Natalia sordi: “Lo que me pasa cuando escribo tiene que ver con la musicalidad”
Por Salvador "Lole" García
Agencia Paco Urondo: ¿Cómo llegaste al lenguaje de la poesía?
Natalia Sordi: Solía escribir a los quince años, buscaba, me sonaban cosas. Y mientras hacía el secundario empecé formalmente a estudiar música, y desde muy chica el lenguaje era el lenguaje musical. A los cinco años sacaba canciones en un pianito de juguete, a los nueve me regalaron un organito y mi vieja me decía “me gusta tal tema” y yo iba y lo sacaba, la música es como mi lenguaje materno. Desde muy chica hay algo de la conexión con la música como lenguaje que debió de incidir en mi formación del pensamiento. La música es un lenguaje muy directo y es un lenguaje que carece un poco de significante, tiene otro soporte que es un misterio.
APU: Y ahí entra la poesía
NS: Ahí entra la poesía, que es musicalidad. Hay algo de la poesía que excede el significado y no tiene que ver con esa lógica de concatenación, que excede el lenguaje y a la vez está adentro del lenguaje.
APU: ¿Cuál es la historia de este libro?
NS: Este libro es una consecuencia de una búsqueda de edición que no fue inmediata. Retomé la escritura hace cuatro años luego de años de no escribir más que algunas pinceladas, sentí nuevamente la necesidad de escribir. Hubo cambios en mi vida y la palabra anuda, no como algo catártico, si no como algo que resuena y le da cierta vuelta que tiene que ver con lo existencial, el dolor, el amor, con cosas intensas. El concepto del agua, que está en el título del libro, tiene que ver con eso, con una letra tratando de anudar algo que no pasa a la palabra.
Luego sentí la necesidad de dar una apertura a la edición, contar lo que me está pasando. Dos años antes de editar empecé a mandarle mis textos a distintos escritores con los que tenía contacto para tener una devolución, y me gustó esa primera apertura, y a parir de ahí fue un encuentro de muchas devoluciones y entonces tuve una pauta de que estaba preparada para editar. Fue desde el afuera, desde el otro, no fue desde “quiero editar quiero editar”. Nunca concursé y cuando me decidí a editar, me pasaron el contacto de un editor y llamé a La Docta Ignorancia, una editorial que nunca había editado un libro de poesía. Les encantó y dijeron “si, vamos con esto”. Para mí fue un honor y estoy super agradecida por eso.
APU: El libro está dedicado, ente otras cosas, a quien dispone de los espacios para la alegría y para los lazos del amor. ¿En qué momentos te dispones vos para la poesía y te das ese espacio para escribir?
NS: La alegría compartida del lazo, es un concepto que tiene que ver con el amor en su dimensión real, y si bien no me interesa definirlo porque hay muchas clases de amor, el amor tiene una necesariedad, que no nace del yo, si no que el amor es un espacio, si uno no se agujerea en un punto no hay posibilidad del encuentro con el otro. Esa posibilidad del lazo la da el amor, la alegría, alguna dimensión de la amistad son facetas que van juntas. Es la sorpresa que te toca, un encuentro que te emociona porque resuena en dos, en tres, en cuatro, es la alegría de compartir. Compartir es partirse con y creo que la alegría va por ese lado, la alegría del encuentro.
APU: ¿Puede ser que cuando estás escribiendo encontrás otros significados de las palabras que se van revelando a medida que vas escribiendo? Usando una de las frases de tu libro te pregunto, ¿cuál es la dimensión misteriosa de la poesía?
NS: Se me va revelando el poema, me lo encuentro. Lo que me pasa cuando escribo tiene que ver con la musicalidad, hay algo de la musicalidad de las palabras, no es lo mismo una frase que otra, por eso juego con la música de las palabras y que el sentido sea un efecto de eso. Me interesa jugar con lo que no se puede nombrar, que el sentido pase de significado a sentido real de la resonancia con las palabras. La musicalidad es un sentido real, pasa por el cuerpo. Para mí la poesía tiene que ver con eso.
APU: En tu poesía nombras mucho las partes del cuerpo: la voz, las manos, la boca.
NS: Y la voz está fuera del cuerpo, como la poesía. Vos podes nombrar la voz como cuerpo pero en realidad es incorpórea. Hay algo del cuerpo que está todavía por definirse. Un cuerpo puede ser un cuerpo en acto, en presencia. La poesía tiene cuerpo en ese sentido. La poesía es un lugar de encuentro.
