Otra derrota del Estado Islámico: anuncian la liberación de Mosul
Por Guido Luppino
El 29 de Junio del 2014, el grupo yihadista autodenominado Estado Islámico (ISIS) declaraba la conformación de su Califato días después de la conquista de la ciudad de Mosul.
Todo esto fue logrado ya que desde finales del 2013 comenzaron con la conquista de pueblos sirios (Atmeh, al-Bab, Azaz y Yarablus) cercanos a la frontera con Irak. Meses después, tras varios enfrentamientos con los ejércitos oficiales lograron la toma de Faluya, en tierra iraquí. Finalmente, el 6 de junio del 2014 dieron entrada a Mosul con un gran ataque, logrando imponerse pese a la inferioridad númerica de soldados. Este hecho fue la clave para declarar su califato a fines de ese mismo mes, con la capital del mismo situada en la provincia siria de al-Raqqa.
Mosul es la segunda ciudad más importante de Irak, y que el ISIS la haya tomado le dio el poder que necesitaba para dar comienzo a su Califato donde su líder, Abu Bakr al-Baghdadi, se proclamó como Califa. Mosul le otorgó a los yihadistas la posibilidad de financiarse mejor por los pozos petroleros que pasaron a controlar, sumado al robo de las arcas de la ciudad. De esta manera comenzó una enorme comercialización del petroléo en el mercado negro, que hasta el día de hoy sigue vigente. Tras lograr este poderío económico, su fuerza militar fue creciendo día a día apoderándose de más ciudades tanto en Siria como en Irak.
De este modo engrosó sus filas, armó una estructura militar y social que le permitió mantener las ciudades bajo su dominio y conquistar otras. Luego de la toma de Mosul, el efecto domino se sintió en otras ciudades como Tikrit, parte del Kurdistán iraquí, localidades de Siria y se infiltraron en Kobane, parte del Kurdistán sirio, pero luego serían desterrados por las milicias kurdas.
Pero lentamente la historia comenzaría a cambiar. El giro decisivo fue con la entrada de financiación y milicias desde Occidente. Hace más de un año que el Estado Islámico sufre derrotas, pérdida de tierras y bajas considerables en sus filas.
El 17 de octubre de 2016 se inició una batalla con la pretensión que pueda ser la que de el golpe final a los yihadistas: la batalla por Mosul. Las tropas del gobierno iraquí, de orientación chiíta, formaron una alianza con el apoyo del Estado turco y la ayuda área de los Estados Unidos para entrar en la ciudad y desterrar al ISIS.
Primeramente fueron recuperando terreno en la parte oriental de la ciudad, dejando a las tropas yihadistas acorraladas contra el Río Tigris. En los últimos días, muchos combatientes del Estado Islámico fueron capturados o asesinados mientras intentabas escaparse por el Tigris, ante lo que parecía ser una derrota segura ante el éjercito iraquí. Todo esto sucedía mientras corrían los rumores sobre la muerte de al-Baghdadi, califa del Estado Islámico
Finalmente, tras casi nueve meses de batallas, en las últimas horas fue declarada oficialmente la liberación de la ciudad de Mosul. El Primer Ministro iraquí, Haider al-Abadi, viajó a Mosul para felicitar a sus tropas y confirmar la victoria sobre las tropas del Estado Islámico.
Muchas fuerzas se unieron para combatir en esta batalla, desde el Ejército de Irak hasta la Policía Federal del país y la División de Respuesta de Emergencia (ERD), estas últimas se sumaron para el final de los combates. En total fue una alianza de más de 100 mil soldados, entre iraquíes, soldados kurdos peshmerga (grupo combatiente kurdo especialmente entrenado para estas batallas), milicias chiitas y el apoyo de Occidente.
La batalla dejó graves consecuencias: miles de fallecidos civiles, la ciudad ha quedado en ruinas y, por último, más de un millón de desplazados desde comenzados los combates.
Seguramente haya sido la derrota más dura para el Estado Islámico en estos tres años desde que declararon su Califato. Esto le impondrá a los yihadista una gran pérdida en su financiación, lo cual habrá de esperar un tiempo para ver su impacto en la agrupación.
A todo esto se le suma que los rumores sobre la muerte de su líder, Abu Bakr al-Baghdadi, se hacen cada vez más fuertes en las últimas horas. Recordemos que el Ejército ruso afirmó que podría haberlo matado en un ataque en la ciudad de al-Raqqa hace un mes atrás. Luego de la liberación de Mosul, un comunicado desde Siria hace más fuerte la hipótesis de la baja del líder yihadista, aunque el ISIS todavía no hace mención alguna en las redes sociales sobre el tema.
Por último, queda mencionar que está derrota al ser concretada no marca el fin del ISIS. Los yihadistas todavía tienen ciudades controladas en Siria e Irak, mientras que existen células de la agrupación por otras regiones, especialmente en el Magreb africano. Una vez consumada la derrota, se esperan más ataques extremistas como respuesta a medida que pierdan más ciudades importantes. También cabe la posibilidad de que la liberación de Mosul pueda llevar a otros conflictos, hablamos de posibles disputas por la región entre kurdos y árabes o entre sunnitas y chiíta.