se reconoce y vitaliza. Ese espacio es la esperanza. Esa esperanza sabe de esperas, sabe dar vida. Cuando el hambre y el dolor amenazan al pueblo, la palabra escrita reacciona. La palabra es el anticuerpo que sacude al organismo colectivo ante la presencia de la mentira y la perversidad. No importa de qué modo se manifieste: la palabra es la fiebre que denuncia lo espurio y que, desde su tinta inalterable, lo combate y sobrevive.
Hoy, una vez más, el hambre, el dolor y la muerte están a la vuelta de la esquina, el pueblo va a sufrir y la poesía reaccionará. Desde su trinchera -y cuando muchos, sin dudas, permanecerán callados- ella pondrá su grito de querella y de esperanza. Ningún desquiciado, insensible y violento, construirá aquí un desierto para llamarlo “paz”.
Hoy estamos aquí para decir:
la poesía va a asumir, una vez más, su lugar y su tiempo de combate
su grito de barricada. Porque el peor enemigo es el silencio.
Porque hay un enemigo
y el silencio es imposible.
Allí donde las voces del poder persiguen el silencio absoluto
la poesía es resistir con la palabra.
Allí
donde las voces del poder
persiguen
el silencio absoluto y la quietud de la vida
la poesía es la afirmación de lo humano a través de la palabra
metáfora es el nombre de nuestra arma más poderosa
con ella cambiaremos la realidad
labraremos vínculos
que nos permitirán trascender
el utilitarismo individualista
del discurso neoliberal
imperante
La palabra poética como manifestación estética se debe a su ritmo a su forma a su brillo
tiene un compromiso innegociable con la belleza, pero también expresa su particularidad histórica. Poco importa en qué medida la poesía quiera cerrarse sobre sí misma. La realidad la permeará y ella será una de sus voces. Navegará en el mar de su propio dualismo, donde el hecho artístico será –inevitablemente- conmovido por las circunstancias que lo rodean.
Toda poesía es política.
La mente del autor,
un buzón de voces, todas suyas, y su corazón só l o pue de la tir impulsado por el amor desde su pueblo.
Hoy
se debaten
en la creación
las palabras
de todos
ahora
hasta la luz desfallece
sobre la garganta de diciembre
y se cierne al atavío del odio
en la ultrajada cintura popular
y aunque
a ese hombre con su suelo
a los niños dormidos y por nacer
la fatua paranoia
les arranque su país
a fuerza cárcel y plomo
con la oscura amarga codicia
de las fuerzas de un cielo
de mercaderes del aire
con sus altos quiméricos precios
con sus bolsas coloridas
que otrora fueran negras
habrá bulla y burla triunfal
de su reino envilecido
hasta que nadie quede en las calles
solo los dueños
del incendio que sembraron
soberanos de la nada
llenos de miedo
el Estado popular se yergue
con su hoy maltrecho costado,
en la curva vigésimo tercera
de una época cruel y oscura.
Sabemos
en la ciénaga de la época un rumor subleva la estirpe,
una certeza no es otra cosa que resistir,
otros no se burlarán de nuestra servidumbre al alba
porque
en tiempos de penuria
con solidaridad y elección de compañías
abrazaremos
las esperanzas por construir
en tiempos de penurias
nos animaremos a viajar a esa tierra donde las palabras no hayan llegado.
El lugar nos extrañará por su oferente vacío. Un largo tiempo, tal vez, pasará hasta entender que no sabíamos cantar aún contra el lucro poético. En ansia alucinada por nombrar lo inexistente o lo disperso en mil fragmentos, cuyo aroma es de selva y su silencio de estrellas, puede que acontezca.
O no. El viaje lo dirá.
Quiera la poesía, con su específico lenguaje insustituible,
ayudar a entender cuál es la forma más eficaz de la lucha,
la que no vaya a ser recuperada por los traidores, por los cómodos, por los demasiado ingenuos.
ROSARIO, 22 DE DICIEMBRE DE 2023