Dúo Enarmonia: “Cantamos desde el punto de vista de la gente que habita los lugares”
Por Salvador "Lole" García
Enarmonia es un dúo folclórico formado por Haydée Chaparro (voz) y Guido Tonina (guitarra, voz y arreglos), creado en 1984 en la ciudad de Paraná. Creadores de una Cantata sobre la historia de Federación, además cuentan con cuatro discos: Melopea (1990), Corazón de río (2002), El baile (2004), Un decir (2011) y De poesías, canciones (2016). Agencia Paco Urondo conversó con ellos sobre su trayectoria y su último trabajo.
Agencia Paco Urondo: Ustedes hicieron una Cantata sobre Federación ¿Por qué surgió ese proyecto?
Guido Tonina: Sí, la presentamos durante 25 años e hicimos miles de funciones. La llevábamos a teatros y a escuelas donde hacíamos debates con los chicos. Es una historia increíble porque Federación tuvo tres fundaciones. La última fue con la creación de la represa de Salto Grande en 1976, durante la dictadura. Meses antes habían hecho un plebiscito para trasladar por barrios para que no se sintiera tanto. La gente votó, eligió un lugar pero luego vino el golpe militar y suspendieron todo eso. Decidieron no hacer el pueblo. Trasladaron a la gente en camiones y “vamos, a donde te toque”,lo que profundizó el desarraigo.
Haydée Chaparro: No había ni pasto. Un pueblo sin árboles, sin pájaros. Por cinco años no hubo pájaros. Los chicos jóvenes no conocían esas historias. Mucha gente murió por depresión porque no pudieron aguantarse esos cambios. La Cantata es una obra que tiene mucho humor y muchas partes dramáticas. Cuando la presentamos la segunda vez en Federación para 2500 personas, vos veías abajo las figuras de la gente que se movían pero llegó un momento en que todos estaban quietos, y por ahí mirabas y la gente estaba abrazada, llorando. Fue muy emotivo.
APU:¿Cómo nació el dúo?
HC: Surgió en 1984, cuando hacía un año que estábamos casados. Él era concertista de guitarra y yo cantaba sola por mi lado. Me propuso hacer el dúo y ahí agarramos viaje. Desde ahí hemos hecho de todo, hay un disco que se llama El baile que es con música de él (Guido), con las canciones que están vivas del folclore, que se bailan y se cantan en los cumpleaños. Empieza en el litoral y terminamos en el noroeste. Cuando lo presentamos fue espectacular, la gente bailaba hasta en los pasillos. Tenemos otro disco, Corazón de rio, con temas de Aníbal Sanpayo, Ramón Ayala, Linares Cardozo, entre otros, con canciones que hablan del río, que es lo que más nos marca.
APU: En la producción musical que han desarrollado se preocuparon por traer música que está viva en el baile y letras que permanecen en la poesía de artistas que han sido populares.
GT: La música argentina siempre se ha nutrido de grandes poetas, creadores de canciones como Albérico Mansilla, Tejada Gomes, Manuel Castilla, Juan L. Ortiz, entre otros. Letras que si hablan del paisaje, cuentan que hay gente que habita ese paisaje. La imagen del pescador es muy bucólica, pero él se está cocinando bajo el sol o muerto de frío para poder subsistir. Como dice Sampayo; “Oiga paisano yo anido entre pajonales, pase si gusta compartir necesidades”, nosotros cantamos desde el punto de vista de la gente que vive en los lugares.
APU: ¿Cómo viven el canto?
HC: Pasa por la sensibilidad que estás transmitiendo al momento en que estás actuando. Nosotros hemos ido a Chile por ejemplo, cantamos chamamé y la gente no lo conoce y se emociona, les gusta. La interpretación es importante porque no es sólo cantar, es sentir lo que estás contando, es transmitirlo, contárselo al que escucha para que lo sienta.
APU: En el último disco musicalizaron poemas de Gabriela Mistral, Alfonsina Storni y Juana Ibarbourou ¿Cómo es el desafío de interpretar poesía o de ponerle música, de descubrir las alas que traen las palabras?
GT: La poesía trae su propia música. Pasa por hacer tuyo el poema con la idea de encontrar el ritmo. Masticar el poema para ver hacia qué ritmo dispara.
HC: Ayer contaba una anécdota. Cuando fueron los 50 años del Premio Nobel de Gabriela Mistral, la fundación Gabriela Mistral nos invitó a Vicuña, su pueblo en Chile, y en la plaza se hizo un acto donde fue una mujer que había sido amiga de ella, una viejita que se acercó y le dijo a Guido: “La música siempre estuvo en la poesía de Gabriela”. Para nosotros fue hermoso. Creo que el mayor mérito de Guido fue haber encontrado la música ideal para cada una de estas poetas.
