"El gobierno le soltó la correa a la policía"
Por Lucía Barrera Oro
El 15 de septiembre, se llevó a cabo un debate sobre gatillo fácil del que participó el secretario de la redacción de Agencia Paco Urondo, Santiago Asorey, junto a Martina Bas y Josefina Licera, militantes de la CORREPI (Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional) de la zona Mataderos-Lugano.
Durante la noche del viernes en el programa de radio After Chabonas, tuvo lugar una discusión sobre violencia institucional organizada en ejes como la criminalización y estigmatización de los jóvenes, los barrios y la protesta social. Siguiendo esta línea, Josefina Licera, afirmó que “el gatillo fácil es el extremo de las múltiples prácticas entre las que cotidianamente viven los pibes de los barrios, como los hostigamientos y las detenciones arbitrarias, para las cuales la justificación siempre es la misma: la portación de cara”.
En estos últimos dos años de gobierno macrista, se vive una clara profundización de estas prácticas represivas: “El macrismo llegó a niveles represivos absurdos: el gobierno le soltó la correa a la policía y las prácticas históricas que vienen de la dictadura fueron directamente estimuladas y favorecidas”, señaló Santiago Asorey. Martina Bas agregó que “es importante remarcar que el discurso y las formas de manifestarse del gobierno actual van en pos de esa profundización: las estadísticas muestran que cada 25 horas (a veces hasta cada 24) las fuerzas de seguridad asesinan a un pibe”.
No sólo se agrandó la estadística en términos de asesinatos, sino que además, desde hace 51 días Santiago Maldonado está desaparecido, después de una brutal represión a la comunidad mapuche Pu Lof en Cushamén por parte de la Gendarmería y comandada por el Jefe de Gabinete, Pablo Nocetti. En este sentido, el secretario de redacción de la Agencia Paco Urondo declaró que “es importante remarcar la responsabilidad política y sobre todo penal, específicamente del Poder Ejecutivo: no sólo un alto funcionario del gobierno llevó a cabo una represión en la que se produjo una desaparición forzada, sino que luego se generó un encubrimiento del caso”.
Durante la discusión, finalmente se trató de dar a conocer las tareas propias de cada organización. En el caso de la CORREPI, Martina Bas explicó que históricamente se entraba a los barrios a partir de un caso de gatillo fácil, pero hoy, “lo que se busca es tener un mayor trabajo territorial que apunte a la prevención, es decir, a saber qué hacer si la policía te detiene o cómo intervenir si te arman una causa, por ejemplo”. En el caso de la Agencia Paco Urondo, Santiago Asorey expresó que lo que se busca es “revertir el discurso de los medios hegemónicos a partir de un montón de voces que no están siendo contadas y que en muchos casos, incluso, son ninguneadas en los grandes medios: en las secciones ‘policiales’, el título mismo lo indica, la fuente siempre es la policía. En cambio, nosotros vamos al barrio, estamos con los vecinos y los escuchamos”. “Lo importante es poder organizar al barrio para que puedan tener más recursos para enfrentar la represión”, concluyó Martina Bas.