Alfredo Segatori: murales trash y expresionismo abstracto

Por Gabriela Canteros

El prolífico artista visual Alfredo “Pelado” Segatori está pintando un mural gigante a todo color, en unos antiguos y monumentales silos, ubicados en la Dársena “F” del Puerto de Buenos Aires. Agencia Paco Urondo dialogó con él para conocer acerca de su técnica y su vínculo con el contexto.

Agencia Paco Urondo: ¿Cómo diseña y crea los murales? ¿Qué comunicación entabla con la comunidad que recibió su producción,  que por su magnitud modifica el paisaje urbano?

Alfredo Segatori: Depende de cada pared. La mayoría de las veces primero encuentro una pared y de ella nace la idea, el mural. Muchas veces me convocan para la realización de las obras, otras he buscado yo los espacios. En cualquiera de los casos, me interesa que la obra tenga relación con el entorno donde estará. Tomo referencias del lugar, la gente que pasa por allí, las sugerencias o ideas que algún vecino me diga, o en el caso de los murales trash me ha pasado que la gente empezara a traer electrodomésticos rotos, ollas y hasta una hoz.

APU: ¿Cómo es la recepción de las obras monumentales que produce?

AS: La mayor parte de las veces, te diría el 99 por ciento, tienen buena recepción. Siempre me gustó lo que tiene que ver con el arte en el espacio público, lo que se genera con la gente, ese ida y vuelta. Una de las cosas más interesantes es el acceso directo a la obra generando un circuito alternativo a los espacios de galerías y museos.

APU: Hemos visto en general producciones figurativas, ¿supone un desafío diferente la creación abstracta con la técnica del action painting?

AS: Me gusta trabajar con distintas series, sin encasillarme nunca en un estilo. Si bien tengo realizados muchos murales figurativos, muchas veces los fondos estaban trabajados con manchas abstractas de color, y con esta nueva serie esos fondos tomaron un primer plano. Estoy muy contento de hacer esta nueva serie, es muy gratificante y catártico trabajar en estas grandes dimensiones arrojando pintura y color a borbotones contra estos gigantes grises. Me siento como el Quijote contra los molinos de viento. Fue un gran desafío abandonar totalmente la figuración en esta nueva serie la cual llamo Exabrupto de color. El nombre lo define por sí solo, exabrupto, "gesto brusco e inesperado que se manifiesta con enfado y viveza." Bien descriptivo de lo que tengo ganas de hacer hoy. Lejos de la abstracción geométrica, y mucho más libre, lúdico y expresivo. Trabajo directamente sobre la pared, sin visualizar previamente colores en la computadora. Digamos que continúo con la idea de reciclaje, metiendo todo en la licuadora, tomando la esencia del expresionismo abstracto, con colores si se quiere pop y sobre un objeto minimalista (los grises areneros) en una dimensión inusual.

APU: ¿Podría extenderse sobre la cuestión técnica?

AS: Utilizo varias técnicas. Una de ellas es el aerosol free-hand y látex, aunque también estoy trabajando mucho con elementos del reciclaje, en murales trash o “arte cartonero”, como lo llamo, como el caso de las obras Tecno rasta y Chino milenario, Chatarra zen o El viejo del desarmadero.  Ahora con Exabrupto de color, mucho más libre. La recepción de la gente de esta nueva sería, la verdad no me la imaginaba, es excelente. Es indudable que el color tiene energía de por sí y genera buenas vibras. Es más, hasta el mismísimo Charly García, cuando vio el exabrupto que armé sobre la limu de mi amigo Dani (y sobre el frente de su taller), dijo “esto es re Say no more (… ) vengo a ver mi limusina”. Y así es como tuve el gusto de conocer al número uno del rock nacional. La utilizó para llegar a su cumpleaños 68, el pasado 22 de octubre y se vienen nuevas aventuras. La Limurock es familiar del Bondi Gallery, mi colectivo galería con el cual participo en muchos eventos artísticos y solidarios, con distintas actividades para chicos y grandes.