Nehuén Rodríguez: emotivo homenaje en Huracán
Por Juan Manuel Ciucci
La tardenoche de la Quema fue distinta este lunes primaveral, cuando el Huracán de Parque de los Patricios enfrentó a Vélez Sarsfield por una nueva fecha de la “Superliga” que volvió a privatizar el fútbol para pocos. Antes del arranque, los jugadores posaron con un cartel que recordaba a un quemerito que alguna vez transitó ese mismo verde césped, alcanzándole las pelotas a los jugadores profesionales, soñando ser él mismo uno de ellos.
¡Nehuén Rodríguez presente!, decía ese cartel. En las tribunas Roxana Cainzos, su madre, miraba emocionada el homenaje que se le hacía a su hijo en el club de sus amores, donde llegó a mostrar su buen fútbol en sus divisiones inferiores. “Gracias por este homenaje a Nehuen, realmente un lujo poder conocer el Palacio Duco, muy emotivo realmente un sueño cumplido”, dijo luego. Ya fuera de la cancha, charlando un poco más distendida, comentaba contenta: “hasta lo anunciaron por micrófono”.
El 15 de diciembre de 2014, Nehuén Rodríguez se dirigía en moto a la sede social del club a festejar el ascenso de Huracán, cuando una camioneta de la Policía Metropolitana lo embistió. Tras volar 25 metros, por el violento impacto, perdió la vida. La camioneta venía cruzando en rojo el semáforo, sin tener ni la sirena ni las luces prendidas. El único imputado en la causa es el agente Daniel Castagnasso, quien manejaba el vehículo que atropelló a Nehuén. Luego de posponer el juicio dos veces, la última a tan sólo una semana del inicio del mismo, Roxana tiene nueva fecha para intentar lograr justicia: será el 20 de febrero próximo.
Ante un Tomás Adolfo Ducó colmado, y en un partido en que Huracán se impuso por 1 a 0, Nehuen tuvo finalmente el merecido homenaje en el club de sus amores. Un primer paso para visibilizar su caso en la familia quemera, buscando nuevos apoyos de cara al juicio que se viene. Pequeños gestos que a veces puede conquistar el fútbol argentino, alejándose de las tramas privatistas y excluyentes en que ha vuelto a verse enrevesado. El rostro emocionado de Roxi, volviendo a ver a su Nehuen en el Ducó, nos indica que ha servido también para darle fuerzas a esta familia tan golpeada, que intentará que ésta vez el Poder Judicial no le dé la espalda.