Soledad Vignolo: “Lo sobrenatural como lo siniestro, esa es mi idea en la novela"

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ENTREVISTA

Soledad Vignolo: “Lo sobrenatural como lo siniestro, esa es mi idea en la novela"

02 Junio 2024

Soledad Vignolo es escritora, acaba de publicar su primera novela, No me cuentes que sos feliz, editada por Yorick Ruru, un sello de Hojas del Sur. Relata una historia sagrada, fantástica y cotidiana de dos niñas de un pueblo de Junín. Además publicó el libro de cuentos Una más una, y los libros de poesías Ángulos y Ferrogonía, entre otras obras.

“Ningún escritor puede llegar a emocionar alguna vez si no se ensució fuerte, si no se cortó mil veces. Lo difícil es, a pesar de eso, no perder la elegancia. Hay mucha belleza en el escritor impoluto que por fin se ensucia y se corta y que luego trabaja, sin abandonar el espíritu de búsqueda, en aprender a ocultar los gajes del oficio. De ahí la elegancia. Soledad es una maestra del engaño. Dara incluso cierta envidia preguntarse como mantiene la sonrisa y por qué te mira a los ojos habiendo escrito esto que leerán”, escribe en el prólogo Luis Mey sobre la novela.

Agencia Paco Urondo: ¿Cómo surgió la escritura de la novela?

Soledad Vignolo: Surgió a través de una caminata por mi pueblo de Junín, cuando vi a un chico con un cuis (roedor) en la mano revoleándolo mientras caminaba al lado de una cantarilla. Me surgió la pregunta de qué pasaría si fuera una nena la que estaba haciendo eso en vez de un varón, que pasaría en la cabeza de una nena de 10 años que es capaz de agarrar un cuis para analizarlo y revolearlo. Una conducta masculina pasada a una femenina. Ahí empezó a surgir Lili, el personaje que es como todos los monstruos infantiles. Vuelto realidad trabajando con lo siniestro. Estoy agradecida a la editorial Hojas del Sur que creyó en la novela para que se publique, me sentí muy respetada.

APU: ¿Cómo es la relación del personaje Lili con su prima María?

S.V.: Lili es todo lo sagrado para María José, a pesar de que es fuerte su carácter de sacralidad. Son las dos caras de una misma moneda, una es la que cumple las normas de la sociedad y la otra es la que se anima a transgredirla.

APU: Es una novela extraña ¿Hay una imposición por el concepto sobrenatural?

S.V.: Me gusta mucho la extrañeza en las novelas. Recurro a lo fantasmagórico sobrenatural. Al espíritu de una amiga muerta, a Lili misma vuelta como fantasma a pesar de estar viva. Lo sobrenatural como lo siniestro, esa es mi idea en la novela.

APU: Hay una crueldad en los personajes que a veces son ingenuas o mal vistas.

S.V.: Lili es una mujer que en su adultez pone en práctica lo que de niña no hizo, esos miedos, esos sueños, las premoniciones que todos sentimos de niños, ella los pone en práctica. Eso la vuelve cruel, pero no hay maldad per se, hay una perversión que tiene que ver con lo que fue en su niñez.

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Tapa no me cuentes

APU: Hay una párrafo en un capitulo en donde uno de los personajes no comprende que es el amor ¿Para algunos de los personajes el amor es la felicidad?

S.V.: El amor para Lili es tragedia y para María José apunta a la felicidad hasta que se da cuenta que se puede ser feliz con un amor más tranquilo, menos complicado.

APU: ¿Cómo es ser una escritora del interior de Buenos Aires cuando un gran porcentaje del mercado editorial se concentra sólo en Capital federal?

S.V.: Es todo un reto. En estos momentos estoy entrando en el mundo de los escritores capitalinos y sin embargo no quiero vivir en allí. Lo lúdico se pierde en Capital y lo sobrenatural tiene que ver con lo lúdico, esta cosa de lo aparecidos no es tan rara en el interior, en el campo, que se te aparezca un fantasma nadie le tiene tanto miedo, tampoco la crueldad.

Es una cuestión factible, no se cataloga como algo terrible, tiene cierto permiso la crueldad. Es más real, se muestra más y en la capital eso se esconde porque hay que ser políticamente correcto. La novela no es para nada políticamente correcta ni pretende serlo, no muestra mujeres como víctimas. De hecho, uno de los personajes es bastante cruel. Mi idea es poner al ser humano en un concepto que transciende el género, que tiene que ver con lo que somos intrínsecamente.

APU: Hay una transfondo social de lo que fue la dictadura ¿Por qué ese contexto?

S.V.: Uno siempre pone un ambiente en la historia porque tiene que haber un contexto. Quería hablar de la dictadura y contar, también, por qué esa crueldad de Lili. Ella fue niña en una sociedad en la que se aplaudía a Videla. El tiempo en el cual transcurre la novela es en el final de los años de la dictadura hasta los 2000, desde su niñez hasta su juventud. Ella es cruel porque fue criada en un mundo cruel, no había los valores sociales que tenemos hoy.

“Lo lúdico se pierde en Capital y lo sobrenatural tiene que ver con lo lúdico”.

APU: ¿Que roles deben de tener las librerías, las bibliotecas, los libros en la cultura?

S.V.: Creo que ninguna debe de dejar de existir, tienen que estar aun cuando el libro cambie de formato y se vuelva digital. que es hacia lo que vamos. A mí no me da miedo los nuevos formatos, creo que es normal y que tampoco está bueno talar árboles para publicar libros. Van a quedar como un objeto mágico que va pasando por manos y que además va transmitiendo historias con esos olores.

APU: -¿Cómo se construye un escritor?

SV: Se necesita mucho tiempo, un escritor va generando sus propias capas, así como las historias tienen sus propias capas. No soy la misma escritora a los 20 años que a los 40 años y espero no ser la misma dentro de 10 años. Porque le vas creando colchones a tu texto y nuevas experiencias de vida. Creo que es un oficio, hay que trabajar y aprender mucho.

APU: -¿A qué público apunta la novela?

SV: Es para un público adulto con intereses en la comedia negra, en lo sobrenatural. No es una novela romántica, es oscura porque creo que la vida es crueldad y humor.