Patagonia Rebelde: Centenario, peronismo y nuevas lecturas
Entre 1972 y 1974, los hechos ocurridos en las huelgas patagónicas salieron del silencio. Cumpliéndose más de 50 años, la investigación de Osvaldo Bayer irrumpió en la escena pública denunciando aquella masacre de obreros. Pero, sobre todo, lo que Bayer denunció fue un sistema de explotación que se extendió en las tierras del sur. Tanto del lado argentino como chileno, con la mancomunión de las oligarquías de los dos países, las fuerzas armadas y los gobiernos de turno. El historiador contó en detalles cómo se amasaron las grandes fortunas del sur, dando lugar a los grandes latifundios, las sociedades anónimas, las ricas familias terratenientes: los Menéndez, Braun, Behety, etc, etc.
Eran los años ’70, una década marcada por la militancia revolucionaria y las fuertes convicciones de transformar el mundo en otro más justo. Osvaldo Bayer fue un militante de esa causa, a la que le dedicó toda su vida: sus ideales, su obra y su pensamiento se pueden apreciar en la entrevista que realizó el periodista Julián Coconier para Revista Cítrica y hoy reproducimos en este medio.
Ahora bien, si esta historia nos cuenta sobre las primeras asociaciones sindicales y el anarquismo, es importante saber que la misma tiene una estrecha vinculación con el peronismo ¿por qué? Pues, porque: 1) la filmación de la película en Santa Cruz tuvo el apoyo de Jorge Cepernic, gobernador peronista vinculado a la Tendencia revolucionaria que convocó al pueblo y a la Juventud Peronista a participar de la filmación. 2) porque fue el mismo Perón quien dio el visto bueno para la exhibición del film; ya que su Ministro de Defensa, Angel Robledo, se había manifestado en contra. 3) Porque años después, el gobierno provincial de Néstor Kirchner inició el apoyo oficial de las acciones de la sociedad civil para el rescate de esta memoria histórica, tal como relata la investigadora Alicia García en la entrevista que hoy publicamos para este dossier. 4) Y muy justamente, los lugares donde ocurrieron los hechos fueron señalados como Sitios de la Memoria bajo el mandato presidencial de Cristina Fernández de Kirchner. 5) Porque hoy, a más de 100 años de los hechos, Alicia Kirchner, gobernadora de Santa Cruz, está apoyando y promoviendo las acciones para que estos crímenes sean declarados como delitos de Lesa Humanidad. El proyecto de Ley fue presentado por la Senadora Ana María Ianni.
Asimismo, otro recuerdo del año 2004 nos sirve para describir esta vinculación: es el de la exhibición de la película en el Salón Blanco. Fue uno de los primeros actos que realizó Néstor Kirchner como presidente en ese ámbito. Allí estuvo presente Osvaldo Bayer y Néstor le expresó su emoción y suma gratitud por haber esclarecido los hechos: “Dios quiera que estemos generando un punto de inflexión histórica”, afirmó. Y también se permitió bromear con el mito sobre su participación en la película: “la verdad, quién hubiera dicho en aquel verano del ’73 que nos íbamos a encontrar acá, en el Salón Blanco de la Casa Rosada, a pesar de que todavía quiero cobrar lo que me correspondía”, señaló con su inolvidable sentido del humor.
Ahora bien, volviendo hacia atrás, se hace necesario recordar una publicación de la revista Noticias; pues fue un hecho categórico que hoy hace a la comprensión histórica. En el año 1996 la revista entrevistó a Cristina Fernández de Kirchner bajo el título La Patagónica Rebelde. Así pretendía exponer la actitud que estaba tomando Cristina en el Senado, elevando sus críticas al menemismo, como gobierno y como conducción del PJ. Este artículo es una pieza fundamental que da cuenta su coherencia política y su trayectoria.
Por otra parte, se debe subrayar que en esta conmemoración de las huelgas aparecen otras lecturas de suma importancia que aportan nuevos enfoques a la historización de los hechos.
Hay dos cuestiones fundamentales, la visibilización de las mujeres trabajadoras que fueron empleadas como mucamas, cocineras, lavanderas, etc. y que igualmente sufrieron condiciones de trabajo miserables. Rescatar estas figuras, demostrar que hubo reclamos laborales que las incluyeron es una tarea que se está iniciando y que generaría un aporte valiosísimo a la historia de las mujeres trabajadoras. La investigadora Alicia García lo explicó muy bien en la entrevista que realizamos para este medio.
