Nieto 128: “La vela de la esperanza sigue encendida y la lucha continúa”
Por Lucía Ferreri Ochoa
Durante una conferencia de prensa, Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, anunció la restitución de la identidad del nieto 128, apropiado durante la última dictadura cívico militar.
El nuevo nieto se llama Marcos, nació el 9 de junio de 1976 en Tucumán y es hijo de Rosario del Carmen Ramos. Ambos fueron secuestrados cuando Marcos tenía cinco meses y su madre aún permanece desaparecida. Ayer recibió la confirmación de su verdadera identidad y se encontró con su familia, la cual llevaba más de 40 años buscándolo.
Durante la rueda de prensa, Estela celebró la noticia y dijo que “se seguirá luchando por todos los nietos que faltan”.
"Como ven, somos poquitas Abuelas acá, somos cuatro. El resto ya no está, o están enfermitas. Pero con nuestro equipo incansable de jóvenes que nos ayuda a seguir caminando, mientras tengamos vida seguiremos buscando a los centenares de nietos que aún faltan", aseguró la referente en materia de derechos humanos.
Estuvieron presentes en la conferencia los dos hermanos de Marcos, Camilo e Ismael. Este último aseguró que “la vela de la esperanza sigue encendida y la lucha continúa”.
"Es la restitución de 42 años de amor no vivido", agregó.
El hallazgo fue posible gracias a la denuncia de Ismael -quien también fue secuestrado junto a su madre y a Marcos- ante la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) y a un aviso anónimo que reveló en 2013 que un joven hijo de desaparecidos había sido apropiado por un imputado por delitos de lesa humanidad.
Rosario del Carmen Ramos nació el 6 de octubre de 1948 en El Diamante, Santiago del Estero y era militante del PRT. En noviembre de 1976 fue secuestrada en un operativo ilegal de las fuerzas de seguridad a bordo de un ford falcon blanco.
Según indicaron las Abuelas en un comunicado, “Marcos es el segundo nieto restituido en esta provincia. Las fosas comunes descubiertas e investigadas allí en las que se identificó a más de un centenar de desaparecidos y desaparecidas, junto a la comprobación de la existencia de un capítulo local del plan sistemático de apropiación de niños y niñas, vuelven a colocarla ante la evidencia del horror. El caso de Marcos debería contribuir a acabar con el negacionismo, la justificación y el olvido que subsisten en parte de la sociedad y, en particular, en Tucumán. También, demuestra la importancia de fortalecer a los organismos que desde el Estado intervienen en el esclarecimiento de estos delitos de lesa humanidad”.
“Nuestros nietos y nietas pueden estar en cualquier rincón. Cualquier información por insignificante que pueda parecer, quizás resulte la pieza faltante para dar con uno de ellos”, ratificó Estela.
Hasta el momento, 128 nietos recuperaron su identidad pero son más de 350 los que aún no pudieron conocer su historia. Las Abuelas trabajan a diario en la búsqueda de esos jóvenes y tienen diversas vías de contacto para asesorar y contener a quienes tienen dudas al respecto.