Brasil: ordenan detener extranjeros que se manifiesten contra el golpe
Por Santiago Gómez
Desde Florianópolis
La Policía Federal brasilera le ordenó a la Universidad Federal de Minas Gerais que presente en la delegación policial a la profesora Maria do Rosario Barbato, que siendo extranjera participa de actividades políticas y sindicales, contrariando lo establecido en el Estatuto del Extranjero que prohíbe a los extranjeros participación política de cualquier tipo y por cualquier motivo, bajo pena de ser expulsados del país. La Federación Nacional de Policías Federales difundió una nota a la prensa ya que creía necesario recordar la prohibición ante las noticias de que venezolanos, argentinos, paraguayos y peruanos habrían entrado al país para manifestarse contra el golpe a la presidenta Dilma Rousseff. La ley es anterior a la reforma constitucional de 1988 y considerada anticonstitucional.
El 7 de abril pasado la Policía Federal del estado de Minas Gerais, de donde fue gobernador Aécio Neves que compitió con Dilma en el ballotage, envió una nota al rector de la UFMG pidiéndole que haga presente a la profesora italiana Barbato para que de cuenta a la justicia de su participación política y sindical. La ley nº 6815/80 del Estatuto de Extranjero, en su art.107 establece que el extranjero admitido en territorio nacional no puede realizar ninguna actividad de naturaleza política, ni inmiscuirse, directa o indirectamente, en los asuntos públicos de Brasil, estándole especialmente vedado: 1) organizar, crear o mentener sociedades o cualquier entidad de carácter político, aunque tengan por fin solamente la propaganda o difusión, exclusivamente entre compatriotas, de ideas, programas o normas de acción de partidos políticos del país de origen; 2) ejercer acción individual, junto a compatriotas o no, en el sentido de obtener, mediante coacción o constragimiento de cualquier tipo, adhesión a ideas, programas o normas de acción de partidos o faccionies políticas de cualquier país; 3) organizar marchas, caminatas, actos y reuniones de cualquier naturaleza, o participar de ellos.
Diez días después, la Federación Nacional de Policías Federales envió una nota a la prensa, debido a las noticias de la entrada de "extranjeros venidos de Venezuela, Perú, Argentina y Paraguay, con el fin de protestar contra el Impeachment de la Presidenta Dilma Rousseff, del próximo domingo 17", en la que recordaba la prohibición de participar de actividades políticas y que la ley establece la posibilidad de la expulsión del país como pena. El sindicato de los policías se ocupó de recordarle a sus miembros que "el control migratorio de extranjeros en Brasil es la actividad de policía de soberanía de la Policía Federal. Los extranjeros que fueren encontrados participando de movilizaciones del impeachment presidencial deben ser detenidos y encaminados a la Policía Federal".
"Vivimos en Brasil un momento de crisis política interna, pero no debemos desatender nuestra soberanía. Extranjeros entrando en el país con el objetivo específico de participar de manifestaciones políticas es una amenaza a Brasil, una violación del Estatuto del Extranjero y afecta a las instituciones de control, como la Policía Federal", afirmó a la prensa Luis Boudens, el presidente de la FENAPEF.
La ley que recupera el sindicato de policías no solo es en una clara manifestación de su apoyo al golpe contra el gobierno de Dilma Rousseff, sino que es contraria a la reforma de la Constitución del año 1988. Dicha reforma fue realizada para la etapa democrática que se inició en 1989, cuando Brasil volvió a tener un presidente elegido por el voto popular. Según la abogada Karina Patrício, la prohibición de participación política del Estatuto del Extranjero es inconstitucional, porque va contra los preceptos de la Constitución del '88 que estableció que ninguna ley puede ir contra derechos civiles y la participación claramente lo es. El art.5º establece que todos son iguales ante la ley, sin distinción de cualquier naturaleza, garantizándole a los brasileros y extranjeros residentes en el país la libre manifestación del pensamiento.
En las redes sociales difundieron que la participación del Premio Noble de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, en el Congreso brasilero manifestando su rechazo al golpe y su apoyo al gobierno de Dilma Rousseff constituyó un delito.