"Yo también hablo": una campaña para denunciar las torturas en Malvinas

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    Lanzan una campaña para denuncias casos de torturas en Malvinas
    Foto: Télam

"Yo también hablo": una campaña para denunciar las torturas en Malvinas

05 Abril 2021

Por Paula Viafora

El conflicto bélico de Malvinas fue dentro los sucesos de la última dictadura uno de los silenciados y negados, pero que se cobró 649 vidas. Luego de la rendición de argentina y el regreso de los soldados al continente, transcurrió el último año del periodo dictatorial, durante el cual se impulsó el olvido de la guerra, un proceso llamado “desmalvinización” que podríamos explicar como un discurso hegemónico mediante el cual se desconocieron acontecimientos históricos significativos y se menoscabaron componentes de alto valor simbólico para nuestro devenir, entre los que se encuentran episodios de una épica notoria, la negación de la calidad de héroes a nuestros combatientes y el apoyo brindado por muchos países latinoamericanos, y de Estados como Libia e Israel. El discurso desmalvinizador, en cierto sentido, pretendió –y aún pretende– cierta “clausura” sobre la cuestión, o en lenguaje más sencillo consistió en hacer como si la guerra no hubiese ocurrido. A partir de este proceso se intentó tapar las secuelas del conflicto.

Lo cierto es que a lo largo de décadas los ex combatientes lucharon por el reconocimiento que le corresponde a cualquier veterano de guerra en cualquier país del mundo, logrando la pensión, algunos beneficios impositivos y no mucho más. La semana que pasó, el presidente Alberto Fernandez se refirió a los ex combatientes  y expresó: “Cada 2 de abril debemos honrar su memoria, porque pelearon por la soberanía de nuestra tierra", y en breve enviará al Congreso tres proyectos de ley con medidas para beneficiar a los ex combatientes". Los mismos consisten en:

- Régimen Previsional de Excepción, Especial y Optativo para el Otorgamiento de Beneficios Jubilatorios” destinado a los soldados conscriptos excombatientes de las Fuerzas Armadas que participaron en las acciones siendo civiles;

- Revalorizar e institucionalizar el Programa Nacional de Atención al Veterano de Guerra, otorgándole carácter de Ley nacional, que fue creado por la necesidad de garantizar el derecho constitucional a la salud y que contempla las patologías que atraviesan quienes han estado en combate, además de brindar atención médica y odontológica al grupo familiar;

- Beneficio de eximición del pago de peajes en rutas y autopistas nacionales, destinado a los ex soldados conscriptos y civiles que hubieren participado en el Teatro de Operaciones Malvinas (TOM.) en efectivas acciones de combate.

Sin embargo, hay otro gran tema ignorado, desconocido y sin miras de repararse por ahora. Muchos de los soldados conscriptos enviados a luchar en Malvinas, sin equipamiento ni ropa adecuada ni instrucción,(ya que el conflicto comenzó en abril y la convocatoria para comenzar el servicio militar ocurría en los primeros meses del año), tuvieron que soportar otra guerra. Otro infierno. Sus propios superiores, militares del país que estaban defendiendo, los sometieron a torturas y malos tratos, mucho más crueles que el tratamiento que les dieron los ingleses como prisioneros.

La causa que investiga las torturas en Malvinas con trámite en el Juzgado Federal de Río Grande, Tierra del Fuego es la 1777/07. Se inició en 2007, tiene a 95 militares imputados y más de 120 víctimas de distintas unidades militares que participaron en el conflicto. Entre las torturas que se denuncian en el expediente judicial, se mencionan los estaqueos y enterramientos bajo temperaturas extremas y suelo congelado durante varias horas, amenazas con arma de fuego, sumersión de la cabeza en agua helada, entre otras.

Muchos años antes de que se iniciara la causa, las organizaciones de ex combatientes denunciaron que fueron torturados, pregonaron una memoria de Malvinas que inscribiera la guerra en el terrorismo de Estado imperante en el país. A 39 años, los testimonios de los soldados en el expediente judicial demuestran con total claridad que, en las islas, los altos mandos militares replicaron la maquinaria represiva de la dictadura militar.

