Estación Carlos Jáuregui: el nombre de una lucha
Por Redacción APU
APU: ¿Cómo surge la idea de nombrar Carlos Jáuregui a la recientemente inaugurada estación de la Línea H?
Maximiliano Ferraro: Surge de una actitud generosa que quiero reconocer de uno de los compañeros y amigos de Carlos en lo que fue la fundación de la CHA y después Gays por los Derechos Civiles, que es Gustavo Pecoraro. Se inscribe en una política y una acción que desarrollo tanto como Pablo como Legisladores de la Ciudad, que es en algunos temas tener una agenda común que compartimos. Y que está vinculada a la ampliación de derechos, o al Colectivo LGTBI en forma particular, pero también con otros temas importantes que rescato como pueden ser educación o cultura. Esto hace que podamos encontrar puntos de acuerdo en denominadores comunes para que podamos trabajar de manera generosa. El proyecto de Carlos, como otros en los que compartimos autoría, surge de esa idea, de esa acción y mirada que tenemos para con algunos temas.
Pablo Ferreyra: Hay en la Ciudad una agenda que está latente, que muchas veces parte de diversos colectivos, tanto reivindicativos como políticos, y que con Maximiliano no es la primera vez que coincidimos en su tratamiento. También hemos tenido iniciativas como la Ley de Centros Culturales que trabajamos juntos; pasando por cuestiones de educación; y una mirada que comenzó a confluir cada vez más en la ampliación de derechos y sobretodo en relación al Colectivo LGTBI. Así fue que impulsamos la decisión de poner una placa en el lugar exacto de donde salió la primera Marcha del Orgullo en la Argentina, ese trabajo común hoy confluye en lo de Carlos. Debo decir que milito desde los 19 años, y en mi experiencia siempre fue una cuestión que costó mucho enhebrar en la lucha reivindicativa de los programas de la izquierda, una cuestión que pasaba por la falta de comprensión de la dinámica de algunos colectivos. Y que en los últimos diez o doce años se fue modificando, a partir de algunos debates tan importantes como el Matrimonio Igualitario o la Ley de Identidad de Género. Como ahora la posibilidad de comenzar a discutir la Ley de Cupo Trans en la Ciudad. Todo esto posibilitó que se fuera amalgamando cada vez más con las agendas de los sectores progresistas, de izquierda, populares de la Ciudad, que impulsan los derechos colectivos, de algunos sectores específicos, junto con las libertades individuales. Eso fue dando sus frutos, y permite que en la Legislatura podamos trabajar en un clima de absoluta franqueza y unidad con otras fuerzas políticas. No hay que olvidar que más allá de que la iniciativa sea nuestra con Maximiliano, y con Carlos Tomada, el oficialismo también lo ha tomado. Pudimos ver un posteo de Horacio Rodríguez Larreta donde anunciaba la intención de acompañar la Estación Carlos Jáuregui. Con lo cual hay temáticas que están latentes y que hoy hacen a la dinámica de la Ciudad, y que permiten mayores apoyos. Con la Ley de Centros Culturales fue lo mismo, ir sobre un espacio constituido, e incorporarlas a la temática legislativa.
MF: Me gustaría sumar que como la Ley de Centros Culturales, estas acciones a 20 años de la muerte de Carlos o la Ley antidiscriminatoria, existió un trabajo de unidad de sectores de la Legislatura; pero quiero reivindicar que muchas de esas leyes tuvieron que ver con la participación del activismo, de los movimientos y organizaciones sociales. Sin un ida y vuelta muy aceitado esas leyes probablemente no hubieran sido posibles, o esos temas no se hubieran abordado. Como decía Pablo, esta es una iniciativa suya, mía, de Tomada, pero que está teniendo un acompañamiento no sólo de muchísimos Legisladores, sino también de muchos sectores culturales o de los derechos humanos. Está el caso de Estela de Carlotto o de Adolfo Pérez Esquivel, nos parece importante que no quede en lo que es la lógica política de la Legislatura, sino que este acompañamiento sea también de quienes participan de la vida de nuestra Ciudad.
APU: ¿Por qué Carlos Jáuregui, y esta estación en la esquina de Avenida Santa Fe y Avenida Pueyrredón?
MF: El nombre propio de Carlos me parece que representa a muchas otras personas que con él como uno de los activistas más importantes que tuvo el colectivo LGTBI en Argentina, emprendieron una lucha y pusieron el cuerpo en tiempos donde no era nada fácil. En la resistencia a la dictadura con las primeras organizaciones vinculadas al movimiento LGTBI, o después con el retorno de la democracia con la conformación de la CHA, y mismo entrados los ´90. Me parece que en Carlos se representa una pelea por los derechos que luego se fueron consiguiendo en nuestro país. Sin la pelea de Carlos o Lohana Berkins, como un montón de otros activistas que contribuyeron, no hubiera sido posible una Ley de Matrimonio Igualitario, de Identidad de Género, una Ley antidiscriminatoria que todavía está faltando a nivel nacional. O como hacía referencia Pablo, una Ley de Cupo Laboral Trans en la Ciudad, pero que también pueda discutir el Congreso Nacional. Y Santa Fe y Pueyrredón, porque era un punto de encuentro, de visibilidad, de resistencia en la dictadura, que también lo era en la democracia con la apertura de bares y lugares bailables. Que por ahí tenían una finalidad comercial, pero que eran puntos de encuentro para la visibilidad, y el armado de una agenda que tenía que ver con la pelea de derechos. Ya en los ´90 con una explosión más grande con las discos, como espacio referencial para la comunidad gay o el colectivo LGTBI.