Otra cuestión primordial es el reconocimiento de la identidad indígena de la mayoría de los trabajadores rurales del sur. Pues los hechos de las huelgas patagónicas se inscriben dentro de una misma historia.
Una perspectiva decolonial permite afirmar que las nuevas relaciones sociales y económicas que se instauran en América, luego del hecho violento de la Conquista, van dando forma al modelo capitalista que se cierne sobre la explotación de los pueblos originarios mediante el genocidio y el etnocidio.
La reducción a la servidumbre, la opresión y eliminación física, el despojo de las tierras, la destrucción de las comunidades, y de las formas de vida y de las cosmovisiones indígenas, a lo que se suma la mano de obra esclava traída de África, constituyeron la violencia fundante del nuevo sistema de dominación.
Como se sabe, la Conquista del Desierto del lado argentino y la Pacificación de la Araucanía del lado chileno designan las operaciones que se llevaron a cabo por parte de los Estados nacionales para acometer tal fin. Las oligarquías terratenientes financiaron estas campañas y de este modo consolidaron el modelo económico agroexportador y multiplicaron sus tierras y sus fortunas.
Por ello, en el análisis de estos hechos es necesario reconocer que la mayoría de aquellos trabajadores masacrados provenía de pueblos originarios. Además, muchos de ellos provenientes de la isla de Chiloé, cargando a la vez con el peso de ser inmigrantes limítrofes.
Así pues, la marca de la xenofobia y el racismo constituyen esta historia. Recordemos que una de las operaciones discursivas de la oligarquía fue intentar encuadrar la represión de las huelgas dentro del problema fronterizo con Chile; sin embargo, hay sobradas pruebas que demuestran la cooperación de ambas oligarquías y Estados para cercar a los huelguistas.
Otra cuestión primordial es el reconocimiento de la identidad indígena de la mayoría de los trabajadores rurales del sur. Pues los hechos de las huelgas patagónicas se inscriben dentro de una misma historia.
A su vez, una nueva lectura e interpretación sobre el rol de los peones chilotes afirma que también tuvieron una participación activa como delegados y dirigentes; algo que tal vez quedó subordinado al rol protagónico que se les dio a los obreros europeos y anarquistas de la federación obrera. Cabe aclarar que, chilote es un gentilicio que designa a las personas nacidas en Chiloé, aunque su uso se tornó peyorativo y extendido hacia la nacionalidad chilena, producto de las prácticas que conlleva la xenofobia.
Sobre este tema profundizan varios artículos del libro, Patagonia Rebelde. Cien años, editado por Red Editorial, con el apoyo de la Biblioteca Osvaldo Bayer y la CONABIP. En un artículo que integra este dossier la poeta mapuche Liliana Ancalao también se expresa sobre lo mismo.
Para finalizar, se hace necesario recordar que Osvaldo Bayer, en su última etapa, se dedicó a denunciar la situación de los pueblos originarios en varias acciones: la campaña para desmonumentar a Roca y la realización en su lugar del monumento a la mujer originaria; la producción del documental Awka Liwen, que lleva su voz y su guión, entre otras cosas.
También dedicó unas palabras al libro Nadie enduela su voz como plegaria, del poeta Carlos Aldazábal: “En este libro, en su profunda poesía, se nos describe en imágenes bellísimas o trágicas la vida del habitante natural de las tierras fueguinas (…). Un aporte a la comprensión de todos esos mundos que fueron desapareciendo a medida que llegaba el hombre blanco”. Este libro contiene poemas que hablan del pueblo selknam de Tierra del Fuego, un recordatorio especial pues de ese pueblo también proviene quien aquí escribe.
Como sabemos, en la actualidad la cuestión indígena volvió a estar en el centro del conflicto, lo que va de la mano con la cuestión de la propiedad de la tierra en la Patagonia. El modelo económico dominante, que antes fue agroexportador y hoy neoliberal, sigue pujando, cobrándose vidas y desarrollando nuevas estrategias políticas y judiciales para sostener y acrecentar sus riquezas.
Es en este marco que se ejecuta la persecución judicial a Cristina, a quien alguna vez llamaron “la patagónica rebelde”. Saben que si ella vuelve a gobernar, el proyecto elitista de retroceder hacia un pre peronismo quedará trunco.
En suma, la demanda para que los crímenes de las huelgas patagónicas sean declarados delitos de Lesa Humanidad es sustancial.
Y la construcción de ese “punto de inflexión histórica”, tal como sostuvo Néstor, es la lucha constante y lo que hoy está en juego.