¿Es Santiago un cuerpo en el río?, por Juan Manuel Ciucci
Reaparece la barbarie, esa que tanto han dicho siempre combatir. Esa misma que ellos encarnan, con sus feroces miradas, sus palabras hirientes, sus monstruosas máscaras. No hay que economizar sangre de gaucho, les gusta desparramarla para sembrar sus ganancias y amedrentar a la indiada, por si sueña con un mañana resurgir en malón.
Un joven se solidariza con la lucha de la comunidad mapuche, un gaucho del Siglo XXI, que quiere andar estas pampas libre, con su corazón como guía ante la natura que nos inspira con su majestuosa bondad. Un ejemplo de los hijos de esta tierra, capaz de entender como propio el sufrimiento del otro. De ese que era Patria, y que ahora no es más que un cuerpo, en el fondo de un río, en esta Patagonia nuevamente trágica.
Pero claro que es más que eso, en la Plaza de las Madres se escuchó decir “Santiago no es ese cuerpo, ni ningún cuerpo”, y algo de lo que ya excede en este mundo su vida puede decir que es cierto. Como Mariano Ferreyra, que hace hoy 7 años una patota creyó muerto.
Pero también es ese muerto, lo son, y el dolor de sus familias, y de quienes los sentimos como propios, hoy y cada día. Nos faltan, y nos seguirán faltando. Aunque gritemos su ¡presente! nos los quitan, nos los siguen quitando. ¿Cuánto tiempo más vamos a soportar estas muertes? ¿Cuánto tiempo más soportaremos la perversión de la que son capaces, con un cuerpo que aparece, otra vez, en un río?
Santiago ya está en nosotros, será otra guía que se une a nuestras vidas, como aquello que debemos siempre intentar ser, mujeres y hombres nuevos de esta existencia que sigue cobrando en vidas su injusto modo de organización. El responsable es el Estado, el que ha restaurado la derecha cambiaria, y que en tan sólo 22 meses nos ofrece este espectáculo del horror, que recupera lo peor de nuestra historia nacional.
Nos pide mucho el presente. Ante esta perversidad de servicios, CEOs y agentes publicitarios, debemos reconstruir el entramado necesario para poner fin a tanta crueldad. Es por Santiago que debemos, es por Mariano, Luciano Arruga, Jorge Julio López, por Paco y tantas/os, esas/os muertas/os que cargamos en la memoria. No son un peso, más bien nos brindan las alas del sueño que nos persigue, y perseguimos.
Debemos dar vuelta el mundo, buscando esa Patria liberada, socialista, feminista, justa libre y soberana, o como creamos que ser deba. Ante tanta muerte, es la vida la que nos impulsa hacia otro modo de existir. Por ese mundo que vendrá, que está viniendo, el que deberemos parir, donde no existan más estos ríos, ni sus cuerpos.
RELAMPAGOS. Ensayos crónicos en un instante de peligro. Selección y producción de textos: Negra Mala Testa Fotografías: M.A.F.I.A. (Movimiento Argentino de Fotógrafxs Independientes Autoconvocadxs).