El nuevo libro de Eugenia Straccali: “Medusa”, una tipa rapaz
Eugenia Straccali nació en La Plata en 1970. Poeta, actriz, dramaturga y crítica de poesía. Docente e investigadora del Centro de Teoría y crítica literarias de la UNLP (Argentina). Dicta la materia Teoría literaria 2. Ha publicado Antígona ningún dios respira sobre el mundo (2006), Editorial Al margen; Electra, ¿es posible matar a un muerto? (2010), Editorial Al Margen; Abismadas (2016); Ninfas (no musas), Buenos Aires Poetry, 2017; El alfabeto de los árboles, ediciones En danza, 2018; ¿Por qué no hablan las sirenas?, Ediciones Prueba de Galera, 2019; Para escuchar la música del poema, Buenos Aires Poetry, 2019; Soy bruja (nada me asusta, Ediciones en danza, 2020); Medusa, Vuelo de Quimera, 2021. Es coordinadora del Atlas de la poesía argentina I “La poesía a travésde los astros” (EdULP, 2017) y del Atlas de la poesía argentina II “Hacia una poética archipelágica” (EdULP, 2019). Coordinadora de la Antología de la Poesía Federal de la Provincia de Buenos Aires (2019). Coordinadora del libro de ensayos poético filosóficos Derivas insulares “La isla infinible” (Vuelo de Quimera, 2020). Coordinadora general de la editorial Vuelo de Quimera y curadora de la web www.quimeraeditoras.com.ar. Lidia Rocha y Gerardo Curiá la entrevistaron para el programa Moebius y reproducimos parte de ella.
AGENCIA PACO URONDO: ¿Por qué traer este mito al siglo XXI?
Eugenia Straccali: La risa de Medusa es un libro de Hélène Cixous, libro con una impronta feminista, que en su momento fue un núcleo de interpretación sobre la posición de la mujer y el patriarcado. La primera parte de mi poema es una intervención que hice con ese libro, que fue una especie de paradigma de la injusticia vista desde el feminismo, una lectura a contrapelo de la Medusa vengativa, cuya monstruosidad está leída en otra clave.
La transformación de Medusa en monstruo acarrea una serie de hechos bélicos: arrasan su templo, violan a sus sacerdotisas, transforman en serpientes lo más hermosa que tenía: sus cabellos. La mirada es más que un gesto, es un reconocimiento. Condenarla a convertir en piedra a quien mirase implica cortar su vínculo con el otro, la condenan a no poder ser mirada. Ella dormía con estatuas de piedra de todos aquellos a los que había mirado.
APU: Leonardo Massari, en el prólogo del libro, que “lo personal y lo ontológico se cruzan”
E.S.: Pensaba en Medusa, como de otras figuras de la mitología, como un perfil posible de todas las mujeres en cuanto a las imposiciones. Por eso en el poema hablo de los artificios, de los miriñaques, los corsés, los encorsetamientos. Hay castigos hacia lo femenino. No sólo porque una divinidad sale a castigarnos. Estamos dentro de la misma cultura que creó esos mitos. ¿Qué pasa cuando una mujer es bella o no lo es? Me hace pensar que todas tenemos una parte de Medusa y en los castigos que naturalizamos. Como el de Aracne, la buena tejedora convertida en araña. Pienso en la posición de las mujeres.
APU:La palabra “palabra” es la que más se repite en el poemario y lo atraviesa
Cortar la garganta es cortar la posibilidad de la palabra. Se quiebra la posibilidad de articular. Y somos lenguaje. La castración que sufre Medusa es la posibilidad de decir. Pero, una vez muerta Medusa, aparece la poesía. Sigue hablando Medusa en la poesía, que es una palabra infinitamente resignificada y que recupera los sentidos de lo que han sido cristalizados por el uso instrumental del lenguaje. El movimiento de la poesía es la potencia de la palabra que nunca termina de decir, su potencia es la resignificación infinita. La reparación de la ofensa tremenda que Medusa ha sufrido es la lengua poética a la que ha hecho nacer.
APU: Me llamó la atención tu manera de mezclar lenguajes en tu poesía. Nombramos al mito clásico y a Hélène Cixous, pero en varias partes se cita o alude a las canciones de Patricio Rey y sus Redondidos de Ricota, banda de rock de La Plata.
E.S.:No tengo identificación con La Plata como ciudad, siempre me sentí una desterrada. Es una ciudad muy conservadora y elitista. No me siento platense, me siento de Gimnasia. Mi abuelo trabajaba en el frigorífico Swift, y “los tripas” vienen del obreraje. No me siento de la ciudad. Como si otro lugar me estuviera esperando. Los Redondos son platenses, sí, y sus imaginarios poéticos me atravesaron muchísimo: la deconstrucción de lo mitológico, el cruce de palabras plebeyas y hasta obscenas y palabras cultas…
APU: Como ancolía, que tuve que buscar en el diccionario. Y es una flor.
E.S.: Me gustaría escribir sobre las mujeres en los Redondos. Sobre rapacidad de las mujeres en sus canciones. El poema 30, del que vos hablás, dónde está “ancolía”, es de la canción “La chica con la remera de Greenpeace”. El acápite dice: “sueña con algún pajarraco que le dé un pie y sople su amor”. Otra cosa que me fascina de los Redondos es cómo logra cruzar imaginarios góticos, tribales, neoliberales. Un cruce que es muy difícil que hacer. Sobre todo, admiro eso. Por ejemplo, en Luzbelito, el Indio Solari habla de “fanfarria del cabrío”. Ha estudiado el modo de hablar en los rituales. “El ángel caído” es una canción cargada de las obscenidades del demonio desterrado. Cruza toda la teoría del ángel caído con el lenguaje más brutal. Hay un trabajo de deconstrucción del lenguaje. El primer título que pensé para el libro fue Medusa, una tipa rapaz, pero después pensé que era demasiado ricotero.
