Corrientes: protestas de la población carcelaria y contagios masivos de COVID-19
Por Juan Borges
El día lunes 11 de Mayo se produjeron incidentes en tres pabellones de la Unidad Penal número 1 de Corrientes debido a la situación crítica de los internos que se encuentran hacinados y sin contar con elementos de salubridad dignas. Los hechos ocurrieron tras la confirmación de 23 casos de coronavirus en el establecimiento producto del contagio efectuado por personal penitenciario de seguridad. El conflicto se inició cuando en horas de la tarde un interno se subió a una de las Torretas del Penal y comenzó a gritar buscando ser oído y con la intención que los medios de comunicación de la zona se acerquen para visibilizar la problemática. El reclamo era por mejores situaciones sanitarias para preservar la vida suya y de sus compañeros. La intención era visibilizar el problema y que algún funcionario del Ministerio de Seguridad Provincial se acercara. Cáceres reclamaba hisopados para todos los internos, que se prohíba el ingreso y egreso del personal del Penal debido al incremento de los contagios.
Recién a las 20 30 hs y tras una violenta represión el hombre fue bajado de los techos, mientras tanto otros internos desesperados intentaron tomar la guardia sin lograr su cometido. Tres pabellones mantenían la tensión durante horas posteriores. Al momento reina una tensa calma en establecimiento penitenciario, hubo requisas y traslados en los pabellones 9 y 4 que fueron los más activos el martes pasado.
En diálogo con AGENCIA PACO URONDO, Hilda Pressman, coordinadora de la Red de Derechos Humanos de Corrientes y militante por los derechos de las personas en situación de encierro relató lo sucedido.
APU: ¿Qué sucedió en el penal y como se llegó a esa situación?
HP: Ayer (martes 12) la población penal de la Unidad Penal número 1 de Corrientes que tiene un total de 600 presos, en un lugar con capacidad para 400, recibió el hisopado realizado a un total de noventa internos con un total de 23 contagiados. La enfermedad fue difundida mediante el personal penitenciario, debido a la imposibilidad de haber sido contagiados por otras personas, teniendo en cuenta que desde hace dos meses los internos no pueden recibir visitas. Sumado a otro caso positivo de la semana pasada. Todo esto generó un clima de tensión debido a los contagios y por una necesidad previa de despoblamiento y mayores medidas de seguridad.
También se exigía la separación del personal penitenciario que contagió y se pidió la aceleración de las medidas judiciales detenidas debido a la cuarentena, libertades asistidas y condicionales, arrestos domiciliarios. Este cuadro provocó que uno de los internos en un intento desesperado se subió a una de las torres del Penal. Esta cárcel tiene alrededor de ciento treinta años de construcción y entonces tiene una forma similar a un castillo. Pidiendo hisopados para la totalidad de la población penal, alojamiento y condiciones dignas para los contagiados, sin atención medica pertinente. Esta situación fue reprimida ya la tarde noche fue bajado por grupos especiales . En el día de hoy tenemos entendido que fue trasladado a otra unidad penal. Esta situación crítica sanitaria y de abandono está presente desde el inicio de la cuarentena. Alrededor del 20 de abril se había iniciado una huelga de hambre también por condiciones mejores de salubridad. La protesta fue salvajemente reprimida y terminó con la muerte de José María Candía, un muchacho de 23 años que estaba cumpliendo condena. Aunque la causa de su muerte intento ser fraguada la autopsia arrojo como causa de su muerte tres tiros de una escopeta del personal de la cárcel.
Afortunadamente no hay fallecidos aun por los contagios. Los afectados aun no fueron trasladados a un lugar de aislamiento seguro sino que están adentro del penal en un lugar aparte, pero dentro del mismo penal y sin los recaudos necesarios para su cuidado.
Hoy la situación está muy calma debido a la represión de ayer y a algunos traslados que se hicieron en el día, también a requisas y controles. Sin embargo las soluciones para los contagiados no llegaron.
APU: ¿Cómo analiza el rol de las fuerzas de seguridad en esta cuarentena en la provincia?
HP: Ahora está mucho más tranquila pero al inicio hubo cerca de 200 detenciones por violación a la cuarentena sobre todo en las barriadas populares, sectores más empobrecidos y que necesitaban buscar el sustento diario. Se había armado un corralito contravencional para los detenidos. Los primeros quince o veinte días fue dura la represión pero ahora la mayor apertura de actividades hizo que aflojara esa situación.