Teatro: “La teoría del desencanto”, drama y suspenso a lo Hitchcock

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CARTELERA TEATRAL

Teatro: “La teoría del desencanto”, drama y suspenso a lo Hitchcock

16 Marzo 2025

La teoría del desencanto es todo un universo de sentido. Como bien anuncia el título, estamos en el marco de una teoría, es decir, habrá tesis, hipótesis, argumentos, justificaciones; posiciones vitales que irán mutando movidas por un ritmo in crescendo, casi frenético.

Apenas entramos a la sala, como espectadores intuimos que vamos a estar inmersos en aquello que ocurre en una casa del barrio de La Boca, a fines de la década del 80, con un clima de tormenta eléctrica en el afuera del afuera. Porque ni bien nos sentamos, ya estamos adentro del texto. No habrá cuarta pared. Todo sucederá en un estado de escena constante, casi como en un enorme plano secuencia superador de aquellos vértigos de la ventana indiscreta hitchcockeana que resuenan allá a los lejos.

Para que todo eso ocurra será necesario un espacio íntimo y acogedor; una puesta a tres frentes, orgánica y cuidada al detalle en la disposición de los objetos analógicos de la época (que nada tiene de nostálgica); un manejo especialísimo del sonido interior y exterior; un juego de luces que enfatiza cuando conviene al texto y oscurece para cambiar el foco de atención en un vaivén casi musical; una coreografía escénica delirante de lo exacta que es; y, por sobre todo, una danza híbrida entre los cuerpos y las palabras de María,Francisco, Renata y Antonio (encarnados ferozmente por el maravilloso cuarteto Julia Di Ciocco, Juan Tupac Soler, Ana Celentano y Raúl Antonio Fernández) que ofrecen en escena los mejores regalos que un texto puede recibir: el ritmo perfecto y la complicidad.

María, Francisco y Antonio son escritores. Pertenecen de alguna u otra forma al mundo editorial y sus vidas están atravesadas por la literatura. Renata no. Renata es italiana, lleva consigo su condición de inmigrante y de artista porque es bailarina y ha vivido mucho. A primera vista es la femme fatale de la escena, la que aporta una sensualidad y un erotismo despreocupados, casi del otro lado del contexto individual de los personajes y también del colectivo; en la radio suena el debate por la Ley de Divorcio que late como un corazón nervioso en la pareja de María y Francisco; un corazón delator. 

El clima tenso (tormentoso en el adentro y en el afuera) de una cena compartida entre María, Francisco y Renata se ve trastocado por la llegada inesperada de Antonio, el escritor consagrado y famoso de cuando la fama se otorgaba a través de una foto en el diario. Antonio representa un espejo para Francisco; en el ritmo vertiginoso de la escena va quedando claro que se erige como su némesis. No ocurre lo mismo entre María y Renata. Ese detalle instala un tono específico: el resorte del conflicto narcisista es definitivamente masculino. 

No es un detalle menor puesto que va a estar íntimamente relacionado con un explosivo monólogo de María (María, nombre histórico, bíblico, genérico: todas podemos ser un poco María) y con la disposición mediadora de Renata tanto en el in crescendo que llevará al clímax de la obra como en la resolución final. Renata, la femme fatale, será ella toda la voz de la razón, la cordura y la inteligencia afectiva en un arco de personaje fabuloso. 

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Teatro. La teoria del desencanto

La teoría del desencanto es una criatura anfibia que se mueve entre los registros del drama, la comedia, el suspenso. Las dosis de cada registro están inoculadas con una pertinencia metodológica propia de una tesis. Y el desencanto -que no es desengaño ni despecho y es, a la vez, el título de la novela de Antonio- es el núcleo de sentido sobre el que se sostiene la toma de conciencia de cada uno de los cuatro personajes; es el enfrentarse con la inescapable realidad de que los hechizos tarde o temprano se rompen y las cosas/personas no son tan encantadoras como pensábamos. Ni en el plano personal ni en el colectivo; los últimos años de la década del 80 le demostraron a la sociedad argentina que la dictadura cívico-militar se había cobrado un costo inenarrable. Lo íntimo, lo colectivo, lo universal.

Y como hace todo texto, esto es, intentar narrar la condición humana desde la periferia posible del lenguaje, la obra de Julieta Otero es también una teoría de la literatura. De todo lo que se escribe especialmente cuando no se puede decir, de cómo la comunicación a veces ocurre en el extremo de una situación límite porque no ha podido encontrar su lugar. El proceso neurótico de la escritura, la centralidad de ese estado de locura momentánea que ciega (como los celos) ante el registro del otro, y la relación profunda que todo esto tiene con la necesidad de validación y reconocimiento, definen el contorno de los personajes masculinos de la obra y, en contraposición, la entidad de los personajes femeninos. Y así establece el conflicto y la vitalidad de las relaciones humanas.  

“La teoría del desencanto” es una criatura anfibia que se mueve entre los registros del drama, la comedia, el suspenso.

Sumergirse, por tanto, en las aguas de La teoría del desencanto es una experiencia entrañable y profundamente humana, traccionada por la fuerza poética y política de un teatro hecho colectivamente para sostener la potencia transformadora del arte, en un clima de época que atenta contra toda vitalidad posible. Brindamos entonces como lo hacen los personajes de la obra: “Por los libros que se editan y las obras que se estrenan”. Y por los que todavía no, también. 

Ficha técnico artística

Obra galardonada con el 12° Premio ARTEI 2024 a la producción de Teatro Independiente, el Premio Incentivo de Argentores y el apoyo del Instituto Nacional del Teatro.

Dramaturgia y Dirección: Julieta Otero.

Actúan: Ana Celentano, Julia Di Ciocco, Raúl Antonio Fernández, Juan Tupac Soler.

Maquillaje: Rocio Baldonedo.

Diseño de vestuario: Victoria Nana.

Diseño de escenografía: Jose Escobar.

Diseño de Iluminación: Samir Carrillo.

Fotografía: Rorro García.

Diseño gráfico: Lucila Gejtman.

Asistencia de dirección: Lucía García Paredes, Camila Sartorio.

Prensa: Varas Otero Comunicaciones.

Coreografía: Agustina Leoni.

La obra se presenta en El método Kairós, El Salvador 4530, CABA, los miércoles a las 21 horas hasta el 30 de abril.

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