¿De qué nos califican "los mercados"?, por Mario Firmenich (h.)
Por Mario Javier Firmenich*
Morgan Stanley bajó la calificación crediticia de Argentina. De país "emergente" a "mercado independiente". Junto a Jamaica, Panamá, Trinidad y Tobago.
Es curiosa la calificación de las calificadoras de Wall Street, valgan las redundancias.
¿De qué nos califican "los mercados"? Nos califican de "independientes" ¿Por qué? Porque el Gobierno de Alberto y Cristina debió recurrir al control de capitales y a las restricciones sobre la libre disponibilidad de dólares. El "cepo" cambiario que tanto critican es parte de la batería de medidas tomadas que viene permitiendo recuperar el horizonte de los superávits gemelos que no sólo permiten recuperar las reservas que el macrismo dilapidó, junto a la estafa de las calificadoras de Wall Street en sociedad con los Bancos de Inversiones como JP Morgan o acreedores buitres como Black Rock, tenedores de los bonos que recompraron a precio de saldo, mientras esperaban que el nuevo gobierno (al que hoy castigan bajándonos la nota crediticia por recomponer el desastre económico y social que nos legaron), anunciara un nuevo acuerdo con los acreedores (ellos nos califican, compran y venden bonos con información privilegiada, estafan a los estados, dejando "cepos" políticos, económicos y sociales, que se traducen en familias enteras sin trabajo ni dignidad, a pibes y pibas dependiendo del morfi del estado, pagado con los impuestos que se pueden pagar porque existe un gobierno que les puso un "cepo" a la estafa internacional sobre la Argentina) de que una vez más asumiríamos la responsabilidad "institucional" de pagar la cuenta de otros. Los otros son los de siempre. Los que se chorean la guita de un país entero, en cada devaluación "imprevista", los que arman "bolas" de LELIQS y LEBACS en pesos sobrevaluados artificialmente, con intereses que desincentivan la inversión real en pesos. En trabajo genuino, en más bienes y más servicios en pesos, para la inmensa mayoría social que la última vez que vio algo "blue", fue en forma de pastilla llamada comercialmente Viagra.
Ahora, "señores" del mercado, ¿cuándo permitirán que la independencia económica del Tercer Mundo sea posible? Jamás, porque le temen a la soberanía política de los pueblos. Le temen a los "mercados independientes". Detestan que un pueblo libre trabaje para desarrollar la justicia social. Quieren más. Siempre van a querer más. Porque su rentabilidad se mide en los dólares que nos roban, con sus deudas eternamente condicionantes con objetivos claros. El objetivo es seguir metiéndole un "cepo" a la Independencia económica. La soberanía política y a la justicia social. Porque con un pueblo hambreado es fácil seguir exigiendo más y más recursos naturales a cambio de papelitos verdes...
Mientras tanto la CGT reclama reapertura de paritarias para los trabajadores formales. Los trabajadores informales, sortean la pandemia con ayudas públicas, las PYMES reclaman seguir manteniendo los subsidios estatales, las comercializadoras de carne quieren liberar exportaciones para que "el mercado sea libre", mientras el 65% de nuestros pibes y pibas no tiene acceso a un asadito del domingo.
A todas estas, el "blue" sube a 170 pesos, presionando un "mercado kohinor", por pequeño y poderoso, para que nuestros salarios sigan siendo cada vez más bajos en dólares, para que su soja siga rentabilizando en dólares financieros multiplicando por cinco la rentabilidad normal en tiempos de "depresión" de consumo pospandemia, donde los grandes estados del planeta le siguen regalando divisas a sus bancos a modo de Rivotril, para que sus stocks de bienes acumulados sin vender desde hace año y pico, salgan de los containers hacia los "mercados" saneados.
Consumo superfluo acumulado, sector turístico destruido, 4 millones de muertos oficiales por su pandemia, vacunas a cambio de más recursos naturales, deudas más deudas y más deudas. Siempre con ellos, los que no se avergüenzan de mantener sus nombres de piratas a sus bancos y calificadoras.
Bueno, ya que estamos al nivel de los países del Caribe, busquemos nuestro tesoro, intentemos convencer a los progres de que tener un ejército que defienda nuestros tesoros no es ser fascista y vayamos de vacaciones a Santa Teresita, Ushuaia, el Calafate, Península de Valdés, Mendoza, Salta, Jujuy, las Cataratas o el Delta de Paraná. Pero dejemos de pensar en Miami, porque el edificio de ellos ya no tambalea, se derrumbó y debajo hay cadáveres. Cuantos menos argentinos seamos debajo de los escombros, más fácil será volver a ser felices, con lo nuestro, entre lo nuestro y en amistad con los Pueblos Libres del Mundo.
(*) Economista. Profesor de Historia Económica, Universidad Nacional de Córdoba