Recomendación de amigo: PSYWAR - La guerra psicológica

Por Santiago Gómez – Desde Florianópolis

Aparecen rápido las acusaciones de paranoia o de apoyar teorías conspirativas cuando se hace mención a las estrategias de los Estados Unidos para garantizar su poder mundial. Fue necesario Snowden para probar lo que el mundo sabía: que los Estados Unidos espía a los países de la región. Lejos de tratarse de una particularidad de los estadounidenses, el accionar sobre la moral de la población a conquistar es uno de los elementos del arte de la guerra. En este caso, la guerra psicológica o guerra de zapa, como la llamó el Libertador San Martín. En este documental, veremos la historia de la planificación de la propaganda estadounidense, la que primero aplicó sobre su población para después esparcir por el mundo.

En la guerra de Malvinas pudimos ver cómo el gobierno militar usaba los medios de comunicación para manipular el ánimo popular. Durante las guerras, quienes participan y conducen las fuerzas que participan de las mismas están obligados a la utilización de los medios de comunicación para mantener el apoyo social para sostener el combate, el estímulo para quienes combaten y se busca que lo hagan. Esto fue muy estudiado desde la psicología durante la Primera Guerra Mundial y sus efectos.

Las guerras han sido importantes fuentes de conocimiento para las ciencias sociales. Ya sea por la financiación militar de investigaciones en universidades, como por las consecuencias conceptuales que tuvieron en los distintos teóricos contemporáneos a las mismas. En el caso de Sigmund Freud, los efectos de la Primera Guerra Mundial, de la que dos de sus hijos participaron, lo llevaron a pensar en un trauma no sexual. Los sueños traumáticos de guerra lo confrontaron con sueños que no eran la desfiguración jeroglífica de un deseo reprimido, sino el retorno de una vivencia.

Fue Edward Bernays, sobrino de Freud, quien aplicaría los conocimientos descubiertos por el creador del psicoanálisis para la técnica de la propaganda a través de la publicidad. Fue el Departamento del Defensa de los Estados Unidos el responsable del desarrollo de diversos test psicodiagnósticos, encargados por el gobierno para determinar cuáles eran los ex combatientes que merecían las pensiones y cuáles podían volver a trabajar.

Este documental cuenta la historia del estudio de publicidad Burson Marsteller, responsable de la campaña de intento de lavada de cara del gobierno genocida de Videla. Burson Marsteller tenía una historia de campañas para gobiernos represivos y un origen en las campañas de propagandas militares de Estados Unidos a través de diferentes empresas.

A la guerra psicológica los Estados Unidos la da a través de los televisores, conscientes de la probada capacidad de generar ideas en los televidentes, condicionar sus creencias y opiniones. Cientos de millones de dólares tiene invertido en investigaciones sobre el comportamiento humano. Basta recordar la película Icomo Ícaro o la presencia de psicólogos entre los últimos premios nobel entregados en economía.

Un documental que permite mostrar cómo los ciudadanos estadounidenses también son víctimas del aparato de propaganda de su propio gobierno. Las filtraciones de Snowden mostraron que tampoco los ciudadanos estadounidense estaba exentos de ser vigilados.

Un excelente documental, que esperamos sirva para repensar las estrategias de transmisión de ideas desde el campo popular.

Para ver el documental, hacer click aquí.

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