Centroamérica y el Caribe en problemas: crisis migratoria y falta de rumbo.
En Centroamérica y el Caribe viven aproximadamente 90 millones de personas. Esto representa un poco más del 1% de los 8 mil millones de habitantes que tiene actualmente el mundo. Centroamérica es la región conformada por los siguientes 7 países: Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Panamá. El Caribe, por su parte, incluye a Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Cuba, Dominica, Granada, Haití, Jamaica, República Dominicana, Saint Kitts y Nevis, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Trinidad y Tobago.
Estos territorios tienen como característica su pequeño tamaño. Nicaragua es el país con mayor superficie (130mil km2), luego vienen Cuba, Honduras y Guatemala con alrededor de 110mil km2 cada uno y los restantes no llegan a 80mil km2. En el Caribe particularmente, algunos como Dominica, Santa Lucía o Antigua y Barbuda, ni siquiera llegan a los mil km2 de superficie.
En cuanto al tamaño de la población, de los 22 países que conforman Centroamérica y el Caribe, sólo diez tienen más de un millón de habitantes. Guatemala es el país con más habitantes de esa zona (16 millones), seguido de Cuba (11 millones) y Honduras (9 millones). Los doce países restantes ni siquiera llegan a los 400 mil habitantes, con Dominica, Islas Caimán y San Cristóbal y Nieves debajo de 100 mil habitantes.
Estas magnitudes hacen que sea dificultoso para estos países, tener industrias fuertes para solventar sus mercados internos o ser competitivos en sectores que no sean de servicios. La falta de trabajo es la causa principal de emigración. Un caso emblemático es el de Puerto Rico, que tiene por un lado una población en la isla que desciende año a año un 1% y tocó los 3.200.000 habitantes, y por el otro más de 6 millones de personas residiendo en Estados Unidos.
Salvo Haití (2,9), Guatemala (2,5) y Nicaragua (2,3), todos los demás países tienen una tasa de natalidad debajo de la de reemplazo (2,1). Esto quiere decir que sus crecimientos se han desacelerado o en casos como el cubano, su población ya comenzó a reducirse.
Estados Unidos necesita más gente, se aceleran las migraciones
La natalidad en EE. UU. se encuentra en 1,7 hijos por mujer. La caída ha sido tan abrupta que el gobierno estadounidense ha vuelto más laxas las condiciones para atraer más migrantes. Hace apenas unos días, el presidente Joe Biden declaró que su país aceptará hasta 30 mil personas por mes provenientes de Nicaragua, Haití, Cuba y Venezuela.
Esto no es azaroso, las diferencias ideológicas entre los gobiernos de países como Cuba, Nicaragua o Venezuela con el gobierno de los EE. UU. son conocidas. Con astucia, la potencia del norte primero condiciona las economías de los países más pequeños y a sabiendas de que las personas son necesarias para el desarrollo económico de una nación, intenta atraer a los ciudadanos jóvenes de estos territorios. Se ha vuelto casi un juego de suma cero, las personas que dejen sus países de origen serán casi irremplazables y entonces estas naciones entrarán en el círculo vicioso del desarraigo, cuyos destinos conocidos son el envejecimiento poblacional y la posible disgregación nacional. Si esas 30 mil personas se dividieran en cuatro partes iguales, daría 7.500 mil personas al mes o 90 mil personas al año, es decir, casi el 1% de la población de Cuba o de Haití. Un país que pierde ese porcentaje de habitantes al año, en pocas décadas se queda sin población económicamente activa.
Buscando Visa para un sueño
Mucho se habla de la frontera entre Estados Unidos y Méjico, pero poco se menciona de la frontera entre Méjico y Guatemala, por allí pasan miles de migrantes de países como El Salvador que tiene más del 15% de su población viviendo en EE. UU. Los fenómenos migratorios que antes se circunscribían sólo a ciertos países, se están ampliando y lo que para algunas naciones sólo eran letras de canciones, hoy son una realidad efectiva. Estudiar con seriedad esta problemática, puede ayudarnos a resolverla.