The Crown: la lucha por sobrevivir
El día jueves se conoció la noticia de la muerte de la Reina Isabel II, monarca del Reino Unido durante más de 70 años. Su vida frente al trono y de toda la Casa Windsor son sinónimo de los tiempos y transformaciones que vivió la corona, pero también las monarquías en toda Europa. La serie The crown es la biografía no oficial que relata y recrea con timing televisivo esos años.
La Casa Windsor prosperó cuando otras dinastías cayeron, haciendo que las monarquías imperiales desaparecieran de Europa. Superó la primera guerra mundial haciendo concesiones. Abandonó su origen alemán para bautizarse bajo el nombre Windsor, forjando una nueva forma de monarquía adaptada a la era democrática. Entendió el punto de inflexión que representaba la Revolución Rusa y borró de su biografía el apellido Sajonia-Coburgo y Gotha, que quedó para siempre asociado a los bombardeos Gotha que atacaron a la ciudad de Londres en 1917, junto al vínculo que unía a la monarquía británica con el zar Nicolás II de Rusia y el emperador alemán Guillermo II. Adaptarse para sobrevivir fue la estrategia que marcó el futuro de la Casa Real y que explica, en parte, cómo aún hoy los ingleses consideran a la corona como una de las instituciones más importantes de su democracia.
Bajo esta premisa, Peter Morgan se propuso relatar con audacia televisiva la historia de la Reina Isabel II, que pasó a ocupar un rol importante en la línea sucesoria tras la abdicación voluntaria de su tío Eduardo VIII para casarse con Wallis Simpson. Morgan no le esquiva a las fricciones y polémicas, pero construye un equilibrio con la tradicional mirada de la BBC sobre la monarquía. Ese punto se disfraza de una visión más humana y menos pomposa sobre la Casa Real, obligándola a fortalecerse en la mirada de su público al calor de sus propios errores y contradicciones.
Desde su estreno, The crown fue pensada para un total de seis temporadas y con tres recambios de actores en los papeles principales, para no desentonar las caracterizaciones con la época. La serie estrenada en Netflix aborda la muerte del Rey Jorge VI, el ascenso de Isabel II al trono, convirtiéndose en la primera coronación en ser televisada, la transformación progresiva del Imperio británico a la Mancomunidad de Naciones, los vínculos del ex duque de Windsor con el nazismo, el conflicto por el canal de Suez y con Ghana, la visita de John y Jackie Kennedy, la catástrofe de Aberfan, la recesión de Margaret Thatcher, los conflictos sociales y la Guerra de Malvinas. A la par, se hace eco de las polémicas que invadieron la Casa Real, como la herencia familiar, el exilio y los escándalos de Felipe, la relación con su madre Alicia de Battenberg, el vínculo de la Reina con su esposo y sus hijos, el romance clandestino de Carlos con Camila y la irrupción de Lady Dy en la familia.
Antes de emprender esta apuesta, Morgan ya había adquirido expertise llevando a la pantalla recreaciones históricas con The deal, El último Rey de Escocia y Frost versus Nixon, pero sobre todo retratando a la monarquía con La Reina, largometraje en el que narra la repercusión que tuvo la muerte de Diana en la familia real. Sin dudas, The crown se sirvió de esa experiencia y deslumbró con grandes personificaciones como las de Claire Foy y Olivia Collman en la piel de Isabel II, Gillian Anderson como Thatcher, y Vanessa Kirby y Helena Bonham Carter como la Princesa Margarita, pero también encontró una forma muy británica y actual de contar la monarquía y su vínculo intermitente y duradero con el presente de la sociedad británica.
Con aval histórico y escenografía cinematográfica, The crown es la única serie que relata los años más álgidos en el reinado de Isabel II, pero sobre todo, la historia e idiosincrasia de una de las pocas dinastías que se las ingenió para sobrevivir pese al fuerte rechazo que cosecharon las monarquías en todo el mundo, junto a las concesiones que hizo la mujer que cosechó el reinado más longevo y su entorno.