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Nuevas revistas culturales: La Lewis Carrol y si primer número
Por Boris Katunaric
APU: ¿Cómo nace La Lewis Carroll? ¿De dónde sale la iniciativa?
Luca Hardmeier: Uno de mis ideales literarios es Roberto Arlt: un escritor que pudo asegurarse una publicación periódica en El Mundo, entre otros diarios. Quería generar una continuidad en mi escritura a partir de este tipo de rutina, pero ahí surgió el primer inconveniente: ¿qué clase de revista publicaría escritos de un completo desconocido? Hay una mediatización tan grande de la escritura que publicar sin poner plata ni “estar en el ambiente” significa hacer un blog o escribir en Facebook.
Yo tengo un blog hace ocho años ya, pero el perjuicio de tener uno, es la cosa individualista de “vengan a leer” o “te comento tu publicación para que comentes la mía”. No se genera una sensación de comunidad, es tan sobreabundante el mundo del blog que no sabés por dónde empezar ni por donde seguir, difícilmente creás lazos con esas personas que ni sabés donde viven y te solés encontrar con una constante paja literaria.
Entonces se me ocurre que el problema no es la superproducción o la falta de producción, sino que falta algo que ordene un poco las nuevas obras, que no te haga abandonar un viaje por ver imposible un pantallazo al arte contemporáneo.El arte contemporáneo es imprescindible;se debería dedicar el mismo tiempo a los autores vivos que a los muertos. ¿Cómo se puede pretender analizar la realidad presente sin la visión artística presente? De otro modo por más información que haya, no vamos a empezar a entender nunca nada.
Entonces, como espectador, una revista de arte actual genera un conocimiento sistemático pero amigable para adentrarse a este mundo complejo como pocos. Se me ocurre pensar en Japón: allá muchas personas compran todos los días una especie de diarios de manga únicamente; ver historietas es para ellos algo cotidiano y no por eso dejan de leer a Evangelion o Akira.
Para cerrar: La Lewis nace porque me cansé de esperar a que otros haganlo que yo necesito para mí.
APU: ¿Cuál es la apuesta estética y (si se quiere) política que proponés?
LH: Tiene que ver con porqué se llama La Lewis Carroll la revista. En el prólogo de Alicia en el país de las maravillas, Martín Gardner describe a Dodgson:“Un hombro era más alto que el otro, su sonrisa era algo torcida y sus ojos azules no estaban exactamente a nivel. De altura moderada y delgado, caminaba siempre rígidamente erecto y con un paso peculiarmente saltón. Tenía un oído sordo y un tartamudeo que hacía temblar su labio superior. Aunque ordenado como un diácono daba muy rara vez el sermón a causa de este tartamudeo y nunca se propuso para jerarquías superiores. (…) Era tan tímido que podía permanecer sentado por horas en una reunión social sin contribuir en nada a la conversación, pero su timidez y tartamudeo ‘suave y repentinamente se desvanecían’ cuando estaba a solas con una niña. Era un solterón quisquilloso, mojigato, excéntrico, maniático y amable con una vida sin sexo, sin acontecimientos, feliz.”
No me interesan los autores divinizados, no me interesan los autores siempre consecuentes, correctos. Si algún autor se muestra (o lo muestran) como tal, lo desestimo por ficticio. Si bien todas las biografías son ficciones, esas que pretenden vendernos al gran autor son las peores. ¿Por qué cargar con un Mozart que compuso más obras de las que yo podría en catorce vidas? ¿Por qué cargar con Philip K. Dick que no dormía hasta terminar sus libros? El tema central del prólogo es ese: ¿por qué producir arte tiene que tener la sistematización de un producto cualquiera? ¿Por qué un autor tiene que generar una rutina de elaboración de oficina, siempre optimizando, siempre produciendo?
En cuanto a la estética, tiene más relevancia en la elección las obras que tomen ciertos riesgos: ya me cansé un poco del realismo y de lo figurativo. Hay una sobredimensión del por qué por sobre el cómo. Pero no es taxativo de ninguna manera eso.
APU: La tapa del Número 1 lleva el título de Vivas nos queremos. ¿Por qué eligieron esta temática para inaugurar la publicación?
La idea era esta: proponerle a un ilustrador o fotógrafo que esté participando del número que diseñe la tapa en base a su propia concepción de Lewis Carroll. En este primer número, se lo pedí a Franco Casalini (que en la revista aparece como NINJA)del que me habían resultado muy interesantes sus ilustraciones. Le conté mi idea y cayó al otro día (metafóricamente hablando [metafóricamente hablando, estoy escribiendo], es de Rio Negro) con eso. Al principio me chocó “¿qué tiene que ver esto con Lewis Carroll?”. A los minutos lo repensé y me pareció completamente acertado: esa tapa representaba visualmente uno de los reclamos más actuales. Representaba ese planteo que había estado buscando; el feminismo, el grupo revolucionario contemporáneo por excelencia.
APU: Además de esto ¿Qué tipo de contenidos y quienes participan en la revista con sus colaboraciones?
LH: En la que acaba de salir se divide en cinco secciones: narrativa, ilustración, fotografía, poesía y entrevistas. Ya me pidieron incluir un corto y una banda musical en la próxima, así que no sé cómo iré modificando las secciones. Quizás algunas vayan rotando o agregue otras, depende del material que me llegue y las propuestas que tengan ganas de hacerme. No quiero que sea una revista de un formato estático. Tampoco una estética estática (no sé si tiene sentido, pero quería decirlo).
Respecto a los participantes, primeramente está Iván Siles, un amigo muy groso, que fue el que hizo todas las portadas con personajes de Alicia. Después participaron diecinueve autores entre conocidos, amigos de conocidos y otros que me llegaron a través de mi viejo, Jorge Hardmeier, que ya está en la movida literaria hace muchos años. Ah, y otros que ni sé cómo llegaron hasta la página y mandaron sus obras. Sería muy largo enumerarlos a todos ahora, pero fueron especialmente escogidos, para saber más sobre ellos recomiendo ir directamente a la revista.
APU: Habiendo tantas plataformas digitales del tipo portal web ¿por qué eligieron la plataforma Issue?
LH: Me interesa el formato de revista por entregas, esa cosa de tener que esperar a determinado día para ver un contenido nuevo. Genera una expectativa linda, no abruma, da la ilusión de la revista impresa (a la que no puedo acceder por cuestiones monetarias). Y obviamente la difusión es mucho más simple vía internet. Eso descarta un monton de plataformas. Y de las pocas que había con este “formato libro”, Issuu era la que más me convenía teniendo una cuenta gratuita.
APU: ¿Cómo lo pensás la continuidad de la revista tanto en el corto plazo como a futuro?
LH: La Lewis va a seguir saliendo cada dos meses. Hasta que me canse o hasta que no haya alguien que quiera continuarla. A corto plazo pienso seguir trabajando solo, pero me gustaría poder hacerla con otras personas con mis mismas ganas. Por ejemplo, estaría bueno formar un colectivo, no sé. Proyectar me impide un poco ver las chances reales.
