El fin de una era para Netflix

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El fin de una era para Netflix

22 Febrero 2020

Entre los años 2010 y 2014 , Netflix recibía a cualquiera que se presentara a sus puertas. En ese momento la plataforma de streaming buscaba ampliar la oferta para sus usuarios con contenidos variados, pero, al mismo tiempo, entendía y respetaba el tiempo que una serie necesita para encontrar su audiencia. Fue durante esta etapa que Raphael Bob-Waksberg, creador de Bojack Horseman, se acercó a Netflix para vender su idea. Si bien la plataforma es muy reservada en cuanto a sus números, siempre se habló de que la audiencia de Bojack estaba muy por debajo de grandes tanques como Stranger Things o La Casa de Papel. Sin embargo, y para sorpresa del propio Bob-Waksberg, la serie fue renovada para una segunda temporada y, aunque estuvo siempre en la cuerda floja, logró sobrevivir hasta enero de este año, amasando un total de seis temporadas; una cantidad a la que muy pocas series (y cada vez menos) logran llegar, sin importar cuántos millones de personas las vean. 

Con el paso de los años, Netflix cambió su modalidad de alojar series en masa y dejar que crezcan y se desarrollen, por un modelo en el que bombardean con contenidos cortos a los usuarios constantemente. En este escenario, sólo casos muy puntuales llegan a tener cuatro o cinco temporadas, mientras que la gran mayoría muere antes de llegar a su tercera. Bob-Waksberg expresó en diferentes entrevistas su descontento por este cambio en el esquema de negocios de Netflix, alegando que si Bojack Horseman fuera a estrenarse hoy, probablemente no sería renovada para una segunda temporada. Teniendo en cuenta el antecedente de Tuca & Bertie, una serie creada por la jefa de diseño de Bojack en 2019, que abordaba temáticas muy similares a las del show del caballo antropomórfico y fue cancelada después de tan sólo una temporada, lo que plantea Bob-Waksberg suena, al menos, posible.

Bojack Horseman necesitó tiempo para ganarse a los fans y a la crítica. Como prueba de esto podemos observar que el sitio especializado Rotten Tomatoes le dio una calificación de 67/100 en su primer temporada a la serie, alegando que “estaba bien, pero perdía en comparación con otras series del estilo”, mientras que las cinco temporadas restantes tienen puntajes que no bajan del 96/100; y los comentarios a partir de ahí la describen como “brillante de principio a fin, de las mejores que se puede ver hoy en cuanto a series”. Por su parte, el sitio Internet Movie Database (IMDB) le dió una calificación general de 8.7/10, y entre los cinco capítulos listados con puntuaciones más altas, se encuentra el último de la tercera temporada, mientras que los otros cuatro se reparten entre capítulos de las últimas tres temporadas. Por esto, si la serie hubiera sido cancelada con una, dos o hasta tres temporadas, jamás habría llegado a ser lo que es hoy: una de las series más aclamadas de la década. Con las cancelaciones en masa que empezó a propiciar Netflix a la mayor parte de sus series, estas producciones jamás podrían haberse desarrollado para llegar a ser exitosas. 

Para ver el panorama más claramente, recopilamos una serie de datos sobre los estrenos de series originales de Netflix desde 2013 hasta 2019. Cuántas series se estrenaron, cuántas ya están finalizadas y qué número de todas esas llegó a tener la misma cantidad de temporadas que Bojack.
 

Netflix en datos

                     

La tendencia es clara: el número de series originales que estrenó Netflix creció cada año desde 2013, mientras que un número importante de esas series ya no siguen al aire, y sólo algunas pocas han llegado a las seis temporadas. Parece que lo que logró Raphael Bob-Waksberg con Bojack ya no es posible en 2020, viendo que una de las series más exitosas en la historia de la plataforma, Stranger Things, terminará con sólo cuatro temporadas.     

Esta tendencia hacia series más cortas se refuerza con cancelaciones en masa a series que no reúnan los requisitos (inciertos) para llegar hasta el nuevo tope virtual de cuatro o cinco temporadas. Con el final de Bojack Horseman murió la última sobreviviente de una de las primeras camadas de contenidos originales de Netflix; una camada que logró, en promedio, números que hoy parecen imposibles. House of Cards tuvo seis temporadas (y podría haber tenido más, pero se vió afectada por las denuncias por abuso sexual contra su protagonista, Kevin Spacey). Mientras que Orange Is the new black llegó a tener siete temporadas. 

El nuevo modelo beneficia a quienes prefieren que sus series sean más cortas. Y, estadísticamente, muy pocas series logran mantener la calidad después de su quinta temporada; por lo que series más cortas, en teoría, darían como resultado menos series que bajen su calidad en el transcurso de la historia. El gran problema son la enorme cantidad de producciones  que pierden su oportunidad de despegar o contar su historia completa —como las antes mencionadas Tuca & Bertie y Bojack Horseman—, que no concluyeron por decisión de sus creadores, sino a pedido de Netflix.

El gigante del streaming ve peligrar su trono con nuevos competidores asomando cada día. Plataformas como Amazon Prime, HBO MAX, Hulu, Disney+ y DC Universe disputan un lugar en el presupuesto de los usuarios donde antes Netflix era la única opción. 
La nueva competencia le costó a Netflix que parte importante de su contenido migrara a las plataformas que los mismos dueños de las series habían creado. Acorralados, el equipo de Reed Hastings (CEO de Netflix) se vió obligado a imprimirle un cambio de rumbo a la plataforma. Las consecuencias de esta lucha aún están por verse.