Al cumplirse 39 años el Centro de ex Combatientes Islas Malvinas (CECIM) - La Plata y la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) lanzan la campaña pública “Yo también hablo”, destinada a soldados conscriptos que hayan sufrido torturas y malos tratos por parte de sus militares superiores durante el conflicto bélico y que hasta hoy no lo hayan contado. “Si durante la guerra de Malvinas sufriste maltratos, violencia y torturas por parte de tus superiores, es tiempo de contarlo. No estás solo, vamos a acompañarte. Porque fueron crímenes de lesa humanidad y necesitamos justicia”

El pasado 30 de marzo el colectivo de organizaciones que reúnen a ex soldados publicaron la cara que enviaron al Presidente de la Nación:


Sr. Presidente de la Nación: Dr. Alberto Fernández

De nuestra mayor consideración:

Somos un colectivo de organizaciones que nuclean a ex soldados conscriptos combatientes en la Guerra de Malvinas, constituidos en distintas formas asociativas que trabajamos la temática que contiene “la cuestión Malvinas”, manteniendo un núcleo de coincidencias que se cimientan en los principios de Memoria, Verdad, Justicia, Soberanía y Paz.

Estamos en vísperas de cumplir 40 años de haber vivido la experiencia de la Guerra siendo muy jóvenes, pibes que cumplíamos con el suspendido Servicio Militar Obligatorio y por esas circunstancias aparecimos en la vida política de nuestro país, después de experimentar el horror de la guerra en el contexto de dictadura cívico militar y posteriormente en pleno proceso de recuperación de la democracia.

En esos años, nos sumamos a esa hermosa juventud que se involucró en la reconstrucción de los principios de convivencia y el funcionamiento de las instituciones de la democracia, luchamos contra el olvido, la indiferencia, transformándonos en hacedores de posibilitar el marco normativo de las políticas públicas que llegaron un poco tarde, pero finalmente dieron la contención y el reconocimiento que hoy gozan los Ex Soldados Conscriptos Combatientes en Malvinas, los Ex Combatientes.

Sr. Presidente, usted es un hombre del derecho y un defensor de las garantías y de los derechos humanos, lo destacamos en cada oportunidad que podemos escucharlo con mucha claridad conceptual, como lo ha manifestado el pasado 24 de Marzo el día de la Memoria en la entrega de los premios Juana Azurduy a nuestras queridas Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.

La dictadura cívico militar dejó una herida que duele en el sentir de nuestro pueblo, dictadura que nos embarcó en la aventura bélica de la Guerra de Malvinas con una potencia ajena sin precedentes en América Latina, generando un retraso de gran envergadura en las relaciones bilaterales para la recuperación por la vía diplomática de nuestras Islas, dejando secuelas en el alma en quienes sobrevivimos a ella. Una Guerra que nos alejó de la posición histórica que la República Argentina mantuvo dentro de la comunidad internacional sobre el reclamo ante la usurpación.

No podemos dejar de recordar la decisión de Néstor Kirchner de impulsar la derogación de las leyes del perdón que fue clave para habilitar la reapertura de causas judiciales por crímenes de lesa humanidad incluidos nuestros casos durante el terrorismo de Estado, una clara señal de que los derechos humanos iban a ser un pilar en el conjunto de las políticas de Estado, que se terminaron de consolidar con Cristina Fernández de Kirchner

Sr. Presidente recordamos el discurso del Ex Presidente Néstor Kirchner del 25 de Mayo de 2003 que decía “Llegamos sin rencores, pero con memoria”, donde trazaba las líneas de acción de gobierno, dando así el puntapié inicial al proceso que generó las condiciones para que la justicia revisará los horrores del pasado.

Elegimos esta fecha para enviarle esta carta porque un 30 de Marzo de 1982, el régimen nos acuartelaron en los lugares donde cumplíamos con la “colimba”,ante las movilizaciones convocadas por el movimiento obrero que a lo largo y a lo ancho

del país se producían bajo la consigna “Paz, Pan y Trabajo”.

