Patrick Eser: “Este año ha habido una inabarcable cultura mundial de reconocimiento a Kafka”
El Goethe-Institut conmemora el centenario de la muerte de Franz Kafka con el ciclo “Kafka Contemporáneo”, que se llevará a cabo en el Centro Cultural Universitario Paco Urondo FFyL-UBA del 20 de septiembre al 31 de octubre de 2024. Este evento incluirá exposiciones como Komplett Kafka, de Nicolás Mahler, y Kafka en imágenes, de Roberto Maján. También habrá performances y conferencias con académicos como Pablo Dreizik y Adriana Cid. A través de diversas actividades, el ciclo busca explorar la influencia del autor en la literatura y el arte contemporáneo, reafirmando su relevancia en la actualidad.
En este marco AGENCIA PACO URONDO dialogó con Patrick Eser, coordinador de la muestra, quien es Licenciado de Ciencias Políticas y en Filología Románica, en Philipps Universidad de Marburgo (Alemania). Además es profesor asistente en el Departamento de Letras de la Universidad de Buenos Aires y responsable de la Cátedra libre Walter Benjamin (SEUBE).
AGENCIA PACO URONDO: ¿Qué aspectos de la obra de Kafka se destacan en la muestra?
Patrick Eser: Dos artistas gráficos, uno de habla alemana, otro de española, intentan traducir a un lenguaje visual motivos de la obra de Kafka, creando motivos visuales. Ambos enfoques son diferentes: Mahler dibuja en blanco y negro y tiende a utilizar formas y líneas minimalistas, mientras que el ilustrador español Roberto Maján trabaja con colores y superficies.
Las obras y los estilos son diferentes, resulta interesante observarlos en contraste. La cuestión de los motivos visuales de la obra de Kafka también está presente a otro nivel en el proyecto: como parte del vernissage, habrá una lectura en vivo de textos (a cargo de Pablo Dreizik) y su visualización en directo por el dibujante Iñaki Echeverria, además una conferencia en el programa también tratará explícitamente los propios dibujos de Kafka. Los motivos visuales asociados a la obra de Kafka están así presentes, de diferentes maneras.
APU: ¿Creés que la obra de Kafka sigue siendo relevante para el público actual? ¿De qué manera?
P.E.: Si, totalmente. Vimos en todo el año 2024 un boom impresionante de actividades conmemorativas, homenajes, congresos, una vasta producción artística-cultural dedicada a su obra. La inmensa variedad de estas actividades en este aniversario centenario de su muerte sugiere que hay alguna relevancia. Este año ha habido una inabarcable cultura mundial de reconocimiento a Kafka.
Es interesante observar que está teniendo lugar de muchas maneras diferentes, no sólo en el discurso literario-histórico. Ahí también, pero hemos visto aparecer numerosas películas y series que tratan sobre Kafka y su vida (la televisión alemana ha producido una serie, cuyo guión ha sido escrito por el autor contemporáneo Daniel Kehlmann), han aparecido nuevas adaptaciones cinematográficas de sus textos, juegos de video, como Playing Kafka. Por supuesto, esto también plantea cuestiones sobre la visualidad de sus mundos.
Lo mismo puede decirse del campo de las novelas gráficas, un género artístico y narrativo cada vez más popular y sofisticado, también en este caso hay ahora un número inabarcable de nuevas publicaciones. Esta amplia actividad de la industria cultural apunta a lo atractivo y la actualidad de la obra de Kafka, así como a su explotabilidad cultural y económica: el creador de los relatos kafkianos, de lo absurdo, lo angustiante, lo cruel, etc., se ha convertido en una estrella pop, en un icono visible, en una marca que se vende y que vende.
Por último, pero no por ello menos importante, cabe añadir que se ha convertido en trending topic en Tiktok durante el último año, con el hashtag «Kafka» registrando ya más de mil millones de clics. Su obra, o al menos los símbolos, formas asociadas a ella, parecen seguir electrizando también a un público joven.
APU: El ciclo se extiende por más de un mes. ¿Cómo han planificado la estructura temporal para mantener el interés del público durante todo este periodo?
P.E.: Durante cinco semanas, tenemos una actividad para cada una, de vez en cuando los lunes, en otras los viernes. Este ritmo semanal permite una concentración en conferencias y mesas dedicadas a temas particulares. Las conferencias y mesas abordan distintas temáticas: la cuestión de lo visual en la o de la obra de Kafka, la cuestión de las transposiciones mediáticas de sus relatos a otros idiomas o a otros soportes mediáticos, como lo audiovisual. Por último, tenemos dos conferencias de destacados especialistas sobre Hannah Arendt (conferencia de Claudia Hilb) y Theodor W. Adorno (conferencia de Miguel Vedda) como lectores de Kafka. La cuestión de la contemporaneidad de la obra Kafka, de los planteos e imaginaciones, de los mundos plasmados por Kafka está presente inherentemente en todas las contribuciones.
