Seamos Libres contra la impunidad de otro gatillo fácil
El juez de instrucción Osvaldo Rappa dispuso el procesamiento del agente de la Policía Metropolitana, Ricardo Ayala, que disparó tres veces contra el joven Lucas Cabello el pasado 9 de noviembre. Sin embargo, Rappa decidió rechazar la aplicación de la prisión preventiva luego de afirmar que dichos disparos fueron producto de un "exceso en la legítima defensa" por parte del efectivo.
Tal como se comprobó durante los primeros días de la investigación, Lucas se encontraba desarmado, por lo que no es posible considerar que el Ayala actuó en legítima defensa disparando su arma reglamentaria en al menos tres oportunidades. Además, como consta en la causa, la semana pasada una testigo declaró haber sido víctima de presiones por parte de funcionarios de la Policía Metropolitana para incurrir en falso testimonio en favor del oficial, hecho que constituye un grave indicador de que existen riesgos procesales de entorpecimiento de la investigación por parte del imputado y la fuerza de seguridad a la que pertenece.
Acompañamos la apelación de la familia de Lucas y sus abogados y reiteramos la necesidad de obtener justicia por este hecho.
¡Ni un pibe menos!