“Tucumanazo, el poder popular”: un documental, medio siglo después
Por Andrea Montenegro Scarpa
En el año 2014 Ricardo Reinoso, periodista, poeta, artista visual, conjuntamente con la Asociación de Prensa de Tucumán, llevaron adelante la investigación y realización del proyecto documental “Tucumanazo, el poder popular”.
Para adentrarnos en el universo de esta historia tucumana conversamos con el realizador.
AGENCIA PACO URONDO: Pertenecés a una joven generación que fue protagonista del Tucumanazo y también fuiste estudiante en la Escuela Preuniversitaria Gymnasium de la UNT, ¿qué despertó tu interés en realizar este documental?
Ricardo Reinoso: Fui estudiante secundario durante el Tucumanazo y no participé en él, pero sí viví la resistencia del colegio en 1970 ante la intervención de Elida Pasqualini de Acosta, una profesora de francés que en los 90´ sería concejal del bussismo. Asambleas, marchas y la toma del colegio, lograron que la interventora fuera retirada de su cargo. Muchos años después fui interiorizándome sobre la historia de los movimientos obreros y estudiantiles contra la dictadura.
APU: ¿Cómo fue el trabajo de reconstrucción de los hechos? ¿Hallaste información inesperada?
R.R.: Mi trabajo consistió en grabar los testimonios de los que fueron los dirigentes estudiantiles en ese momento y quienes encabezaron los actos y manifestaciones. Me sorprendió saber que no fue un movimiento obrero - estudiantil realmente, sino casi exclusivamente estudiantil, que despertó el apoyo de la población.
APU: ¿Cómo se comprende la época desde una mirada 50 años después?
R.R.: En ese momento había un gran malestar social por el cierre de los ingenios, la proscripción del peronismo, la crisis económica, y por otro lado la perspectiva de una revolución socialista que para muchos estudiantes e intelectuales era inminente.
APU: ¿Cuáles fueron los hechos desencadenantes de este movimiento?
R.R.:El cierre de los ingenios y el malestar social, pero puntualmente lo que encendió la mecha fue el intento de controlar y de cerrar el comedor universitario, por parte del Rectorado de la UNT.
APU: A los movimientos estudiantiles de ese momento, ¿cómo los describirías? ¿Qué diferencias y similitudes tienen con los actuales?
R.R.: Tenían un claro fundamento ideológico de izquierda, en su mayoría. Y eran antiperonistas. Aunque también había grupos peronistas. Entiendo que la izquierda mantuvo su predominio en las facultades humanistas, sobre todo. No conozco mucho de la realidad actual de la UNT.
APU: ¿Cómo se insertan en lo acontecido los obreros, los gremios y la sociedad tucumana?
R.R.: Los obreros tuvieron participación, aunque no mayoritaria. Desde la FOTIA hubo algún intento de cohesión con el movimiento estudiantil. La sociedad participó en la revuelta, apoyando a los manifestantes mediante el aporte de víveres y materiales para armar barricadas.
APU: El documental se sostiene sobre el testimonio de 20 exestudiantes que protagonizaron la revuelta. ¿Cómo recuerdan lo sucedido? ¿Qué participación tuvo cada uno? ¿Todavía persiste la pasión que los motivó en aquel momento?
R.R.: En muchos se mantienen los mismos ideales y todos recuerdan con orgullo la participación que tuvieron. Consideran un privilegio haber sido parte de esa resistencia. Algunos son más analíticos y lamentan que esas rebeliones hayan alentado la lucha armada por una revolución socialista, que fue una ilusión sin basamento real y que provocó una represión sanguinaria.
APU: Cuatro días que quedaron en la historia tucumana, ¿qué mirada tenés sobre ellos? ¿Cómo se resolvió el conflicto?
R.R.: Se otorgó a los estudiantes el manejo del comedor, se removió al rector de la UNT y se cambió al gobernador. El Tucumanazo y las otras puebladas que hubo en el país ayudaron a la apertura democrática que permitió elecciones y el regreso de Perón.
APU: Pasaron seis años de la realización del documental y recientemente se cumplieron 50 años del Tucumanazo, ¿qué camino transitó el documental en este tiempo? ¿Pensás que ayudó a reencontrarnos con esta parte de nuestra historia teniendo en cuenta el oscurantismo que se desató con posterioridad?
R.R.: El documental fue estrenado a sala llena en el Teatro Alberdi, con la presencia de los protagonistas y hubo una serie de testimonios conmovedores. Luego se proyectó en distintos ámbitos, con debates y presencia de estudiantes secundarios, en algunos casos. Es un aporte a la memoria, muy valioso, para quienes se interesan por la historia del país y se sienten parte de una sociedad con un destino en común. Sin embargo, la conciencia de lo colectivo va disminuyendo frente al avance del individualismo instaurado por la cultura neoliberal.
APU: Me quedé pensando en la relación estudiantes–sociedad, ¿ese vínculo se mantiene o se rompió de alguna manera?
R.R.: Los estudiantes fueron la punta de lanza contra un estado dictatorial y represor. En democracia, ya no se dan las mismas condiciones para una sublevación de esa magnitud y sus consecuencias. Hay manifestaciones todos los días y por muy diversos motivos, dado que existe libertad. La efervescencia política en las universidades ya no tiene la intensidad de aquel momento. Pero el vínculo con la sociedad no creo que esté roto.