De eso no se habla: Macri, el candidato procesado

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De eso no se habla: Macri, el candidato procesado

12 Noviembre 2015

 

Por Nicolás Adet Larcher

En caso de asumir como presidente, Mauricio Macri sería el primer presidente procesado en una causa judicial en curso de nuestra historia. En detalle, el candidato a presidente por la alianza Cambiemos se encuentra procesado desde el año 2010 por haber sido “partícipe de una asociación ilícita que se dedicaba a realizar espionaje ilegal”.

En octubre de 2008, a pocos meses de haber asumido como jefe de gobierno, Mauricio Macri impulsó la creación de la policía metropolitana; la idea en un principio era que los primeros efectivos pudieran salir a la calle en 2009 para comenzar a trabajar. Desde un principio, los cuestionamientos surgieron a partir de que el 83% de los cargos jerárquicos de la metropolitana eran ocupados por efectivos que habían sido desplazados de sus cargos en la policía Federal. Pero el verdadero problema comenzó en julio de 2009 cuando Macri designó para el máximo cargo a Jorge “El Fino” Palacios.

Previo a esta nominación, dirigentes de la comunidad judía argentina se habían acercado a Macri para advertir acerca de la designación de Palacios afirmando que la misma iba a generar problemas por su papel de encubridor dentro de la causa del atentado a la AMIA por la cual se lo imputó y fue a prisión. Incluso, el propio Alberto Nisman, en su rol de fiscal, había acusado a Palacios por encubrimiento. Otros cuestionamientos sobre la figura de Palacios venían de organismos de derechos humanos que lo denunciaban por haber participado en la represión durante la crisis de 2001.

Ante estos cuestionamientos, Macri respondía que estaba seguro y que Palacios había sido recomendado por la CIA y el MOSSAD, los servicios de inteligencia de Estados Unidos e Israel. El problema para Macri comenzó cuando Sergio Burstein - referente de una organización que agrupa a víctimas de la AMIA – recibió un llamado telefónico donde se lo alertó acerca de que la Metropolitana lo espiaba y efectuó la denuncia correspondiente.

En ese momento, el líder del PRO intentó defender a Palacios, e incluso lo hizo luego de que el propio Palacios presentara su renuncia. Cinco semanas después, Palacios era detenido por el delito de encubrimiento, abuso de autoridad y violación de medios de prueba. Al mando de la Metropolitana había quedado Osvaldo Chamorro que fue separado inmediatamente del cargo luego del descubrimiento del juez federal Norberto Oyarbide por su participación en la causa por escuchas ilegales que derivó en la detención de Chamorro, Palacios y Ciro James, quién fue encontrado con un kit de grabaciones, control de líneas telefónicas y tecnología diseñada para interceptar comunicaciones.

Observando el panorama, Macri intentó persuadir al bloque del PRO en la legislatura porteña para que se lo someta a un juicio político “express” y lograr sacarse la causa de encima. Ante esto, la oposición bloqueó esa posibilidad y creó una comisión investigadora que reveló mentiras del jefe de gobierno porteño en distintas oportunidades, respecto a sus vínculos con Ciro James.

La causa y el procesamiento

En mayo de 2010, Mauricio Macri fue procesado dentro de esta misma causa por los delitos de violación de secretos, abuso de autoridad, falsificación de documentos públicos (por una causa trucha en Misiones para justificar las escuchas), en concurso con la participación en una asociación ilícita.  En ese mismo año, un fallo de la Cámara Federal con la firma de los integrantes de la Sala I, Eduardo Farah, Jorge Ballestero y Eduardo Freiler, confirmaba el procesamiento y, aconsejaban que no se investigue el expediente como escuchas ilegales aisladas, sino como una organización paraestatal de espionaje. En ese sentido, se destacó que el papel de Macri consistía en utilizar el espionaje de un grupo que ya lo efectuaba, pero dando un lugar desde el Estado.

En junio de 2012, la Sala III de la Cámara de Casación Penal, bajo la órbita de los camaristas Rafael Madueño, Eduardo Riggi y Ana María Figueroa, resolvió dejar firme el procesamiento de Macri y desestimó un recurso de queja presentado por los abogados defensores. Una vez reunidas las pruebas suficientes para que la causa fuera elevada a juicio oral, según el criterio de las cámaras y el juez Oyarbide, la causa pasó a manos del juez federal Sebastián Casanello quién rechazó todos los pedidos de sobreseimiento solicitados por la defensa de Macri por considerarlos prematuros, elevó la causa a juicio oral con fecha en 2017 y acerca de Macri afirmó que se necesitaba analizar unos informes que había pedido a Estados Unidos relacionados con la empresa Ackerman Group LLC Security & Investigative Consultants.

En julio de este año, la La Sala I de la Cámara Federal en lo Criminal y correccional porteña rechazó un nuevo pedido de sobreseimiento de parte de Mauricio Macri y, con la firma de Freiler y Ballestero se expresó que "el argumento vertido por la defensa en cuanto a que se impone el dictado del sobreseimiento de su asistido como consecuencia de que la persquisa se encuentra concluida, no puede ser admitido" en referencia a lo desestimado por Casanello. Este fallo conto con un voto en disidencia de Farah.

Por el momento, Mauricio Macri continúa procesado mientras aguarda parte de la resolución de su accionar en la causa en base a los pedidos de Casanello a Estados Unidos. Mientras tanto, los ex funcionarios del gobierno porteño y Jorge “El Fino” Palacios, se encuentran a un paso más del juicio oral en 2017.