El futuro del streaming: ¿Planes gratis con anuncios?
Por Agustín Mina
El negocio de las plataformas de streaming crece a pasos agigantados. La pandemia del coronavirus que encerró a la población mundial en sus casas no hizo otra cosa que acelerar el crecimiento que estaba proyectado para dentro de tres años a la actualidad. Por poner un ejemplo, Netflix sumó más suscriptores en los primeros seis meses de 2020 que en todo 2019. Es en esa escalada que también surge una competencia feroz. Si en algún momento Netflix supo ser casi la única opción disponible, dependiendo de en qué lugar del mundo te encontraras, hoy son cada vez más las alternativas. Por ende, se vuelve más difícil llegar a nuevos usuarios. La torta se achica, los usuarios en muchos casos no están dispuestos o no tienen los ingresos para contratar múltiples plataformas por lo que tienen que elegir.
En ese contexto las principales empresas del mercado como Netflix, HBO y Disney comienzan a llegar al techo de usuarios al que pueden acceder. La torta ya se dividió completa, sólo queda agrandarla. Para ello, una de las alternativas que se plantea es la posibilidad de un plan gratuito con acceso a una fracción de la biblioteca de contenidos. Esto es lo que está haciendo Netflix en Kenia, donde el desembarco de la plataforma no tuvo el éxito esperado y no logran llegar a penetrar en la población. Con esta estrategia buscan fidelizar a usuarios nuevos que accedan al poder hacerlo de forma gratuita y, una vez adentro, se pasen a algún plan pago para tener disponible el resto del contenido.
Otra idea que se está barajando es la de planes más económicos, o incluso gratuitos, que incluyan publicidad para financiarlos, algo que ya está ocurriendo con distintas plataformas en países seleccionados, como Hulu en Estados Unidos o HBO Max en España. Esto transformaría a las plataformas hasta ahora conocidas como de suscripción a video a demanda (Subscriber video on demand,SVOD, por sus siglas en inglés) y daría paso a un mix con las ya existentes AVOD o plataformas de video a demanda financiadas por publicidad, como Youtube, Roku o Tubi. Esta es la estrategia histórica de plataformas como Spotify, que te permiten acceder a todo su contenido de forma gratuita, siempre y cuando no te moleste ver o escuchar anuncios, que se pueden quitar pagando una suscripción premium.
Resulta paradójico cómo la televisión aparece y se financia con publicidad, luego llega el cable como la opción exclusiva para disfrutar contenido sin anuncios, pero eventualmente dan paso a señales premium dentro del cable, con los estrenos más recientes y nuevamente sin anuncios. Las plataformas on demand ofrecían lo mismo, sólo que con la opción de poder elegir qué ver cuando y donde quieras. En definitiva, parece que los anuncios estaban destinados a llegar eventualmente desde un comienzo.
¿Que pasa después?
¿La llegada de planes más baratos con anuncios elevará el precio del plan estándar? ¿Los usuarios que hoy pagan alguna plataforma se pasaran a un plan más barato o gratuito con anuncios con tal de no pagar? ¿Que tan distintas son hoy estas plataformas a experiencias de televisión on demand como Flow? ¿Estallará la burbuja del streaming? De momento son todas conjeturas, pero lo que sí sabemos es que no es nada descabellado o que no se haya hecho antes. No sabemos aún si se implementará alguna de estas ideas a nivel global o si tendrán resultado estos experimentos, mucho menos como serán efectivamente si es que llegan. Sólo resta esperar y ver cómo se transforma el mercado en búsqueda de captar nuevos usuarios y ver si lo logra antes de saturarlo. La llegada de la nueva normalidad y la experiencia de la pandemia suponen un desafío para el futuro en todos los aspectos.