APU: Hannah Arendt y Theodor Adorno son algunos de los pensadores que han estudiado a Kafka. ¿Cómo crees que estas interpretaciones filosóficas ayudan a entender mejor su obra?
P.E.: Primero, hay que decir que tanto Arendt como Adorno hacen lecturas que parten de momentos de los textos de Kafka para ofrecer sus propias lecturas, en clave filosófica. Ambos vieron profundas reflexiones existenciales, filosóficas, y también políticas o teórico-sociales en los escritos de Kafka, que combinarían con sus propias reflexiones sobre el poder, la burocracia, el totalitarismo, la negatividad, la enajenación y la existencia humana. Ambos compartieron amistades o contactos intelectuales como, entre otros, Walter Benjamin, Gerschom Scholem, Siegfried Kracauer, y conocieron los efectos del horror nazi, lo que sin duda marcaba también sus lecturas de Kafka. Arendt y Adorno son casos diferentes, pero muy particulares; marcan anécdotas muy importantes en la larga historia de la apropiación y lectura filosófica-sociológica de la obra de Kafka que sigue siendo muy activo.
APU: A 100 años de su muerte, la influencia de Kafka parece haberse expandido a múltiples disciplinas y geografías. ¿Por qué crees que su obra sigue siendo tan relevante en una época como la nuestra?
P.E.: Hay algo en la obra de Kafka que trasciende el tiempo, es literalmente ‘fuera del tiempo’, porque en ninguna de sus novelas la trama se fija demasiado en el tiempo histórico-concreto. Su obra ha creado una idea de la existencia en la época moderna que aún hoy nos habla. Los desafíos de la vida, las angustias existenciales, el reto de lidiar con las preocupaciones de la existencia, con la incertidumbre y el absurdo de la existencia; con los problemas de encontrarle un sentido metafísico.
Estas cuestiones tienen una dimensión intemporal que trasciende las épocas, ya que son inherentes a la constelación trágica de la vida humana; Pero los mundos imaginados y narrados por Kafka también tienen su núcleo histórico, su contexto histórico: tienen algo que ver con condiciones que son creadas por las relaciones sociales, que ellas mismas son reproducidas por la gente de forma casi automática.
Después de la Shoah, se ha debatido y subrayado una y otra vez acerca del carácter profético de la obra de Kafka. Los abordajes kafkianos de la relación automática de los seres humanos con los sistemas de poder, de subyugación y de la crueldad y violencia, de las facetas deshumanizadas y alienadas de la modernidad; estas facetas de la obra de Kafka motivaron, después de 1945, nuevas lecturas.
APU: - Por ejemplo…
P.E.: En el mundo contemporáneo y en nuestra época abundan miedos, incertidumbres y la falta de orientación, mientras surgen gurúes y profetas, ridículos y grotescos que quieren vendernos sus grandilocuentes visiones y pobres verdades. También para lo absurdo de esta constelación encontraremos sugerencias de la obra de Kafka. Quiero parafrasear sólo uno de los textos periodísticos que se publicaron mundialmente en aquel 100 aniversario de la muerte de Kafka, que me parece condesar bien la situación del legado de la obra de Kafka: Franz Kafka murió el 3 de junio de 1924, el mundo aprendió a leerlo en los años 30 y desde entonces intenta comprenderlo. Y la literatura permanece en su sombra.
APU: ¿Qué particularidades del uso del idioma alemán por parte de Kafka son más difíciles de captar en las traducciones al español?
P.E.: Es una cuestión que sería interesante discutir con los traductores de Kafka. Entre los conferencistas están dos personas que ya tradujeron textos literarios de Kafka: Miguel Vedda tradujo las novelas El proceso y El desaparecido (América); Martin Koval está preparando una traducción de cuentos de Kafka para la editorial Colihue. Será interesante plantear estas preguntas por los desafíos de la traducción en las charlas con ellos.
Sí o sí, se puede decir que el alemán de Kafka se caracteriza por una forma de expresión precisa, clara y sobria, pero al mismo tiempo muy ambigua y ambivalente. Él jugaba con la ambivalencia, también en los títulos de sus textos. Al cuento que en alemán se llama “Der Bau” le dieron en distintas traducciones al castellano, que yo sepa, cuatro diferentes títulos: “La obra”, “La construcción”, “La madriguera” o “La guarida”.
Otra característica del estilo de Kafka es el uso frecuente de nominalizaciones, que confieren a su lenguaje un aire burocrático y formalista, que es especialmente difícil de traducir a la sintaxis del castellano. Además, hay que considerar que el uso del alemán por el escritor checo Franz Kafka de origen judío tampoco es nada evidente; un uso del alemán que tiene su trasfondo ideológico-social y su dimensión político-estratégica que Gilles Deleuze y Félix Guattari han descrito en su libro Kafka. Por una literatura menor.