Ese día la dictadura, nos instruía en la posibilidad de salir a reprimir a nuestro pueblo, a nuestras familias trabajadoras. Tres días después ocurrió la recuperación militar del 2 de Abril de nuestras Islas Malvinas, este contraste demuestra cuáles fueron los intereses reales de un gobierno de facto desgastado que lamentablemente recurrió a Malvinas, todos sabemos lo que luego ocurrió.

Lamentablemente el Sr. Presidente el terrorismo de estado también se trasladó a Malvinas, aún hoy a casi 40 años de esos hechos, continuamos bregando para que el Poder Judicial de la Nación imponga celeridad en la investigación de las graves violaciones a los DD.HH denunciadas por cientos de compañeros ex combatientes que reclaman justicia.

Sr. Presidente ya pasaron 13 años de iniciada la causa 1777/07 radicada en el Juzgado Federal de Río Grande en Tierra del Fuego, donde se investigan las denuncias de soldados, hasta el momento se contabilizan 120 hechos y más de 95 militares

indicados como presuntos autores de imposición de tormentos, de los cuales cuatro ya fueron procesados en el año 2019 y durante el mes de Abril del corriente, deberán prestar

declaración indagatoria otros seis. La justicia lenta no es justicia, es impunidad.

En 2015 denunciamos ante la CIDH la responsabilidad del Estado argentino por la vulneración del derecho de acceso a la Justicia y el derecho a la verdad, esto dio inicio al caso P460-15 Argentina CIDH.

En el año 2020, al comienzo de su mandato el Estado nos propuso un proceso de solución amistosa al cual adherimos, elevando una serie de puntos dentro de los cuales destacamos la imperiosa y urgente presentación de la Secretaría de DD.HH de la Nación como querellante en la causa 1777/07 sobre imposición de torturas radicada en Río Grande, para que el Estado Nacional acompañe a las víctimas que reclaman justicia en hechos ocurridos hace casi 40 años.

Asimismo, en la elevación de los puntos de solución amistosa que están siendo monitoreados por la CIDH, solicitamos la derogación del decreto 741/2017, decreto que la gestión de Mauricio Macri modificó en la integración de la Comisión Nacional de Ex Combatientes de Malvinas, organismo que depende del Ministerio del Interior, incorporando por primera vez desde su creación en 1994 al personal militar.

Necesitamos volver al espíritu del decreto 542 de 17/4/2012 donde la entonces Presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner normaliza y pone cada cosa en su lugar, el ámbito civil en el Ministerio del Interior y el ámbito militar en el Ministerio de Defensa.

Este decreto incumple la Ley 27372, Ley de Derechos y Garantías de las Personas Víctimas de Delitos y de Violaciones a los DD.HH, que reconoce y garantiza los derechos de las víctimas y que en este caso se vulneran ya que banaliza la existencia que aún persiste entre la subordinación de la víctima y el supuesto autor del delito. El Estado ha dejado a los ex soldados conscriptos sin esa herramienta

fundamental que desde 1994 posibilitó la interacción con distintas agencias estatales en la resolución de problemas.

Sr. Presidente la vara de las políticas de defensa de los DD.HH lograda por el pueblo argentino es muy alta, es por ello que en esta ocasión le solicitamos que el proceso de Memoria, Verdad, Justicia incluya definitivamente también a los que sufrieron la tortura en Malvinas defendiendo la soberanía con los valores culturales e históricos de nuestro pueblo.

A casi 40 años de la Guerra de Malvinas, las instituciones de la Democracia tienen una asignatura pendiente de estos hechos que son inocultables.

Es por ello que le solicitamos considere esta petición de los puntos mencionados para que se efectivice una política de estado que también contemple a un colectivo que sufrió las consecuencias del terrorismo de estado.

Sr Presidente pedimos Justicia por Malvinas.

Mesa de Coincidencias Malvinas - MECOMA

30 de Marzo de 2021