Escuchar a las bases: crónica de una movilización obrera
Por Jorge Giordano. Foto Eliana Verón
Hace días, semanas, meses que la lluvia se apoderó de toda la Ciudad de Buenos Aires. El problema es tan grave que el propio gobierno reconoce una caída del 24% en la construcción debido a la lluvia que se empecina en arruinar la revolución de la alegría. Ayer se sumó una lluvia horizontal de humanos que, pese al frío y la humedad anti movilización, confluyó en la Plaza de Mayo para decir un par de cosas.
Las luchas de siempre se mezclan con las luchas nuevas: la ronda de las Madres de la Plaza se hace lugar mientras el acto continúa, y acompañando esa ronda llegamos al palco gremial. Hugo Yasky y Pablo Micheli concentran toda la atención en el acto central. Entre los silencios de los oradores se escuchan voces femeninas que gritan consignas por un megáfono, pero no se divisa el origen. Minutos después, aparecen arriba de un camión, doblando por Reconquista, como una especie de Pussy Riot locales. "Trotskistas", aclarará después por whatsapp un compañero de ATE.
Daniel Catalano es otro protagonista de esta movilización: "No hay mejor marco que la unidad, hoy lo demostramos los laburantes en la calle". Como ATE Capital, viene encabezando esta y otras protestas anti macristas desde hace años. Según alguna compañera, también encabeza preferencias que no son pertinentes para el análisis político("¿No escuchaste cómo gritaban las chicas cuando nombraron a Catalano en el acto de Linera?").
Yasky dice: "La violencia que vimos hoy en la represión a los trabajadores en la Ricchieri y Santa Cruz, la violencia de tener a una compañera, Milagro Sala, como prisionera política. Es la violencia de los que quieren un país que agache la cabeza. Quieren disciplinar con violencia y con la aguja que se nos mete adentro del pecho cuando tenemos miedo de elegir qué hijo come o qué hijo no come hoy. Esa indignidad no la podemos permitir".
Los conceptos y la realidad hablan de 2001, de 1998, de 1989. Los hijos directos del kirchnerismo crecimos en la tarea de construir para superar los peores momentos económicos y sociales que atravesaron nuestra patria. Hoy en día parece tocar en carne propia y es lógico que la frustración cale hondo en la militancia. Hay una recordada polémica entre David Viñas y Cristina Fernández de Kirchner, en el año 2000. El intelectual no comparte el planteo de CFK por "demasiado optimista". Cristina responde: "Yo tengo la obligación de ser optimista. Usted es un intelectual crítico, pero yo soy una militante política. Quiero cambiar las cosas y pienso que lo voy a poder hacer". Parafraseando al intelectual y militante político García Linera el viernes último, "los militantes vivimos de estos tiempos. Vencer, caer y levantarse."
"Estamos dispuestos a retomar el camino de la unidad en la acción, que es pedida a gritos en los talleres, en los hospitales. ¿Quién se hace cargo de los que no tienen trabajo? ¿De los que no tienen para llegar a fin de mes? Acá se gobierna para los que tienen dinero", dice Hugo Yasky. "Por abajo el proceso de unificación se está dando muy bien", afirma Eduardo López, secretario general de UTE. "La base está unida y quiere pelar contra el ajuste", repone el líder de la CTA de los Trabajadores.
- ¿Ustedes de dónde vienen?
- De Laferrere.
- ¿Y por qué vinieron hoy?
- Me llamo Aída. Yo vengo por muchos motivos. Primero y principal, porque no doy más. Este gobierno nos está pasando a todos por arriba, no se aguanta. Yo vine porque quiero que volvamos otra vez. Gracias al gobierno de Cristina me jubilé, con la moratoria, y estoy muy agradecida. Con este es una lucha constante, los hospitales no andan, los médicos están de paro.
A su lado, Mirta suma argumentos: "El otro día nos llegó la boleta de agua, pagábamos 53 pesos y ahora 252. Por eso también vinimos."
- Desde las intendencias de Moreno y La Matanza afirman que aumentaron los comedores en los barrios, ¿qué ven ustedes?
- Los chiquitos piden las viandas en el colegio para llevarle a sus padres para cenar. Antes eso no se veía.
Adriana, de Avellaneda, es parte de "Educadores en el Proyecto Nacional y Popular" y almuerza a las 18, mientras se va de la plaza:
- Vinimos a apoyar a la CTA, en contra de los despidos, el ajuste y el tarifazo. Queremos un paro nacional. Avellaneda es cuna de esta resistencia con el intendente Ferraresi, junto a otros. Queremos volver. Te digo una frase que hoy pensé todo el día: estoy en contra de los medios que llevaron al pueblo a votar a sus propios verdugos. Es muy triste.
- ¿Cómo ve la situación social en Avellaneda?
- No están bajando fondos para las escuelas. Para arreglar las estufas y un cortocircuito pusimos dinero nosotros. La panadería que antes nos daba facturas paró de hacer facturas porque la gente no compra y los insumos aumentaron un montón. Ni siquiera nos pueden dar las sobras, así que no tenemos merienda en la escuela de adultos de la que soy directora. Empeoró mucho la situación, de verdad. No sé qué pensarás vos.
- Imagínese, somos de la Paco Urondo.