La actividad económica cayó 4,8% en febrero y acumula diez meses de baja
La actividad económica en el mes de febrero cayó respecto al mismo mes del 2018, pero creció en cuanto al nivel del mes pasado. Según informó el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), el estimador mensual de actividad económica (EMAE) cayó 4,8% respecto al mismo mes de 2018. El indicador desestacionalizado creció 0,2% respecto a septiembre de 2018.
Las ramas de actividad con mayor incidencia en la contracción interanual del EMAE en febrero de 2019 son “Comercio mayorista, minorista y reparaciones” e “Industria manufacturera”. En contraposición, “Agricultura, ganadería, caza y silvicultura” es el sector con mayor incidencia positiva.
La recesión se confirma con los números oficiales y preocupa al sector industrial que solicita a gritos una solución. Es que el 2018 fue oscuro para el sector y particularmente para las pequeñas y medianas empresas.
Los despidos masivos, cierres, imposibilidades crediticias, caída en la actividad económica industrial y las ventas, derrumbe del entramado productivo nacional, ingreso irrestricto de productos importados; aumento de la pobreza y la indigencia; caída del poder adquisitivo; incremento de concursos y quiebras; corte de la cadena de pagos; desmantelamiento de la investigación y la transferencia de tecnología; más desempleo y precarización laboral; pérdida de derechos para grandes segmentos de la población, todos síntomas y consecuencias de la parálisis de la economía.
Este mes y tal como sucedió en enero, la Unión Industrial Argentina (UIA) entregó al Gobierno un documento con propuestas que apuntan a reactivar el sector altamente golpeado por la crisis económica que se intensificó con la gran devaluación de los últimos meses.
Industriales presentaron en enero un listado de 35 pedidos al gobierno para poder salir con vida de la recesión. Apuntaban al crédito productivo, asistencia impositiva para pymes, compensación de impuestos, baja de las tasas financieras, excepción de retenciones a las exportaciones nuevas o en crecimiento, tarifas energéticas especiales y levantamiento de embargos de AFIP, entre otros.
En esta oportunidad, en concreto, se dividieron en seis ejes: energía, comercio, mercado interno, financiamiento, fiscal y ley pyme. Como se puede ver, todas dirigidas a darles aire a pequeñas y medianas empresas. En esta oportunidad se busca abarcar a todo el arco industrial que lejos de verse beneficiado, está sufriendo una metástasis difícil de contrarrestar.