Un ex integrante de la Armada Norteamericana, con vínculos con la dictadura argentina, fue acusado por los disturbios en Washington
Por Diego Moneta
En Estados Unidos, el FBI continua solicitando información para identificar y localizar a distintos manifestantes que participaron del ataque al Capitolio el pasado 6 de enero con el objetivo de impedir la certificación electoral de Joe Biden. El 4 de marzo se produjo una de las detenciones más resonantes, ya que el involucrado había sido funcionario del gobierno de Donald Trump, pero además porque le negaron la libertad bajo fianza por antecedentes.
A Federico “Freddie” Klein, según el FBI, se lo puede observar en los videos del 6 de enero difundidos integrando la primera ola de manifestantes que ingresó al Capitolio y tratando de coordinar a quienes irrumpieron en el lugar. El asalto terminó cuando fue sometido por las fuerzas de seguridad. Ahora enfrenta seis cargos, incluyendo amenazas con arma a oficiales y obstrucción al Congreso y a la policía. Más allá de sus antecedentes, la fiscalía le negó la libertad bajo fianza por “traicionar su juramento de defender y proteger la Constitución de Estados Unidos”.
Freddie, de 42 años, reside en Virginia. Fue parte de la Marina, estuvo en Irak y colaboró en varias campañas republicanas, como la de John McCain, derrotado por Barack Obama en 2008. Fue delegado en la convención del Partido Republicano de Virginia y trabajó durante tres meses como investigador en el Consejo de Investigación Familiar, asociado al fundamentalismo cristiano. Tras participar en la campaña de Donald Trump, consiguió un puesto en el Departamento de Estado. Allí pasó por la Oficina de Asuntos del Hemisferio
Occidental y, aprovechando sus antecedentes familiares y su fluidez en español, lo vincularon al Cono Sur. Según medios estadounidenses que cubrieron su caso, por no estar a la altura lo corrieron a un puesto menor.
Su detención resuena porque era un funcionario con autorizaciones de alto grado de seguridad, renovadas en 2019, sin que sus antecedentes hayan llamado la atención. Freddie tuvo varios cargos menores en incidentes separados entre 1997 y 2003, pero destaca particularmente lo ocurrido en 2013. Fue acusado de agredir a una mujer y robarle artículos de su automóvil, pero el juicio fue suspendido por tiempo indeterminado.
Klein nunca fue reticente a expresar su punto de vista conservadador en relación al aborto, la inmigración o la política exterior. Sin embargo, según destaca el medio Vice News, en sus conversaciones resonaba su opinión sobre Argentina y la justificación de los crímenes de lesa humanidad cometidos por las dictaduras latinoamericanas, a partir de la complicidad y el apoyo de Estados Unidos. Ante la consulta de Vice News, la madre, Cecilia, argumentó que su hijo intentaba “contextualizar” la asunción de los militares el 24 de marzo de 1976.
Relación con la dictadura e historial familiar
Federico “Freddie” Klein es sobrino de Guillermo Walter Klein, secretario de Programación y Coordinación Económica mientras José Alfredo Martínez de Hoz dirigió la cartera económica durante la última dictadura. Además, Guillermo es investigado por la desaparición de Juan Carlos Casariego del Bel, funcionario que respondía ante él y que se opuso a la estatización de la Compañía Italo-Argentina de Electricidad. La hija denunció en 2008 que la última vez que supieron de él iba de camino a ver a Klein, cuyo sobreseimiento en la causa fue revocado en 2014 aunque no se avanzaron en nuevas medidas de prueba.
Guillermo Walter Klein se llama igual que su padre, abuelo de Freddie. Éste fue asesor económico durante los gobiernos de la Década Infame y luego director ejecutivo del Fondo Monetario Internacional en la década de 1960. Sus dos hijos, Guillermo Walter y Federico Germán, el padre de Freddie, se formaron en universidades estadounidenses. El segundo se radicó en Washington y se incorporó al Banco Interamericano de Desarrollo, años antes del nacimiento de su hijo. Falleció en 2018.
Vice News no pudo comunicarse con el ex funcionario de Martínez de Hoz ni con el abogado de Freddie. Cecilia, la única en responder, definió a su cuñado Guillermo como un “tecnócrata ajeno al terrorismo de Estado”. El medio consultó a Robert Cox, editor del Buenos Aires Herald, que debió exiliarse en 1979 por amenazas ante su reclamo por los derechos humanos en las páginas del diario, quien alegó haber tratado con Klein. Cox asegura que Klein sinceró que las reformas económicas eran "incompatibles con cualquier sistema democrático y sólo se podían aplicar si estaban respaldadas por un gobierno de facto".
De esta manera, entre las más de 300 personas arrestadas por el ataque al Capitolio del 6 de enero, en el cual hubo cinco fallecidos, se encuentra el sobrino de una de las figuras clave del modelo económico instaurado por la última dictadura militar. Freddie, quien también reivindica el terrorismo de Estado, pasa los días tras las rejas, convertido en el primer funcionario del gobierno de Trump detenido por los hechos.