Poemas de Juguetes antiguos de Jorge Hardmeier
Por Jorge Hardmeier
TIGRE
LLAVE TIGRE
Poder dominar al tigre.
Encerrarlo en una jaula
pero no
en esta jaula de nieve.
Dominarlo.
Conservar la llave
y pasearlo en las tardes azules.
Dominarlo.
No perder al tigre: dominarlo.
Y mirarlo en el reflejo del ojo.
Y usar su rugido en las noches de invierno.
ATENTAMENTE
Querido Tigre:
En las babas de este invierno
no rememores las hogueras
no gires
y
no rujas
(cada rugido es una jaula
que te aleja de tu niñoo)
No rondes en circulo
en esta estacion
de jaulas escarchadas.
Detente.
Observa los barrotes
archiva tus dientes
cuida tu pelaje
(cada barrote es una lanza
que te aleja de tu sangre)
Recuerda tu luna tu aire tu sed
de bosque en el verano.
Tigre:
Me despido.
Brindo
por tus dientes
que no rasguen
ni lastimen
ni devoren
brindo
por tus dientes de diamante
que relucen cual violín
debajo de la lluvia.
GOTAS
JUGUETE
Hace tiempo, en un día acantilado,
perdí mi juguete más juguete,
mi único.
A partir de ese momento fui,
paso a paso, perdiendo varias cosas:
discos, dioses, mujeres, poemas,
trabajos, libros de Macedonio, papeles.
Pero mi sangre se detiene cuando recuerdo
la pérdida de mi juguete más juguete,
mi único.
A MI
Me perdí a mí y es un gran problema
(problema mío)
Me perdí a mí y no sé dónde
me perdí
a mí.
A mí me perdí yo
y a mí me busco
(¿lo?)
en esquinas
en departamentos policiales
en departamentos de mujeres
en hoteles
en playas
en bares
(a ver a ver)
en estadios de fútbol – por las dudas –
en bancos
en barcos
( a ver a ver)
A mí me busco
(no otorgo recompensa)
al mí
porque no recuerdo yo
concretamente
dónde me perdí
a mí.
Mi impresión es que yo
me perdí a mí, al mí mío,
en la noche
cerca de algún borde.
No me pregunten a mí
(justamente a mí)
en qué tipo de borde
fue en el que perdí a mi mí.
Yo no lo sé.
Pero entonces quién lo tiene
(no otorgo recompensa)
Sólo intuyo yo
que me perdí a mi,
al mí mismo, al mí mío,
a mi único mí,
en algún borde
allá
pero no logro hallar
al mí,
al mí mío
ni a mi corbata.