APU: ¿Cómo podemos acceder a Medusa, al libro?
E.S.: Tiene un dibujo de Leonardo Massari en la tapa, que está inspirado en una serie de fotos. Fue publicado como ebook y puede adquirirse en la página de Vuelo de Quimera, que es una editorial virtual que recién ahora está comenzando a editar libros cosidos a mano, artesanalmente.
tus títeres
lanzan sus células bestiales a la sombra de mi barca
empujando como lémures,
estigma rojo en el centro mismo,
cabalgando la desgarrada marea al lugar de partida más cercano
Sylvia Plath
Pero te vi, Medusa, pedí mi deseo,
y cuando te dejé, estaba vestida de pensamiento...
May Sarton
1.
La risa de Medusa
¿Dónde está ella?
Actividad/pasividad,
Sol/Luna,
Cultura/Naturaleza,
Día/Noche,
Padre/Madre,
Razón/sentimiento,
Inteligible/sensible,
Logos/Pathos.
Forma: convexa, paso, avance, semilla, progreso.
Materia: cóncava,
suelo en el que se apoya al andar,
receptáculo.
Hombre/ Mujer
Érase una vez ...
de la historia que sigue
aún no puede decirse:
«sólo es una historia».
Este cuento continúa siendo real
la mayoría de las mujeres que han despertado
recuerdan haber dormido haber sido dormidas.
(…)
y la nobleza
corset de metal para limitar la movilidad
prendas interiores de moldeado:
panniers, miriñaques
jaulas en forma de embudo
tela con varillas de metal
sustentando el vestido exterior
ese armazón de varias faldas
acorazaba la angustia
carozo quebrado,
Es a los hombres a quienes les gusta jugar a las muñecas.
Como es sabido desde Pygmalion
(…)
Hay una herida en la lengua materna
una cicatriz por la violencia del padre
garganta vacía
en ese hueco también vibra el poema
atroz
existe entre las montañas y sus cumbres
un monasterio en el que se exhiben
sábanas de algodón manchadas de sangre
niñas violadas por sus maridos en la intemperie de los cuartos
páginas en blanco
escritura hilvanada
cuando la fronda se agita, no se ve a la bestia.
(…)
Medusa se levanta del polvo
se ríe
tiene miedo
busca señales
se deshilacha su boca
lengua bífida
ojos amarillos
uñas de cristal
saliva lava blanca
se inclina hacia el humus
donde se mezclan lágrimas y rocíos
su cuerpo torturado encuentra la dulce arcilla
humus que recibe el espanto
para que todo tenga un fin y nada se pierda
(…)
Los invitados mudos beben su vino
en la pared hay un lienzo que congela el tiempo
todos se deslumbran por la belleza y el horror
desesperación en la balsa
la cabeza de la Medusa está colgada en el mástil
nadie derrama una lágrima.
Cortan. Cortex.
Corta su cabeza.
El cuento se acabó.
Telón.
*
10.
Los sacerdotes con las redomas
sangre de las venas de mi lado izquierdo
podrían resucitar a los guerreros
con la extraída de mi lado derecho
podían matar instantáneamente a una mujer
regreso cada vez
soy la peor de todas
cuando se ha ido la luz
casa pantano
letra del comienzo
las sílabas murmuran después
atraen la vibración de otras
forman palabras
mutan
vibraciones
quebrado cristal mi cuello se deja caer
las astillas provocan otros sonidos
otras sílabas
palabras nuevas
este hacerse y deshacerse del lenguaje
resguarda un hilo melódico
verdadero cuerpo-poema.
*
13.
Fui la bella hija de Forcis
la que ofendió a Atenea
cuando Perseo llegó de Argos con un ejército,
la diosa fálica lo ayudó a asesinarme.
Oyó la conversación de los soldados
como era mi enemiga
responsable de mi aspecto terrible
acompañó a Perseo en su aventura
había libido que derramar
nadie me ayudó
primero lo condujo a la ciudad de Dicterión en Samos,
donde se exhiben imágenes de las tres Gorgonas,
luego le advirtió que no debía mirarme
le regaló un escudo
brillantemente pulimentado.
Hermes también lo ayudó
entregándole una hoz diamantina
un par de sandalias aladas,
un zurrón mágico para guardar mi cabeza cortada
el yelmo negro de Hades
para volverse invisible.
Todos ayudaron a Perseo
las ninfas del Estigia, las tres Grayas cisnes de un sólo ojo,
también.
Nadie
nadie
nadie
advirtió a Medusa
las luces no debieron apagarse jamás
hay niñas asustadas que no fueron ni felices, ni buenas.
*
30.
sueña con algún pajarraco que le dé un pie y sople su amor
todo es lento en la espesura
se escuchó un grito en cámara lenta
no era humano
era mío
ancolía azul
quién soy
mi voz conoce la música de las piedras
aquí los árboles guardan secretos
las aves saben callarse
ocultan a tiempo el trino
los búhos conocen la inocencia animal
sólo los pájaros mudos saben de ese canto
afonía del poema
este es el punto final
el verde enciende la crispada visión del lince
muerdo el durazno maduro
su pulpa está demasiado blanda
la escritura comienza a caer como la nieve.