Organizaciones políticas y de Derechos Humanos repudiaron a Martiniano Molina
Documento firmado por organizaciones políticas y de Derechos Humanos de Quilmes:
Desde Quilmes hacemos un expreso rechazo al desconocimiento del intendente Martiniano Molina respecto del ex Centro Clandestino de Detención, “El Pozo” de Quilmes.
La antigua Brigada de Investigaciones de Quilmes, estuvo a cargo del Primer Cuerpo del Ejército desde agosto de 1976, y funcionó como Centro Clandestino de Detención hasta 1979. Fue la lucha de los sobrevivientes y de los organismos de derechos humanos la que permitió que los quilmeños conozcan lo que sucedía en aquellos años nefastos de dictadura militar y complicidad civil. En 2014, la Secretaría de DDHH de la Pcia de Buenos Aires y el entonces intendente Francisco Gutiérrez, señalizaron el lugar, como ya se había realizado también con el Centro Clandestino de Detención Puesto Vasco, en Don Bosco.
El evidente desconocimiento pone al descubierto ante toda la ciudadanía lo que a todas luces ya era un hecho: la alianza Cambiemos, por la cual Martiniano Molina accede a la intendencia, excluye a los derechos humanos de su política de estado. El actual presidente Mauricio Macri, cuya fortuna familiar se alcanzó a costas de sus vínculos con el gobierno de facto, ha manifestado en reiteradas ocasiones que se iba a acabar “el curro de los derechos humanos”. Martiniano Molina ignora lo que él, Macri y Cambiemos quieren ignorar. El desconocimiento del genocidio es además la falta de sensibilidad hacia la injusticia y el dolor. ¿Con qué sentido va a gobernar a nuestro querido Quilmes?
Sin dudas, resulta un grave retroceso para la sociedad argentina que tras años de silencio oficial, tuvo en el ex presidente Néstor Kirchner al primer mandatario en asumir responsabilidades y pedir perdón por todos los crímenes de lesa humanidad de la dictadura iniciada en 1976 y en los sucesivos gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner, a los derechos humanos como un pilar de la política de Estado.
En estos días, a 40 años del golpe de Estado, vivimos unos días muy particulares: el presidente de Estados Unidos, país que ha sido promotor sistemático de los golpes de Estado en América Latina hacia gobiernos soberanos y populares, vino a decirle a todos los argentinos que Macri puede transformarse en un referente regional de los derechos humanos. Estos primeros 100 días de mandato, fueron suficientes para visualizar el deterioro del sistema democrático argentino: una presa política como Milagro Sala, 100.000 despidos entre ellos, el desmantelamiento de programas de investigación de los crímenes cívico militares de la última dictadura en el Ministerio de Seguridad y en el Banco Central; la intervención del AFSCA y la presiones y persecuciones a periodistas críticos; el clima de revanchismo en la sociedad que genera ataque a locales partidarios; intimidación pública y represión a murgas de chicos, a trabajadores y la hipoteca al futuro de todos los argentinos que es la entrega a los fondos buitres.
Las centenares de miles de personas que fueron ayer a Plaza de Mayo, pudieron escuchar las palabras justas del documento leído por los organismos de Derechos Humanos: “Nos prefieren obedientes y conformistas, desinformados y sin educación. Nos pretenden sometidos y asustados. Pero tenemos las banderas de los 30.000 muy altas, les decimos que al miedo lo conocimos hace rato, con la Triple A y los genocidas, y que no van a detenernos. Vamos a seguir defendiendo nuestros derechos, vamos a seguir defendiendo la democracia”. Con el ejemplo de nuestras a Madres y Abuelas, no será el FPV quien dará un paso atrás en la defensa de las conquistas alcanzadas.
En nombre de los familiares de las víctimas y por la memoria de los detenidos, torturados y desaparecidos, exigimos al intendente Martiniano Molina dísculpas públicas y que arbitre los medios necesarios para convertirlo en Museo histórico por la memoria.