¿Por qué Gonzalo Chaves?
“Vivimos tiempos difíciles”, dice el intelectual boliviano Álvaro García Linera y uno no puede más que pensar que, salvó un puñado de meses allá cuando recuperabamos petroleras -por hablar del tiempo presente- siempre que saltamos queda nuestra mano bailando al viento, y no llegamos a tocar eso que ansiamos, siquiera rozarlo con los dedos. Lo sabemos: nuevamente al piso, y a volver a empezar. Siempre son tiempos difíciles.
Quizás, en esto nuevamente se encuentre: el Negro Chaves, el compañero Gonzalo, el Negro Luis, el hijo de Horacio, el hermano de Rolando, el papá de Gonzalo, Mariana, Juan Pablo, Rocío; el abuelo de una nieta. Si hay una característica que tuvo Gonzalo, durante gran parte de su vida, fue el hecho de no renunciar. De seguir intentando. De saber que para toda la vida, es eso sin más. Y que -a fin de cuentas- siempre hay algo para resolver, para poder avanzar. Lo mas seguro es que siempre sean tiempos dificiles.
También este primer Gonzalo está emparentado con el máximo dolor, no solo por su familia acribillada en La Plata, sino por el dolor de poner el cuerpo por décadas. Ya se lo dijo un compañero suyo a Polosecki, en su programa de TV "El otro lado": “Es fácil dar la vida en un minuto. El tema es darla siempre”. Gonzalo lo hace.
Después está el tema de los trabajadores, de los sindicatos, de los gremios. Acá el Negro Chaves expresa, y reúne, ese lugar desde donde se producen los verdaderos cambios para la vida diaria y cotidiana de los hombres y mujeres de nuestra patria. Ahí fue su militancia desde el gremio de telefónicos a fines de los 60, decidir en una asamblea en ATE que pasaban a Montoneros, ganar las elecciones en la UOCRA, armar la JTP y meter delegados en los gremios, la efectiva militancia en Córdoba ganando gremios industriales y de servicios, la CGT de la resistencia, la formación de cuadros desde las Asociación Sindicales Peronistas (Barba Gutierrez, Hector Amichetti, los mas conocidos, aunque se cuentan por miles y en toda la Patria) que terminaron conduciendo gremios importantísimos desde la recuperación de la democracia hasta nuestra cruenta actualidad.
En este último punto, tuvo una generosidad doble: no solo plantear y llevar adelante la idea de -casi en solitario- : “el trabajador genera y produce conocimiento”, sino que su conocimiento lo brindó sin pedir nada a cambio a través de las décadas. Al día de hoy, cualquier militante popular puede simplemente cruzarse con Chaves en alguna reunión, tomar unos mates y aprenderlo todo en algunas horas. Y para que no solo sea rémora del pasado, pensar lo sindical desde la vida de Chaves puede arrojarnos muchas pistas para continuar la lucha en este presente, donde la CGT se pone al frente de la resistencia a Javier Milei. No nos olvidemos, el salón principal de la central obrera-ahí desde donde habló Peron en 1973- se llama Felipe Vallese, no tiene otro nombre.
Hay tantas cosas para hablar de Gonzalo Chaves: su probada mirada de la Triple A y la relación con el Ejército Argentino, poner sobre la mesa el (doloroso) concepto de “Derrota” para entrarle al debate de los 70, su militancia inicial en los 60 -la JP de La Plata y el MPR- que le permitió ir a formarse a Cuba, y cruzarse con el Che (de lejos), Jhon William Cooke, Gustavo Rearte, Cesar Marcos. Este último compañero se lo señaló su papá, Horacio Chaves, en una de las tantas visitas a la cárcel. “Él es el jefe de la resistencia peronista”, le dijo, y Gonzalo se sorprendió muchísimo al tener frente a sus ojos a un viejito de pelo entrecano que fumaba y leía todo el tiempo. Eso es el peronismo, tambien hoy.
Gonzalo Chaves siempre escribió. Con el tiempo fue puliendo su escritura, y en “Memoria Montonera”, y “Rebelde Acontecer”, sacó su verdadero “yo” para narrar sus verdades en los tiempos vividos desde la Resistencia Peronista -se destaca en su mirada conceptual historicista la falta de corte entre los setenta y los años luego de la Fusiladora- hasta entrada la democracia de Alfonsín. Con un nivel de detalle impactante, con datos precisos (la enorme cantidad de trabajadores que fueron presos en una sola noche luego de una huelga bancaria, y que no entraban en ninguna comisaría) y desconocidos, con imágenes de la memoria popular que no estaban más que anotadas en el relato oral que se contaba en las cocinas de la Patria, y con su memoria prodigiosa fue armando un archivos -por suerte editado en sus libros- que ya es una obra monumental e innegable para entender el devenir histórico de la Argentina, se mire con la lupa o prisma que se mire.
Gonzalo perteneció a Montoneros, como Oesterheld, como Walsh, como Paco Urondo. Estuvo encuadrado en la Organizacion, en tiempos de Democracia y en tiempos de Dictadura. Desde ahi construyó desde las barriadas y las fabricas, clandestino, siempre con mirada amplia y organizativa luchando por la Revolución. Esa mirada lo puso en un lugar dentro del peronismo, pero no por eso no expresa ese todo.
Hasta acá, tenemos bastantes respuestas para empezar a dialogar con este título de porque desde la Agencia de Noticias Paco Urondo homenajeamos a Gonzalo “el Negro” Chaves. Pero hay más.
En la película Operación Masacre, el cineasta Jorge “el Tigre” Cedron le hace hablar a Troxler, algo para ese tiempo ya muy masticado: ¿Qué significa ser peronista? Concretamente dice, con su voz fuera de campo: “Volví de Bolivia, fui preso, me picanearon, mentalmente regresé muchas veces a ese lugar, quiero encontrar respuesta a esa pregunta: ¿Qué significa ser peronista?”.
Ya es tiempo de decirlo, Gonzalo Chaves significa ser peronista. Abrazo.