Según la CTA, el salario real cayó 10% en tres meses
Solo en los últimos tres meses (el tramo final de la gestión de Cristina Fernández y los primeros 60 días de la administración de Mauricio Macri) los salarios reales de los trabajadores registrados experimentaron una fuerte caída de alrededor del 10% como consecuencia del recrudecimiento de la inflación entre noviembre y enero, según estimó un informe privado.
El documento de trabajo, realizado en conjunto por los equipos técnicos de Cifra, el centro de estudios de la CTA de Hugo Yasky, y Flacso Argentina, calculó además que para recuperar esa pérdida de poder adquisitivo en la próxima ronda de paritarias, los gremios deberán acordar incrementos salariales por encima del 35%. Bastante lejos de la pretensión de la administración macrista que apuesta a que las subas promedien el 25% y hasta ofrece la alternativa de negociar acuerdos salariales por seis meses con la garantía de una revisión según la evolución de la inflación.
Ante la postergación en la difusión del IPC del Indec, el informe de Cifra-Flacso utilizó dos escenarios (siempre sobre la base del IPC-9 provincias) para estimar el impacto de los aumentos de precios sobre el salario real en los últimos meses. En el primero de ellos, que definió como "optimista", el nivel de precios habría registrado un incremento del 4% en diciembre y un 4% adicional en enero. Con esos parámetros, el deterioro de los sueldos entre noviembre y enero se ubicó en el 7,5%, que llegaría hasta 10% si se considera el período septiembre-enero.
En el segundo escenario, "más realista" según el informe, se asumió que la suba de precios acumuló en el bimestre diciembre-enero un 11% (6% y 5% respectivamente), lo que profundizaría la contracción del salario real: la caída redondearía un 10,1% si se considera el período noviembre-enero y treparía al 12% si se toma desde septiembre hasta enero.
Según la opinión de los responsables del informe, la recuperación del poder de compra de los sueldos demandará que en la inminente ronda de paritarias se fije un piso de 35% para los aumentos salariales. Y que las negociaciones permanezcan "abiertas" porque alertó "la economía transita un proceso inflacionario que aún no finalizó, no solo porque los efectos de la devaluación no fueron completamente trasladados a los precios de los bienes, sino también porque se quitarán subsidios y se incrementarán fuertemente las tarifas de los servicios públicos".
Por otra parte, en base a los dos escenarios alternativos planteados acerca de la evolución de la inflación en los últimos meses, el documento de Cifra-Flacso advirtió acerca de "un significativo aumento de la pobreza" que subrayó pasó de afectar al 19,7% de la población en el segundo trimestre de 2015 al 22,1% o 23,3% (según el escenario), en enero de 2016. "Es decir, si en el segundo trimestre del año pasado había 8,5 millones de personas viviendo bajo la línea de pobreza, en la nueva situación serían en 9,6 y 10,3 millones, según el escenario considerado", precisó el informe. Se trataría de entre 1,1 millones y 1,8 millones las personas que se suman a la situación de pobreza por efecto del incremento de precios de los productos de la canasta básica.
En el caso del impacto sobre la población bajo la línea de indigencia, la aceleración inflacionaria habría elevado ese universo de 4,5% a mediados de 2015 a 4,9% o 5% a fines de enero, lo que representa que las personas que no tienen ingresos para costear el valor de una canasta básica de alimentos alcanzaría a 2,1 millones.
Fuente: Cronista Comercial