APU: Hablaste de cómo ha incidido tu faceta musical en tu mirada poética, ¿Cómo ha incidido tus lecturas sobre el psicoanálisis en la creación poética?
NS: Si bien son cosas muy distintas, para mí la poesía es una dimensión política y el psicoanálisis también. Creo que el psicoanálisis es una herramienta de lazo social muy valiosa, creativa y amorosa que te permite construir una mirada, una lectura, ubicar, posicionarte. Mi relación con la vida siempre fue creativa, porque hago música desde pequeña y la música también es algo que incidió en todo lo que escribo. Así que más que lecturas "sobre" el psicoanálisis, es la experiencia viva con esto lo que incide directamente en cualquier escritura propia. Yo creo que ese espacio, además, es un camino de encuentro donde se dan muchas cosas por añadidura. El cuerpo es siempre un cuerpo a construir, no está desde el inicio. Y la escritura tampoco está desde el inicio. Cuando hay escritura lo que se escribe es el cuerpo y esto me lo enseñó mi experiencia con el psicoanálisis. El deseo es lo que va orientando, pero hay que darle lugar a todo esto con esmero y es un camino largo que se va haciendo paso a paso. La creación es maravillosa en el sentido de la sorpresa, el psicoanálisis tiene esta posibilidad creativa. A mí me ha servido mucho, sin querer, sin buscarlo.
APU: ¿Qué te hace escribir?
NS: El deseo es lo que me hace escribir y eso es un concepto que articula el adentro y el afuera. Hay algo de lo real que no se termina de decir y a través de la poesía tiene un lugar. Creo que es el único medio para verbalizarlo, y el análisis, pero esto es arte, lo otro es otra cosa. La poesía es otro lenguaje y eso es lo que me interesa porque está hecho con palabras. Yo escucho a un músico en vivo y lo que sucede es un encuentro místico, y con la poesía pasa algo así con el público que te lee y resuena con lo que vos escribís. No llega a un lugar de entendimiento, llega el hueso y alguien te dice “me pasó esto con lo que vos escribiste”.
APU: La poesía más que una comunicación es una invitación.
NS: Es una invitación al encuentro a que te pase algo. En psicoanálisis hay un concepto que es “la letra” que tiene que ver con una marca. Una huella. Mi letra está en el agua y esa intimidad se ve reflejada en lo que voy haciendo. El título del libro cayó desde ese lugar: la letra en el agua.
APU: ¿Corregís los textos?
NS: No soy de corregir los poemas, lo que me sale, sale. De hecho es un buen ejercicio el Facebook. Fui tirando cosas en el en facebook sin editar, y sorpresivamente veía las repercusiones. Y así algunos los incluí en el libro. Fue escribir online, agarrar, sentir algo y ¡pum!
APU: Salvando las diferencias y en otro plano, me hiciste recordar que Mercedes Sosa, tocaba las canciones en vivo y veía qué le pasaba a ella y al público con los temas, y desde ahí seleccionaba las canciones que iban al disco.
NS: Me emociona lo que me decís, porque a la negra sosa la escucho desde niña, y siento mucha empatía con su voz. Por autorizarse esa sensibilidad, ella le ponía el cuerpo a la voz, eso llega al público. Provocar la alegría desde ese lugar, ese laso del que hablábamos antes, es increíble.
APU: El libro va a salir a la luz pronto, contame un poco de la presentación
NS: Sí! Salió de imprenta hace días nomás y lo presentamos el jueves 7 de marzo en Espacio Tucumán a las 20hs. Es mágico lo que está pasando con este libro, algo que jamás imaginé. Vos escribís un libro, te lo editan y apenas sale te escriben preguntando dónde se puede comprar. Ya vendimos más de 10 en dos días, por internet. Es maravilloso, estoy muy agradecida y emocionada también. La presentación va a ser una fiesta, habrá puntos de encuentro entre el arte, la poesía y la música. Harán unos temas en vivo dos grandes, Alejandro Manzoni y Flor Bobadilla Oliva, con quienes además tengo la suerte de trabajar como productora. Además, habrá brindis rico porque nos acompaña la Bodega Claroscuro. Una noche inolvidable, sin duda, para mí.
El libro se presenta el próximo 7 de marzo en Espacio Tucumán (Suipacha 140) a las 20 h, con entrada gratuita. Acompañan Bodega Claroscuro y editorial La Docta Ignorancia.