Alfonsina era muy apasionada, vos la escuchas y parece un discurso de Eva Perón. Juana es mi debilidad, era toda dulzura, muy seductora y a todos sus poemas los enlaza con la naturaleza, los compara con sus sentimientos, es hermoso. Cada una tenía su impronta.
APU: ¿Cómo fue la selección de estas tres poetas?
GT: En 1993 nos invitaron a participar de la feria de educación “Educa”, que se hace en Chile. Entonces surgió la idea de llevar algo propio que tenga que ver con Chile y, leyendo el libro Ternuras de Gabriela Mistral nació “Apegado a mí”, que es una vidala, y “Miedo”, una guajira que habla del miedo que tiene una madre de que a su hija la hagan reina y la separen de su amor. Ahí nacieron las primeras canciones. Recordemos cómo Gabriela y Alfonsina se admiraban mutuamente, y también que junto con Juana Ibarbourou, en 1938 fueron nombradas en Uruguay “las tres grandes de América”. De ahí surgió la idea de reflejar la hermandad latinoamericana.
HC: Algunos nos preguntan si es un homenaje a la mujer. No lo hicimos por una cuestión de género, sino por esto que explicamos.
GT: Aunque es verdad que las tres fueron pioneras en la lucha contra el patriarcado.
HC: Sí, de hecho hay una cumbia con letra de Alfonsina, “La ronda de las muchachas”, y en una parte dice: “Nos crían muy rosadas para el buen gavilán”.
APU: ¿Cómo fue la producción del disco, en el que participan muchos músicos?
GT: Siempre incorporamos elementos orquestales al dúo. Y con este trabajo con más razón queríamos tener un cuarteto de cuerdas y eso lo fue atrasando (por los costos), pero gracias a la fundación SGAE (Sociedad General de Autores y Editores en España), que seleccionó nuestros proyectos y nos ayudó a concretarlos, pudimos incorporar a músicos de Santa Fe y Paraná.
HC: SGAE hizo una convocatoria internacional donde se presentaron 250 proyectos de todo el mundo, y de América eligieron uno de México y el nuestro. Eso nos ayudó a poder terminarlo.
APU: ¿Cómo organizaron la grabación del disco?
HC: Tenemos un estudio en casa, ahí ensayamos y fuimos convocando a los músicos para grabar poco a poco. Nuestra intención era juntar un buen grupo de gente que no solo sean buenos músicos, sino que sean buenas personas. Eso es muy importante porque trabajas, viajas, compartis muchas horas. Y además nos acompaña una hija que toca el bandoneón en dos tangos.
GT: Y arriba del escenario se nota si tenés onda o no con los músicos. Siempre nos hemos rodeado de músicos amigos, en los discos que hemos hecho y con la Cantata.
HC: Además recibimos muchos libros de poesía para ver si queremos musicalizarlos, pero vamos de a poco, porque no es cuestión de decir “le pongo cualquier música”, pero sí tenemos muy buena relación con el ambiente artístico. Cuando hacemos un espectáculo nos gusta la cosa más intimista, no estamos para ser famosísimos, sino para trabajar con la música y sembrar un granito de arena en el medio del desierto, mostrando cosas distintas y poniéndolas a consideración de la gente.
APU: En junio pasado presentaron su último disco en Caras y Caretas en Buenos Aires, ¿cómo fue esa experiencia?
HC: Pusimos un cortometraje que hicimos con tres actrices que representan a cada una de las poetas. Y aparecen también las voces de Alfonsina, Juana y Gabriela como con una imagen, como introducción a cada tramos del espectáculo. Estuvo Rafael Amor que es un gran músico amigo del alma, un cuarteto de cuerdas, un bandoneón, y la percusión.
GT: También se fueron leyendo algunos fragmentos del pensamiento de cada una de las poetas, o poetisas, como le gustaba definirse a Alfonsina.
APU: Finalmente, ¿por qué Entre Ríos es una gran cuna de guitarras?
GT: Hay una gran tradición guitarrística. Por ejemplo las serenatas. Cuando era joven era común hacer serenatas en el Día del Estudiante y del Profesor. Salíamos por las calles y pobres profesores tenían que bancarse hasta que llegaba el último. Vos les cantabas y ellos te daban de comer o de beber. También el hecho de compartir y cantar en el río a las tardes entre los vecinos. Tenemos muchos músicos populares. Pasa con el acordeón o el bandoneón, por ejemplo, que se lo aprende de oído escuchando al padre o al vecino, y así tocan chamamé.
Para conocer más del dúo, ver: http://www.duoenarmonia.com.ar/