PF: En primer lugar hay que rescatar la palabra militancia, que para ciertos sectores incluso desde la izquierda, la pensaban de un modo preconcebido, alejado a la práctica de otros espacios. Y la militancia LGTBI logró que estas discusiones ingresaran a las plataformas políticas de todos los partidos políticos. Y por otro lado, nuestra Ciudad es una geografía donde diferentes hechos políticos suceden. En el caso de la esquina de Santa Fe y Pueyrredón, como decía Maximiliano, es un punto de encuentro, de resistencia, si hablamos de militancia hablamos de resistencia en ese momento. Y lo que buscamos impulsar en la Ciudad es que hay una identidad en esas geografías: militante, cultural. Es un lugar de resistencia la Ciudad, es una escenografía donde se dan muchas de las cuestiones que tienen que ver con la resistencia popular, con la ampliación de derechos que por momentos son discusiones más cruentas, hoy podemos tener otra perspectiva de lo que realizó Carlos. Pero es un lugar de disputa, lucha, debate. Que sea ahí para nosotros es muy importante, fue uno de los puntos neurálgicos. Y esta discusión expresa uno de los espacios donde existen los prejuicios, donde no comprenden lo que significaba como forma de resistencia la visibilización de los compañeros que resistían frente a una sociedad oscurantista que negaba la homosexualidad. Creo que esa es la discusión más importante de este proyecto. Carlos muere casi con la lucha por el artículo 11 de la Constitución de nuestra Ciudad, por la Ley antidiscriminación, terminó casi su vida en ese último artículo. Y que en esas leyes que parecen más frías, entendemos que también se puede encontrar algo de lo que fue y significó Carlos.
APU: El sábado comparten una actividad en esa esquina, para dar a conocer un poco más esta iniciativa…
MF: El sábado con compañeros y militantes de las distintas fuerzas, en esta práctica de aunar fuerzas y trabajar en conjunto, vamos a ir a la esquina de Santa Fe y Pueyrredón a difundir el proyecto. Explicando quién fue Carlos Jáuregui, vamos a bajar a las estaciones para volantear a los usuarios del subte. Y realizar una intervención que va a ser acompañada cuando esta Ley sea sancionada definitivamente. Y algo que quiero remarcar es una cuestión de resistencia, de militancia, y de ocupación en el sentido democrático del espacio público, como una parte donde se disputan las cuestiones democráticas. Y me parece que esto también era una cuestión central del por qué no es un capricho la elección de esa esquina. Algunos dicen que era una “militancia de discoteca”, donde no sólo se iban a divertir sino que como las viejas tertulias se preparaban estrategias vinculadas a ciertas peleas que se daban. Pero también en una alianza estratégica como la que tuvo Carlos con los organismos de derechos humanos, con Madres, Abuelas, Familiares. Es para destacar cómo Carlos pregonaba ese puente que tiende entre lo que era el Movimiento LGTBI, con otros movimientos de derechos humanos en los principios de lo que fue el retorno de la democracia.
APU: Por último, ¿cómo piensan esta unidad en algunos puntos, en un escenario nacional que se presenta como una “grieta” desde el oficialismo con dificultades para trabajar en conjunto desde diversos espacios políticos?
MF: Obviamente pertenecemos a dos fuerzas políticas distintas, pero eso no me invalida a poder trabajar muchos de los proyectos que realizamos con Pablo u otros legisladores. Me parece que eso también más allá de que no abandonemos el debate político y porque hoy tengo este espacio de responsabilidad pública que me dio la ciudadanía, pero provengo de la militancia política y del movimiento estudiantil. Me parece que tiene que ver con poder reivindicar y poner en palabras mayúsculas la política y la militancia. Y que muchas veces puede no haber coincidencias, que uno debe poder llevarlas y debatirlas con la mayor altura posible, argumentando y contra argumentando, de eso se trata. Sin golpes bajos ni de un lado ni del otro.
PF: Claro que tenemos debates, pero en definitiva esta unión por una cuestión política reivindicativa y de homenaje tiene un solo límite: el oscurantismo y las fuerzas homofóbicas que en todo caso no entienden que la agenda de nuestra Ciudad pasa también por seguir ampliando derechos. No se hace difícil trabajar con Maximiliano, porque en esto tiene una mirada parecida a la mía. Entendemos que tenemos la capacidad de interpelar a los colectivos que en la Ciudad tiene voz pero que aparecen invisibilizados. Y que como decía recién él, si logramos esto es por la lucha de estos colectivos, que dan los debates en torno a las demandas LGBTI. Pero tenemos la capacidad de interpelar eso, y lo mejor es hacerlo en unidad para que pueda ser mucho más amplio. Hay agendas que atraviesan transversalmente a las discusiones políticas, a los partidos políticos, y a la tan mentada grieta que se sostiene todavía. Entendemos que hay posibilidades de realizar acciones que tienen que ver con la ampliación de derechos fundamentales para gran parte de la población.
MF: Es una unidad, y por más que parezca una frase trillada, en la diversidad donde cada uno puede aportar en pos de ese objetivo, esa ampliación de derechos que vamos buscando. Es también un llamado de atención al oficialismo de la Ciudad, porque demuestra que está bueno poder trabajar esos puntos de unidad o acuerdo teniendo en cuenta esas miradas distintas. Me hacen mucho ruido palabras como consenso u homogeneización de una idea o proyecto. Me parece que las distintas miradas o aportes, sacan las mejores leyes o ideas. El ejemplo de lo que está pasando con la Estación Carlos Jáuregui en la diversidad de apoyos con que cuenta demuestra eso: ninguno invalida al otro en pos de un objetivo que es común.